𝙲𝚊𝚙 ⑥

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Esa noche Midorya no durmió, ni siquiera se encontraba en la misma habitación que Bakugou ya que este dormía en su cuarto mientras él se había quedado en la sala, y aún así le era imposible cerrar los ojos.

El saber que el omega estaba tan cerca y a la vez tan lejos le mataba, su aroma en toda la casa y las sábanas que le había dado eran demasiado para él. Entonces fue que se dio cuenta... tal vez si le gustaba Bakugou.

A diferencia del pecoso, el rubio durmió plácidamente toda la noche, se sentía relajado y seguro al saber que el alfa estaba en su casa, sabía que si aquel sujeto despreciable llegaba a volver podría enfrentarle.

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- Buenos días, dormilón. - Saludó preparando la mesa con el desayuno.

Katsuki apenas estaba estrujando sus ojos de recién levantado pero verle fue suficiente para quedar completamente despierto.

- Tú... ¿Usaste mi cocina? - Preguntó alarmado recibiendo una risa nerviosa del menor.

- No, no - negó rápidamente - me levanté muy temprano así que fui a comprar el desayuno... pero sí hice café.

Nervioso por su reacción le extendió la taza al rubio y este olfateo el contenido percibiendo un agradable aroma, al menos no parecía venenoso. Sopló antes de darle un trago y tras saborear el líquido miró al joven con expresión sorprendida.

- Sabe bien. - Este pareció relajarse con lo dicho y orgulloso infló su pecho. - Al menos sabes preparar un buen café.

- Por supuesto que sé - Rió fingiendo estar ofendido y sacó una de las sillas de la mesa indicándole al omega que se siente. - Ven, vamos a desayunar.

La acción enterneció al rubio que algo sonrojado se sentó frente a él sin poder evitar que recuerdos de antaño llegasen a su mente, aquellos días cuando las cosas aún estaban bien y desayunaba lleno de alegría junto a quien en ese entonces era su alfa.

Sintió su nuca arder producto a los recuerdos que se había prometido olvidar, y agitó su cabeza tratando de borrar sus pensamientos para centrarse en la persona que tenía en frente y el delicioso desayuno que le había buscado.

- Gracias... - Le sonrió dejando confuso al alfa.

- Es solo un desayuno, no tienes que agradecer. - Respondió apenado y un intenso sonrojo se apoderó de sus mejillas cuando el omega tomó su mano sin previo aviso.

- No es solo el desayuno, me has ayudado mucho en este mes que llevas aquí, gracias... por todo.

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Cuando finalmente llegó la hora de irse a trabajar dejó al alfa junto a su pequeño que ya había despertado y lleno de energía jugaba con sus juguetes.

- Mamá ya se va, pequeño revoltoso. - Le dio un sonoro beso en la mejilla a su cachorro antes de ponerlo en su andador y dirigirse hacia la entrada siendo seguido por el pecoso.

- Que tengas un lindo día. - Se despidió el más alto y movido por sus impulso dejó un cálido beso en la frente contraria provocando un intenso sonrojo en ambos. - Yo.. ah.. em.. yo no..

- No.. no pasa nada.. yo.. Este... ya me voy. - A toda velocidad salió de la casa y le cerró la puerta en la cara.

Ninguno entendía del todo lo que acababa de pasar, pero debían de admitir que tampoco les desagradaba.

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Luego de aquel día ambos se habían vuelto cada vez más cercanos, aquella noche habían abierto una nueva puerta en su relación y hasta ahora a ninguno de los dos le molestaba. Forjaron una extraña amistad y cada vez existía más confianza entre ambos, pero esto tal vez estaba a punto de acabar.

Los últimos días el omega se había estado sintiendo más cansado de lo normal, su cuerpo pesaba y sentía su piel febril, asoció esto con el cansancio laboral y tal vez un posible resfrío. Lo que nunca vio venir fue que su celo había iniciado hasta que calló sin fuerzas en la entrada de su casa.

Midorya acababa de dormir al pequeño Hikaru y se encontraba en la sala de estar viendo la tele a espera del mayor que al parecer llegaría tarde ese día. Pudo escuchar el ruido de algo caer en la entrada y rápidamente se aproximó a esta encontrándose con el omega en el suelo.

Asustado se acercó a él rápidamente y se agachó con el objetivo de cargarle, pero en cuanto le tocó el intenso aroma de sus feromonas agitó a su alfa interno haciéndole temblar. Sin saber qué hacer se cubrió la nariz y retrocedió cayendo al suelo a escasos pasos de él, si se acercaba demasiado no sabía si podría lograr contenerse y no deseaba perder su trabajo ahora que le había agarrado cariño al pequeño y su madre.

- A-Ayudame... - Suplicó Bakugou mientras temblaba, su rostro se veía extremadamente sonrojado y el sudor corría por su frente.

Midorya se encontraba en un dilema interno sin saber qué hacer, finalmente se había ganado la confianza del omega y no quería arruinar esto aprovechándose de él en un momento tan vulnerable, pero tampoco podía dejarlo allí tirado y marcharse, algo debía hacer, tenía que pensar en una solución rápido.

Finalmente suspiró y tratando de mostrar la mayor seguridad y auto control posible se acercó al omega para cargarle en brazos de forma nupcial.

Ahora que sus cuerpos se encontraban cerca podía sentir con mucha más fuerza el aroma de sus feromonas enloqueciendole, además de que la vista del omega temblando sonrojado en sus brazos era casi una tortura para él.

Con delicadeza dejó al mayor sobre el sofá y este se removió quejándose.

- Calor... hace mucho calor... - Jadeante empezó a desabotonar su camisa pero debido a su condición le era casi imposible. - N-No te quedes ahí... - Regañó al alfa que se había mantenido por un momento al margen mirándolo. - Ayúdame...

- S-Si... - Tragó grueso y con manos temblorosas empezó a sacar los botones y retiró la camisa dejando al descubierto el tentador torso blanco del omega.

- No solo me mires. - Llamó su atención ya que el pecoso se había quedado embobado mirando su busto, y agarró la mano de este tomándole desprevenido para ponerla en uno de sus pectorales. - Tócame.

Ordenó y Midorya sintió como todo su cuerpo entraba en pánico por dentro debido a la lucha interna que aún se libraba en su mente.

*MENTE DE IZUKU*

Izuku sensato: ¡¡CONTROLATE DE UNA VEZ!! ¡¡¡NO TE DEJES LLEVAR POR LA TENTACIÓN!!

Izuku caliente: ¡¡F*LLALO!! ¡¡F*LLALO!! ¡¡F*LLALO!! ¡¡F*LLALO!! ¡¡F*LLALO!! ¡¡F*LLALO!!

Izuku sensato: Tú no eres así Izuku, no eches a perder lo que has conseguido por un polvo, cuando Bakugou vuelva en sí te va a odiar.

Izuku caliente: ¡¿Y ESO A QUIÉN LE IMPORTA?! ¡¿HAS VISTO ESAS TETAS?!

*FUERA DE LA MENTE DE IZUKU*

- ¿Qué pasa? - El omega le miró con ojos de cachorrito y sostuvo con más fuerza su mano haciendo que la apriente sobre su pecho. - ¿No soy lindo?

Y eso fue todo lo que hizo falta para que la delgada línea que mantenía su cordura a flote estalle.

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¡Holis! Espero les haya gustado este capitulo, pronto estaré publicando la continuación.
No duden en decirme sus opiniones en los comentarios.
Sin más que decir me despido, besitos. ^^

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░ ࣪ 🌻.ꦿ𝑀𝑎𝑚𝑎́ 𝐿𝑢𝑐𝒉𝑜𝑛𝑎 ⿻ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora