𝙲𝚊𝚙 ⑨

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Los latidos acelerados de sus corazones eran lo único que escuchaban, ninguno de los dos se atrevía a articular palabra o siquiera moverse. El silencio y la oscuridad los había envuelto y para cuando sus ojos se acostumbraron a la escasa luz el alfa finalmente pudo ver aquel bello rostro por completo sonrojado.

Algo dentro de él le exigía besarle, necesitaba hacerlo, después de todo tal vez esa sería la única oportunidad que tendría. ¿Pero y si le rechazaba? No podría soportar que las cosas se arruinen más de lo que ya estaban. Así que llenándose de seguridad estuvo a punto de ponerse de pié para apartarse, pero antes de lograrlo una mano le atrajo y entonces sintió como sus labios se habían conectado.

No podía creerse lo que estaba pasando, el omega le estaba besando demostrando que no era el único que añoraba ese contacto, y no dejaría pasar esta oportunidad. Sin dudar correspondió succionado y lamiendo esos carnosos labios que desde hace ya demasiado tiempo había estado anhelando.

El omega tampoco entendía lo que sucedía, había sido impulsivo y se estaba dejando llevar por sus deseos frustrados. Tal vez luego se arrepentiría, pero eso ya era problema del Katsuki del futuro, por ahora se limitaría a disfrutar de ese contacto y las mariposas que sentía en su barriga, sensación que no había sentido desde hace ya más de un año.

El beso se hizo cada vez más apasionado y de a poco no pudieron resistir a tocarse. Las manos del cenizo recorrían la espalda contraria disfrutando de su anchura y algún que otro músculo bien marcado, por otro lado el pecoso debía mantener el peso de su cuerpo en uno de sus brazos para no aplastarlo, así que decidió usar su otra mano para recorrer su torso hasta llegar a donde iniciaba su camisa intentando levantarla para tocar por debajo. Al darse cuenta de sus intenciones el omega tomó su mano deteniéndole asustado y entonces el beso se dio por culminado.

— ¿Qué pasa? — Preguntó el alfa agitado.

— Yo... nosotros... ¿Qué estamos haciendo? — Respondió con otra pregunta estando igual de agitado.

El deseo se podía ver en los ojos de ambos, habían feromonas por todas partes llenas de intenciones claras y recién se percataron de que las habían estado expulsando.

— ¿Eso importa ahora? — Liberó su mano del agarre para llevarla hasta su mejilla dejando allí una leve caricia. — Estamos haciendo lo que deseamos... pero si quieres que me detenga lo haré ahora mismo y haremos como si nada hubiese pasado.

El omega le miró vacilante, deseaba su tacto, lo necesitaba, quería más de esa sensación vertiginosa que le provocaba, quería sentirse deseado por alguien y matar todas esas frustraciones que tenía guardadas.

Así que no quiso pensar en nada y una vez más le atrajo en un desenfrenado beso dándole luz verde para hacer lo que le viniera en gana.

La ropa molestaba, la posición ahora había cambiado y era el omega quien se encontraba sentado a orcajadas encima del alfa, disfrutando con sutiles movimientos de cadera el roce de aquel miembro duro entre sus nalgas. El alfa no se conformaba con sólo besar sus labios, devoraba cada parte de su cuello y pechos mordiendo sus pezones para arrancarle gemidos y espasmos.

Ambos querían ir más lejos que eso, lo deseaban, pero como si el destino quisera burlarse de ellos la puerta del departamento fue abierta y ambos escucharon la voz de una tercera persona que les dejó espantados.

— ¿Katsuki? — Llamó la atención de ambos la castaña y rápidamente se separaron recogiendo sus ropas para acomodarse, mientras la omega batallaba con el interruptor dándose cuenta de que no iba a encenderse. — Maldición, sabía que el foco se estropearía en cualquier momento.

Encendió la linterna de su teléfono antes de adentrarse en el departamento y con el destello cegó por un momento al par que se encontraba más que sonrojado.

— ¿Qué es lo que...? — Los examinó rápidamente con la mirada percatadose de ciertos rastros de lo que seguramente fue un momento apasionado y entonces un sonrojo también cubrió sus mejillas. — Oh... yo... lo lamento, si quieren me marcho y los dejo seguir con...

— ¡No, no! — Respondieron al unísono y la habitación se lleno de un silencio extremadamente incómodo.

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Luego de lo sucedido ninguno de los dos era capaz de mantenerse la mirada, durante el resto de la fiesta se evitaban sonrojadose con la más pequeña interacción que tenían, cosa que exaspero de sobre manera a la castaña.

El ambiente era algo tenso entre ambos, pero a la vez se veían más relajados, ambos ya sabían que sus deseos eran correspondidos ahora les quedaba averiguar si todo había sido solo el impulso del momento o tal vez podrían continuar más tarde con lo que habían iniciado.

Finalmente cuando la fiesta se dio por terminada Katsuki acompañó a todos los invitados para despedirlos en la entrada, la última fue Uraraka que antes de irse se llevó al omega hasta una esquina alejándole del alfa.

— Escucha, hijo... — Empezó a decir en voz baja. — No dejes ir esta oportunidad, aprovecha y comete a ese lindo alfa.

Las mejillas del cenizo se tiñeron de rojo ante sus palabras.

— ¡Ca-Callate! Vete de una vez cara redonda. — Chilló por lo bajo empujando a su amiga para que se vaya.

— Bien, bien, ya me voy.. — Se río — pero hazme caso, hace tiempo que no mojas y...

— ¡Ya! — Chilló sintiendo que su rostro estallaría en cualquier momento y le cerró la puerta en la cara.

Al darse vuelta vio al alfa que le miraba interrogante y entonces fue consciente de que se habían quedado solos en la casa.

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¡Holis! Espero les haya gustado este capitulo, pronto estaré publicando la continuación.
No duden en decirme sus opiniones en los comentarios.
Sin más que decir me despido, besitos. ^^

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░ ࣪ 🌻.ꦿ𝑀𝑎𝑚𝑎́ 𝐿𝑢𝑐𝒉𝑜𝑛𝑎 ⿻ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora