░ ࣪ 🌻.ꦿ𝑀𝑎𝑚𝑎́ 𝐿𝑢𝑐𝒉𝑜𝑛𝑎 ⿻ [EN EDICIÓN]

𝙲𝚊𝚙 ①②

MARATÓN 《1/4》

— ¡PARQUE, PARQUE, PARQUE, PARQUE, PAR...!

— Que sí, Yota, voy a llevarte al parque. — Dijo finalmente la omega cansada de la constante insistencia de su cachorro.

— ¡Yeiii! — Victoreo el infante que enseguida salió corriendo a su habitación para cambiarse de ropa.

Tenía como responsabilidad cuidar del hijo de su vecino pero no veía inconveniente si llevaba a este un rato al parque también. Así que utilizando la llave que Bakugou le dio fue al departamento de al lado para cambiarle de ropa y tomar su cochecito facilitando la tarea de llevarle.

No pasó mucho tiempo antes de que todo estuviese listo, sus hijos mayores como siempre eligieron quedarse solos en casa lo cual se le hizo mucho más cómodo a ella, menos niños para cuidar.

Ambos infantes se veían emocionados con el paseo a diferencia de ella, aunque de igual forma con solo ver a su pequeño jugando con Hikaru a pesar de que este ni siquiera hablaba le llenaba de ternura.

Al llegar a su destino se sentó en uno de los bancos y su hijo de inmediato se fue corriendo hacia los juegos tras encontrarse con un grupo de sus amigos del colegio.

— Bueno, solo estamos tú y yo. — Le dijo al bebé a la par que le tomaba en brazos y este pareció sonreír. — ¿Te gusta estar con la tía Chaco?

Preguntó y con diversión empezó a hacerle cosquillas al niño que rió a carcajadas.

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— Mamá, tengo hambre. — No había pasado ni siquiera media hora desde su llegada al parque cuando escuchó a su hijo pedirle comida.

— Yota, aún es muy temprano para merendar.

— Por favoooooooor...

— Vale, vale — Aceptó decidiendo que lo mejor era evitar tenerle insistiendo durante demasiado tiempo. — Iré a aquel puesto de allá a ver que puedo comprar, quédate aquí y cuida de Hikaru.

El infante asintió obediente y tras ver a su madre marcharse se sentó en el banco para observar al pequeño que dormía en su coche, le parecía muy adorable el verle, pero aburrido.

— ¡Yota vamos! — Uno de sus compañeros le llamó a gritos desde los juegos — ¡Haremos una competencia a ver quien llega más alto en los columpios!

Volvió a mirar una vez más al pequeño dormido y luego a su amigo, si Hikaru estaba dormido no se daría cuenta si se marchaba, tampoco es que un bebé tan pequeño pueda ir solo a alguna parte, además le daba tiempo ir con sus amigos y regresar antes que su madre. Así que no lo pensó mucho más y de inmediato se fue en dirección a los juegos.

Varias personas pasaban por donde el cochecito estaba pero nadie prestaba real atención al pensar que estaba vacío, al menos así fue hasta que Hikaru despertó y al no ver a nadie sus llantos se volvieron tan audibles que muchos fueron de inmediato a ver que pasaba.

— Pobre niño.

— ¿Cómo alguien puede dejar a un bebé así solo?

— ¿No deberíamos llamar a las autoridades?

Muchos de los presentes hablaban pero ninguno se atrevía a hacer realmente nada, solo miraban al pequeño mientras lloraba hasta que con alguien especial encontró su mirada.

Un hombre de cabellera rojiza y ojos esmeraldas se acercó al cochecito y de inmediato supo de quien se trataba, no era la primera vez que se veían pero si la primera que lo hacían de esa forma. De inmediato supieron que había un vínculo entre ambos y por instinto el hombre tomó al pequeño en brazos.