10. No te metas con las perras

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- Hannah Abott, Melody Matthews, Annabeth Cooley y Nayla Scott.- sonó el altavoz- reportarse en dirección porfavor.

Al despertarme esta mañana, creí que iba a ser un día normal. Igual a todos: tener clases, hablar con mis amigos, intercambiar algunas palabras con Aáron, almorzar y volver a casa. Pero me había equivocado, y solo deseaba que no se me hubieran escapado aquellas palabras de la boca, y menos que todo el mundo las hubiese escuchado.

Puedo decir que todo empezó en la segunda hora. Aáron lamentaba su nuevo corte de pelo, y yo no hacía más que reírme.

Flashback

9:30

- No te ves tan mal, por lo menos se pueden ver tus ojos - le corrí el flequillo todavía entre risas.

- No es gracioso.- elevó la comisura de sus labios.

Iba a responderle cuando Hannah apareció de la nada.

- ¡Aáron! Te ves genial.-sacudió su cabellera dándome la espalda- ¿Natalie, cierto?- se giró hacia mí.

- Nayla.- sonreí falsamente.

- ¡Claro!- se giró nuevamente hacia él- Entonces... me preguntaba si tenías planes- ¡Ni lo pienses perra!

- Lo siento, hoy tengo que trabajar.

- ¿Qué tal el jueves?- preguntó impaciente

- Tengo planes con Nayla- me señaló. Por dentro yo bailaba victoriosa.

La perra abrió los ojos de par en par y se marchó con aire de superioridad, aunque supe perfectamente lo humillada que se sentía. Se sentó junto a Anna y le susurró algo al oído. Luego Melody apareció y ambas intercambiaron una sonrisa cómplice.

Cafetería 12:35

- Lo que más amo de los lunes es que nos vamos más temprano- dijo Nicole masticando pizza.

- Eso y la deliciosa pizza que sirven algunas veces- dijo Jeff, que tenía un hilo de queso colgando de la boca.

Ni la deliciosa pizza podía distraerme de la escenita de Hannah, que hablaba animadamente en la mesa de los chicos. Junto a ella estaba sentado Aáron, que parecía no prestar atención a lo que ella decía, si no a sus grandes pechos, que parecían rebotar cada vez que ella reía... ¿¡Mierda Aáron, que haces!? Sentí que me estaba siendo infiel, pero esa idea era ridícula. No éramos novios, y no parecíamos ser exclusivos. Además, solo la estaba mirando, era hombre, no podía evitarlo. ¿Pero enserio tenía que ser Hannah?

- ¿Te encuentars bien Nayla?- Bianca me sacó de mis pensamientos.

- Estoy felíz de no tener que volver a ver a esas perras en todo el día. Dios ¿Vieron a Hannah? No le saca las manos de encima a Aáron. Esa chica parece tener la palabra "Desesperada" escrita en la frente.

Nicole me golpeó con el codo y me hizo un gesto para que cerrara la boca. Entonces me di cuenta de que todos en mi mesa se habían callado, al igual que el resto de la cafetería.

Me di vuelta y noté que todos los ojos estaban posados en mí. Vi como las perras abandonaban su mesa y desaparecían tras la puerta. Y como si la situación pudiese empeorar, la forma desilusionada en la que Aáron me miraba. Hicimos contacto visual, pero rápidamente él apartó la mirada.
Pocos segúndos después (que parecieron siglos), todos hablaban y todo parecía haber vuelto a la normalidad. Solo que no era así, ya que yo era el tema de conversación; yo y mi gran bocota.

- Perdí el apetito.- me levanté dispuesta a salir de la escuela.

- ¿A dónde vas?- preguntó Jeff.

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