Ya era lunes, he ir a clases era inevitable. Llovía pesadamente y a pesar de lo ocurrido en la fiesta, parecía que este sería un buen día.
Vestí mi camisa favorita, que era de terciopleo azul oscuro. Me lo había regalado mi hermana en mi último cumpleaños, al cumplir dieciséis. Me serví un café con leche (más leche que café), y me subí al auto con el termo y un paraguas en la mano. Antes de bajar, papá quizo saber un poco más información sobre lo sucedido el sábado.
- Hija, sabes que no estoy totalmente convencido con tu historia de la pijamada en lo de Nicole.
- ¿Qué esperas que te diga? Depende de ti creerme.- me sentía tan mal por mentirle,pero no tenía muchas opciones. Si se hubieran enterado de que había ido a la fiesta, hubiesen hecho cualquier cosa por descubrir lo que pasó aquel día y moriría deprimida y virgen encerrada en mi casa. No creía poder sobrevivir hasta cumplir los dieciocho.
No esperé ni un segundo más y me bajé del auto. No podía seguir mintiéndole. Me puse mis auriculares, y dejé que sonara "Rehab" de Amy Winehouse. Camino a química, me crucé con Jeff.
-Hola Jeff- él ni pareció registrar mi presencia-¿Qué ocurre? ¿Cómo va con Melody?
-¿Melody, enserio?- frunció el entrecejo.
-Sí, la besaste... en la fiesta
-Ya lo sé, pero qué tiene que ver. - noté enojo en su voz
-¿Qué te pasa? No entiendo, ¿Te hice algo?
-Creo que deberías hablar con Nicole.
-¿Por qué? ¿Se pelearon? ¿Qué tengo yo que ver?
- Todo.
Noté cómo todas las miradas estaban posadas en mí. Nerviosa, tomé mis libros y caminé tan rápido que casi tropecé con medio colegio. Para mi mala suerte, Nicole y yo no compartíamos aquella clase. Así que tendría que esperar hasta el último bloque: Matemática, el cual compartía no solo con ella, sino también con Aáron.
La clase se me hizo muy lenta. Se me hacía imposible concentrarme, ya que no podía parar de pensar en todo lo que había sucedido desde el Sábado. Los azules ojos de Aáron, las miradas de Dylan y Nicole, la aparición de un misterioso hombre de saco esmeralda, el comportamiento de mi hermana, y para completar, la reciente conversación con Jeff.
Mordí la tapita de mi lapicera hasta destruirla por completo, y para mi alivio sonó el timbre. Junté mis cosas y volé a mi casillero para encontrarme con mi amiga, debido a que el suyo se encontraba exactamente a cinco casilleros del mío. Pero cuando llegué, Nicole no se encontraba en ninguna parte.
Las siguientes clases se hicieron muy largas, hasta que por fin llegó la hora de Matemática. Al entrar, Aáron me esperaba junto a mi asiento. Lo saludé con la mano y noté que había dejado un papel en mi banco. Lo desdoblé y leí lo siguiente: Nos vemos a la salida.
Me di vuelta y él me estaba mirando. Asentí levemente. Mi amiga entró junto a la profesora, por lo que no tuvimos oportunidad de hablar. Sólo le dediqué una sonrisa para ver su reacción, que fue una rápida mirada vacía.
Les voy a contar un poco sobre Nicole. Es bastante terca y de carácter fuerte, aunque también es divertida y simpática. Disfruta pintar con acuarelas y trabaja una vez por semana como voluntaria en el refugio de animales. Su cabello es rubio casi blanco, aunque su color original es castaño claro. Colecciona gafas de sol de todo tipo, de mala calidad, de marca, con forma de corazon, redondos, estilo aviador, etc. Su par favorito son unas de ojos de gato gruesas. Eran de su hermana, Lena, que falleció en un accidente de avión dos años atrás.
Nos convertimos mejores amigas en quinto grado. Nuestras hermanas eran amigas, y como mi madre quería que hagamos una salida de hermanas, a Jane se le ocurrió invitar a Lena y le pidió que trajera a Nicole, que tenía mi misma edad. Ya nos conocíamos del colegio pero no hablábamos.
En cambio esa vez fue diferente. Enseguida entablamos una conversasión sobre cosas estúpidas, sobre chicos de diez años, Hannah Montana y tipos de dulces. Nos sentimos cómodas juntas.
Como yo ya me la pasaba tomando fotos, le mostré un par y a ella le encantaron. Desde ahí me apoyo para que siguiera. Les dejaré una fotografía que le tome un tiempo atrás, donde ella sostiene unas bananas, su fruta favorita. Ese día estaban en oferta y ella enloqueció de felicidad. No es una foto muy artística que digamos, pero nos encanta a ambas porque refleja su personalidad estupéndamente.
Empezé a sentirme mareada y pedí permiso para ir al baño. Pero en vez decidí deambular por los pasillos y ponerme a pensar en los posibles factores de su enojo hacía mi. Era muy probable que tuviese que ver con Aáron o con Dylan, o...¡Ya lo tenía! Aguardé cinco minutos hasta que el timbre sonara, indicando la hora del almuerzo.
Fuí a la mesa que compartía con Jeff, Nicky, Connor (muy amigo de Jeff y un poco mio) y Bianca (la novia de Connor). Nicole se veía muy consentrada comiendo un sandwich, lo que no impidió que me aproximara a ella.
- Ya resolví porque estás enojada conmigo ¿Podemos hablar un minuto por favor, a solas?- ella asintió y nos sentamos en una mesa alejada.
- Creo que es porque no te encontré en la fiesta cuando me llamaste, y cuando me viste besando a Aáron creías que no me importaba. Pues la verdad es que te busqué por todas partes y no te encontré.
- Sabes, Ben intentó violarme- suspiró
- ¡¿Qué?! - la mire asombrada- Creí que ustedes ya habían tenido relaciones.
- Sí, pero en la fiesta lo ví con otra chica y rompí con él. Entonces enloqueció y empezó a apretarme fuerte contra la pared. Por suerte, Dylan nos vió y empezó a golpearlo con un reloj.- aquello había sido muy inesperado, no sabía que decirle.
- Oh Nicole, de verdad lo siento- dije apenada.
Ella se paró, decidida en volver a su mesa. Pero en el camino se dio la vuelta y me sonrió.
- Yo... te perdono, es solo que de verdad te necesitaba- dijo con lágrimas en los ojos.
Nos sentamos juntas en la mesa con todos y los tres nos aplaudieron. Todo había vuelto a la normalidad. Bueno, casi todo.
- No puedo creer que besaste a Aáron, ese chico es un encanto. Me tendrías que haber dicho que te gustaba- exclamó Nicole con naturalidad.
- ¿Hablaron luego del beso?- me preguntó Bianca
- Sí, hablamos por teléfono, quedamos en juntarnos a la salida para volver a hablar sobre lo sucedido.- luego giré hacía Nicole - ¿Podemos vernos más tarde? Necesito que hablemos del asunto de Dylan.
- Hoy no puedo, nos invitaron a mamá y a mi a una cena.- hizo un gesto de cansancio- ¿Qué tal mañana?
- Mañana será- tomé la manzana de Jeff y me despedí. Encaminandome hacía la salida, donde me encontraría con Dylan.
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Estaba muy inspirada, así que actualicé tres cápitulos en cinco días y no lo puedo creer. Además tuve fin de semana largo y eso ayudó bastante. No actualizare tanto como en estos últimos días, pero trataré de hacerlo al menos una vez por semana.
No tengan miedo en comentar qué les pareció ni en marcar mis errores. Es muy importante para mi su opinion, para mejorar mi habilidad para escribir.
¡Gracias por leer!
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Haciendo Revolución
Ficção AdolescenteNayla vive perdida dentro de su propia mente. Nunca se sintió comprendida, y mucho menos, especial. Hasta que conoce a Aáron, quien hace que flores crezcan en sus pulmones, las cuales a veces no la dejan respirar. Por otro lado, Valentino vuelve a e...