Phoenix✨ Dracon Y Moon✨

"Rompiendo barreras"

Un aire de tensión palpable llenaba el ambiente, como una manta pesada y sofocante. Dracon y Moon, dos figuras solitarias en medio de un laberinto de hojas, se lanzaban miradas furtivas, cada uno buscando la manera de romper el hielo. Finalmente, Dracon, con su voz grave y segura, tomó la iniciativa.

"Bueno, estoy seguro de que sabes mucho sobre mí, pero yo no sé nada de ti... así que, por favor, empieza", dijo, su mirada fija en Moon.

Moon, con su rostro inexpresivo, tardó un momento antes de responder. "Te equivocas, de hecho, no sé nada sobre ti", dijo con seguridad, su mirada vagando por las paredes de hojas que conformaban el laberinto.

"¿Qué? Eso es imposible, todo Phoenix sabe sobre los Mallory", respondió Dracon, su voz llena de incredulidad.

"Puede que eso sea cierto, pero tú eres Dracon, y yo, por lo menos, no sé nada sobre Dracon", respondió Moon, girándose para mirarlo a los ojos, dejándolo completamente desconcertado.

El rubio frunció el ceño, su rostro mostraba su enfado. "Dracon es solo mi nombre, yo soy un Mallory. Somos la familia con más dinero e influencia en el mundo mágico, dueños del banco más poderoso, ademas de varias tierras", exclamó, su voz llena de orgullo.

Moon levantó las cejas con curiosidad y le preguntó con una voz suave, "¿Solo eres lo que tu familia pretende ser ante los demás?"

Dracon tensó la mandíbula y la fulminó con la mirada, acercándose a ella con un aura sombría para intimidarla. "¿Pero quién crees que eres para decir algo como eso? Apuesto a que tus padres son un par de don nadie", espetó, su voz estaba llena de desdén.

Moon notó que Dracon posiblemente estaba malinterpretando sus palabras, así que rápidamente apartó la mirada, pensando. Luego volvió a mirar al rostro de Dracon, dedicándole una suave sonrisa. "Está bien", dijo calmadamente, acercándose para sostener con suavidad la mano del rubio en un gesto de transmitir calma a través del contacto físico.

"Me presento", dijo con un tono suave; "Yo soy Moon Lovelock. A pesar de vivir desde que nací en el mundo mágico, considero que hay mucho más allá de lo que nosotros vemos o creemos. Incluso lo inimaginable puede volverse realidad. Mis cosas favoritas son: dibujar, leer y descubrir todo sobre criaturas mágicas. Me gustan mucho experimentar con los colores y siempre trato de mantener una actitud abierta. Sin embargo, a veces los pensamientos oscuros invaden mi mente y los Prattles no me dejan pensar, pero eso les pasa a todos, ¿no?" Sonrió suavemente.

"Y ya que estoy hablando, quería decir, no creo ser una acosadora, pero el día en que te dibujé, no pude evitar hacerlo. No puedo ignorar el arte cuando lo veo y tú, Dracon Mallory, te veías como arte ese día", exclamó un poco sonrojada pero con su característica voz cantarina, mientras sus grandes ojos observaban al rubio.

Dracon abrió los ojos de par en par en sorpresa, sus mejillas rápidamente se tornaron en un leve sonrojo ese comentario despierta una mezcla de emociones en él, incluyendo sorpresa y cierta vulnerabilidad. Por inercia, desvió la mirada hacia otro lado y separó su mano de la de Moon. Se preguntó cómo esta chica podía cambiar su temperamento de un momento a otro y se recriminó a sí mismo por permitirlo.

Moon continuó preguntando con una mirada soñadora: "¿Y tú, quién eres, Dracon Mallory?"

Dracon, desviando la mirada, bufó. "Bueno, a diferencia de ti, no todos somos tan claros a la hora de definirnos. Supongo que debo admitir que soy un privilegiado en la sociedad, pero disfruto de pequeñas cosas, como leer y estar solo", continuó con un tono un poco frío.

Moon con una mirada amable asintió "a mi también me gusta leer, tal vez podríamos compartir gustos en este tema"

El rubio hizo una mueca y dijo burlón "no lose, no me gustan los cuentos como Cenicienta, de hecho desde que cumplí los 8 años deje de leer libros de niños"

Moon rio y se sentó en el suelo, dracon miro dudoso pero luego la imitó.

A mí me gustan mucho los cuentos, pero puedo leer cualquier tipo de libro, dijo animadamente la rubia, de hecho... Reviso el bolso color rosa que llevaba y saco un libro que trataba sobre la alquimia, creo que este queda muy bien contigo, lo acabo de comprar pero toma, léelo tu primero, puso el libro en las manos del rubio quien estaba un poco sorprendido dado que estudiar la alquimia era una de sus cosas preferidas, ademas que leer a sido su refugio y compañía en momentos difíciles de su vida,... "Gracias, lo leeré" dijo con un tono bajo mientras observaba el rostro iluminado de moon, sus ojos grises brillaban cada vez que hablaba y mientras revoloteaba en su bolso para sacar otros libros su cabello esponjoso con varios rizos dorados se deslizaban hacia delante. "Mira, puedes tomar esto tambien" extendió la mano para que dracon lo recibiera, este lo hizo y se encontró con una pequeña piedra que a su parecer era similar a un carbon, la miro confundió y antes de que preguntara moon le respondió "Es una Turmalina negra, alejara a los prattlles, y te protejera, cada vez que te sientas mal sostenía por un rato" dracon la miro extrañado y escéptico ante lo que ella decía, ya que para el era un simple silicato, que se consideraba una piedra semipreciosa, sin embargo asintió y guardo la turmalina en un bolsillo que tenía en su abrigo.

El silencio inundó de nuevo el lugar, pero está vez, se sentía diferente, de hecho era cómodo... El rubio rompió el silencio con una voz relajada "debo admitir que tú dibujo, si parecía una obra de arte, y no solo porque yo estaba allí" volteo a mirar a la rubia mientras lo decía.

Una pequeña risa escapó de los labios de Moon, lo que a los ojos de Dracon fue totalmente adorable. "Es en serio, tienes talento", dijo él con una sonrisa genuina, reconociendo la habilidad artística de su compañera.

Moon devolvió la sonrisa. "Es muy amable de tu parte", respondió con gratitud. De repente, como si algo le hubiera venido a la mente, la rubia cambió de tema y se inclinó hacia Dracon con entusiasmo. "Este viernes tuve clases de adivinación y aprendí cómo leer las líneas de la mano, ¿puedo intentarlo contigo?"

Dracon rió ante la actitud de Moon y respondió con una mezcla de escepticismo y curiosidad. "Bueno, yo creo que la adivinación es algo inútil, ni siquiera es exacta, pero... puedes intentarlo", se encogió de hombros, dispuesto a jugar junto a ella. Moon tomó la mano de Dracon suavemente, acariciando su palma con delicadeza haciendo que este se sintiera un poco inquieto.. La rubia empezo a hablar con un toque dramatico, mientras entrecerraba los ojos, dándole un toque de seriedad a su interpretación. "Tendrás algunos momentos difíciles que se interpondrán en lo que eres y en lo que crees que debes ser... Sin embargo, serás muy feliz con la persona que amas. Además, veo un par de pequeños en tu futuro", dijo con una risa pícara.

Dracon rodó los ojos y apartó su mano, un tanto escéptico. "Es una tontería, ¿cómo podrías saber todo eso solo mirando la palma de mi mano?"

"Realmente, inventé la mitad de las cosas. Si no, sería muy aburrido", confesó Moon con una sonrisa traviesa, dejando claro que su interpretación tenía más de diversión que de certeza absoluta.

Ambos rieron y, casi al instante, notaron cómo crecían flores en el camino del laberinto, como si fueran guiados por una magia invisible. Las flores indicaban que tal vez habían encontrado la salida. Moon se levantó entusiasmada y exclamó alegremente: "¡Mira, son flores mágicas! Deberíamos seguirlas".

Dracon levantó las cejas en sorpresa ante la aparición de las flores y se unió a la emoción de Moon. Juntos, persiguieron el camino de flores, dejando atrás la tensión anterior y abrazando la aventura que les esperaba en el laberinto mágico.