EXTRA CLAVADO EN UN BAR

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CRISTOPHER

He perdido la cuenta de cuantos tragos ya he consumido. Me siento como una maldita basura.

Recordar la mirada que me dio Agna hace que me sangre el corazón.

Sus palabras golpean mi cabeza, con cada trago que mi organismo recibe.

¿Cómo diablos pasó esto?

Me odio por ser tan imbécil.

Me odio por lastimarla.

Después de que ver como se iba con Edward, queria ir detrás de ellos, pero Asher me lo impidió.

Dijo que tenia que darle tiempo, pero vamos, eso es lo que menos quiero.

No quiero darle tiempo, quiero estar con ella, Esa enana se ha metido tan debajo de mi piel, que me siento muerto en estos momentos.

No puedo perder.

No quiero perderla.

Ella es mía.

Ella me pertenece y es conmigo con quien debe estar.

Me rebano la cabeza, pensando como llegué a esa maldita habitación, como tenia a Lucia encima de mí.

Me duele la cabeza de tanto pensar, no recuerdo mucho.

Solo sé que dejé a Agna con los chicos y de ahí todo es una jodida laguna en mi cabeza.

-Sírveme otro – Veo como el mesero se mueve y me llena el vaso.

Me lo bebo de un trago, el alcohol quema mi garganta y me hace ahogar las malditas ganas de llorar como una nena que tengo.

No quiero perderla.

No puedo perderla.

Ella puede vivir sin mí, pero yo ya no puedo vivir sin ella.

-¡Ey! Hermano ¿Cuánto has bebido? – La voz de Asher me hace levantar la cabeza.

-¿Cómo está ella?

No me importa como estoy yo, ni cuanto he bebido. Yo valgo mierda sin ella, así que, si muero en estos momentos no importaría.

Total, sin ella, ya estoy muerte.

Ella es mi vida misma.

Asher sacude la cabeza y mi corazón se aplasta.

Es una sensación que no había sentido nunca.

Un dolor que invade todo mi cuerpo. Una tortura que me hace querer morir.

-Solo dale tiempo.

-No quiero tiempo, la quiero a ella.

-¡Cris! No es fácil enterarse la que la persona que tienes a tu lado hizo una maldita apuesta para llevarte a la cama – Lo veo dar un sorbo a su vaso – Lo jodiste y eso no lo puedes negar. Es obvio que se siente traicionada, herida. No seas un hijo de puta egoísta y por primera vez piensa en ella y no en tus necesidades.

-Siempre pienso en ella – Me lamento.

-Está herida. Solo deja que se calme.

-No puedo perderla. Siento que me voy a morir.

-Nadie muere por amor. Si ella no te perdona, puedes encontrar a alguien más.

Sus palabras me molestan.

-No quiero a nadie más – Ladro – La quiero a ella.

-Pues ella no quiere saber nada de ti – La voz de Edward y lo que dice, hace que me paralice.

Me enamoré del chico maloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora