Me enamoré del chico malo

EXTRA SABADO DE PECADO

AGNA

-¿Qué estás haciendo? – La suave voz de Emily no hace más que insistirme.

No sé en que momento todo esto se descontroló. Lo único que recuerdo es que llamé a mis amigos y los invité a tomar unos tragos para poder animar a Asher. Ya que ha estado sumido en un infierno. Desde aquella vez donde me acosté con los tres chicos, no lo volví a ver. Cuando todo terminó, cuando la neblina de lujuria se disipó todos volvimos a nuestras vidas, hicimos como si nada hubiera pasado y nunca tocamos el tema, lo enterramos tan bien y hemos fingido tan bien, que nadie sabe que una noche, dejé que el grupo de chicos más deseados de la universidad me tomaran como su juguete sexual.

-No lo sé – Le respondo a mi mejor amiga.

Y no miento, no sé que estoy haciendo solo me estoy dejando llevar por mis impulsos. Llamé a mi mejor amiga y la invité a que se reuniera con nosotros ya que ha tenido problemas en su casa y deseo que tambien se distraiga un poco, pero apenas llegó y vio a Asher el ambiente se tornó algo pesado, Emily no comparte mucho conmigo cuando estoy con ellos, he intentado por todos los medios que se una a nosotros, pero es imposible. Asi que no le dije que ellos estarían aquí. Si. La engañé, pero no me arrepiento.

Cuando todos llegaron estábamos todos tan disperso y nada estaba saliendo como había planeado, queria que mis amigos se divirtieran, amo a Emily y adoro a Asher, me duele ver por lo que están pasando. Ella con problemas en su familia y él destrozado por una mujer que aun no sé quien es. Lleva un año sumido en fiestas, alcohol y drogas, hemos tenido que ir a rescatarlo varias veces ya que se vive metiendo en problemas, se ha acostado con casi toda la población femenina de la ciudad, busca constantemente problemas, estamos desesperados y no sabemos como ayudarlo. Sé que los chicos saben quién es la mujer que lo tiene viviendo este infierno y me duele que no me lo diga, quiero ayudarlo no me gusta verlo asi.

-No estarás pensando... - Mi mejor amiga tartamudea.

Tomo aire, sí. Si lo estoy pensando, tengo la cabeza embotellada, estoy sumida en una neblina de excitación y neblina que no me deja razonar, quiero hacerlo. Desde que comencé mi relación con Cristopher he podido explorar mi sexualidad a mi antojo. Nunca me cohíbe, no me juzga, le he contado mis sueños, mis deseos mas oscuros y siempre está dispuesto a cumplirlos conmigo, por eso lo amo, sé que aquella vez donde dejó que sus amigos me pusieran las manos encima fue difícil para él, es celoso y posesivo al extremo, pero respetó mi decisión.

Me acerco lentamente a ella, veo el deseo en sus ojos azules, Emily es hermosa, parece una princesa de los cuentos de hadas, con su larga melena cobriza, nariz pequeña, labios gruesos. El pecho le sube y le baja.

-Solo déjate llevar – Le susurro.

No sé que diablos voy a hacer, en algún punto decidí jugar a la botella, era verdad o reto. Cuando era el turno de Emily escogió verdad y Asher le hizo una pregunta un tanto extraña, al parecer todos tenían el contexto menos yo. Mi mejor amiga, se enojó y decidió cambiarlo a reto, y henos aquí, ya que el reto es darme un beso. Nunca he hecho esto con una mujer, sé que me gustan bastante los hombres, pero siempre se puede experimentar.

Puedo sentir la mirada en

de los chicos quemándome la espalda, el corazón me galopea fuerte en el pecho las manos me sudan. Gruñidos se escuchan a lo lejos, pero estoy tan concentra en Emily que mi mente no razona.

La conversación que una noche tuve con Cris viene a mi cabeza.

-Siento que soy rara – Le digo mientras me envuelvo en sus brazos.

-¿Por qué dices eso? – Me da un beso en la coronilla.

-Tengo estos deseos de experimentar cosas que para otras personas no seria nada bien visto – Me acurruco en su pecho.