Las miradas de Isaac y Brooke viajaban de Danny a Erin, y así sucesivamente.
Isaac había dejado abandonar la obra, aún así, Danny insistió tratando de que el pelinegro no la abandonara.
Erin y el rubio se encontraban actuando frente a Isaac cuando Brooke llegó.
Los observó a los tres con las cejas alzadas y se colocó junto a su novio.
─¿Qué hacen?─susurró la pelirroja hacia el chico a su lado.
─Actuar.─susurró este también.
─Oh, no lo había notado.─susurró sarcástica, riendo.
El pelinegro sonrió.
─Todo está en creerle a la otra persona, confiar en lo que dice.─dijo Danny. Viendo a su primo.
─Te juro que creí que se besaría.─habló Isaac. Brooke asintió.
─Estamos actuando. ¿No, Erin?
La rubia asintió sonriendo. Brooke notó que no se veía muy convencida y la miró arqueando una ceja.
La rubia entendió rápidamente esa mirada y desvío sus ojos hacia otra cosa.
─Así que ven. Ahora si, tu puedes.
Dijo Danny, abrazando a Isaac por los hombros, dejando a Erin y Brooke allí.
─Está bien.─respondió el pelinegro.
─¿Te gusta Danny?─exclamó susurrando Brooke.
─No, claro que no, Brooke.─rió Erin. Brooke no le creyó ni una palabra, aún así lo ignoró.
( ... )
BROOKE YA ESTABA LISTA ESPERANDO el momento adecuado para bajar de su habitación.
No era algo habitual vestirse elegante y que todos los Walter la miraran como si fuera otra persona. Le avergonzaba.
─¡Brooke baja ya!─exclamó Will. Diez minutos antes de irse.
Jackie aún no había bajado. Pudo notar eso enseguida al bajar las escaleras y dirigirse a la cocina, viendo a todos menos a Katherine, George, y Jackie.
Cole ni siquiera se encontraba en la casa. Eso desconcertó a Brooke.
Isaac no pudo despegar su mirada de su novia desde el momento en el que la vió entrar con aquel vestido verde oscuro, ajustado por arriba y un poco más suelto abajo. Largo hasta arriba de los tobillos, con una abertura en la pierna, y unos tacones negros.
Su cabello pelirrojo, como un atadecer, estaba semi-recogido con algunos mechones cayendo por delante y el resto de este, alisado, reposando sobre su espalda.
El maquillaje no era algo que usara habitualmente. En cambio esta noche traía demasiado.
Isaac no pudo parar de admirarla. A sus ojos se veía perfecta por donde la miraras.
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SUNSET 𝒇𝒕. isaac garcia
RomancePoco ella sabía, pero desde que había llegado a Colorado tres años atrás, su cabello, teñido de los tonos del atardecer, se había convertido en una de las cosas que él simplemente amaba. Cada vez que el sol se ponía, los rayos dorados se entrelazaba...