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RESUMEN
El hijo de la guerra y el odio, Neo, se pasó la eternidad luchando por los dioses que le dieron la vida. Él era la muerte misma y cualquiera que se interpusiera en su camino era aniquilado... hasta el día en que se opuso a Zeus y fue exiliado.
Ahora un antiguo enemigo ha sido liberado, y nuestros sueños son el campo de batalla en donde se tiene que librar la guerra que se avecina y la única esperanza para la humanidad es precisamente un Dios que ha jurado no volver a cometer el mismo error.
Cómo Dream-Hunter, Mark ha pasado toda su vida protegiendo a los humanos de los depredadores que acechan en nuestro inconsciente. Pero ahora las cosas han cambiado y él sabe que la única posibilidad de sobrevivir es que los Dream-Hunters tengan un nuevo líder. Alguien que los pueda entrenar para que peleen contra sus enemigos y Neo es su única esperanza. Pero Mark es un amargo recuerdo de todo lo que sufrió durante siglos.
El tiempo se agota y si Mark no consigue convencer a Neo, la humanidad será exterminada y el mundo entero dejará de existir.
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PRÓLOGO
Ellos vendrían por él.
Neo se detuvo sobre el punto más alto del Olimpo, contemplando la hermosa puesta de sol. Lazos de cálido color atravesaban el oscurecido cielo, recordándole un brillante ópalo de fuego, destellante y titilante. En ninguna parte era más impresionante que allí y quería observarlo por última vez antes de que se sometiese a su bien merecido castigo.
No podía pedir clemencia. No había necesidad. Conocía mejor que nadie la ira de Zeus.
Durante siglos, él había sido el martillo del dios Olímpico, impartiendo su justicia.
Ahora esa justicia se volvería contra él.
—Huye y huiré contigo.
Bajó la mirada a la pequeña forma de su hermana Nonnie. Donde sus alas eran negras, las de ella eran de un blanco puro. Su rizado pelo negro estaba recogido con una cinta blanca que hacía juego con su vestido. La personificación de la victoria, había sido su cómplice durante toda su vida.
