˗ˏˋ 18 NeoMark ˎˊ˗

Capítulo 04

Esta vez, Neo se encontró a Boom en la sala de guerra y sin señales de Peak. Ataviado con su armadura borgoña, el dios primordial estaba sentado en una silla con las piernas sobre la mesa y los tobillos cruzados. Sus ojos medio abiertos, sus dedos entrelazados mientras sus manos descansaban sobre su estómago.

Si Neo no lo conociera mejor, pensaría que Boom había estado dormitando.

—¿Quieres algo?

Neo se detuvo ante las bruscas palabras. Incluso, aunque Boom no había añadido un insulto al final, fueron dichas con más desprecio del que estaba implícito.

—Peak me dijo que estoy aquí para liderar un ejército. Me gustaría conocer a esos soldados.

Boom le sonrió con satisfacción.

—¿Entiendes lo que te estamos pidiendo que hagas?

—Matar a Zeus y poner de rodillas a los Olímpicos.

El rostro de Boom era impasible y frío.

—¿Crees que puedes hacerlo?

Neo no se dejaría intimidar. Aunque sabía que Boom era el más poderos de los dos, realmente no daba una mierda por él.

—Soy un Titán y luché con Zeus para encerrar a mis hermanos por él. ¿Tú qué crees?

—Creo que si mantienes esas valientes palabras, serás un valioso aliado.

—¿Dudas de mí?

Boom se encogió de hombros antes de bostezar como si le aburriera su conversación con él.

—Yo dudo de todo el mundo. Todavía no he encontrado una persona a la que no pueda corromper y/o poseer. Todo el mundo está en venta. Es sólo cuestión de negociar el precio correcto.

—Entonces probablemente debí haber pedido más.

Boom se rió.

—Sí, deberías haberlo hecho. Esperaba que fueras difícil de convencer, pero no había tenido en cuenta tu inmenso odio por Zeus —tomó una profunda bocanada de aire, saboreándola—. Adoro el aroma del odio y la venganza. Es el más embriagador de los brebajes.

Neo no estuvo de acuerdo.

—Personalmente me siento más inclinado hacia la sangre. No hay mejor aroma en el universo que ese, combinado con el aroma de la aterradora muerte.

Boom jadeó con fuerza como si se emocionara sexualmente por la descripción de Neo.

—Oh, yo te gustaría. Los verdaderos espíritus afines son difíciles de encontrar.

—Olvidas quién y qué me dio la vida.

Boom asintió mientras hacía girar los pulgares.

—Lástima de aquellos que nacieron en el lado de la luz. Ellos no entienden cuán seductora es la crueldad. La melodía hecha de gritos y ruegos de piedad. Mmm. Nada mejor.

Neo juraría que podía sentir la hoja temblando a su lado, pero si era en aprobación o miedo, no podía asegurarlo.

—¡Asmodeus! —gritó Boom repentinamente—. Muéstrate.

Una nube oscura se formó al lado de Boom. Esta se solidificó lentamente hasta convertirse en un ser que le recordaba a Neo a un elfo alto. Sus agudas facciones se inclinaban hacia la belleza, con todo, sus oscuros ojos grises no mostraban otra cosa que crueldad. Vestido todo de negro, el demonio parecía siniestro y sin emociones.

—¿Me llamaste Maestro?

Boom le dedicó una fría mirada.

—Nunca te llamaría amo, babosa —alzó la barbilla para señalar a Neo—. Es nuestro nuevo aliado. Quiero que le muestres a Zeth y al resto de los perros Olímpicos que luchan para nosotros.