˗ˏˋ 18 NeoMark ˎˊ˗

Capítulo 01

Nueva Orleáns, 2009.
6000 años después antes... Difíciles (Pon o quita algunos siglos).

Mark se detuvo para conseguir orientarse, miró alrededor de los viejos edificios con balcones de hierro o enrejados de madera profusamente trabajados, muchos de los cuales tenían tejadillos sobre las ventanas. Qué ciudad tan extraña... pero claro, no solía estar en el reino mortal, salvo a través de los sueños humanos. El mundo real de los humanos parecía totalmente diferente.

Este lugar sumamente ruidoso y brillante lo desconcertaba. Por no mencionar el horrible olor de algo que pensaba podría ser algún tipo de estiércol...

Dio un brinco cuando un sonido fuerte y disonante lo asustó, mientras un coche pasaba a toda velocidad.

Xia En lo agarró del brazo y con un tirón lo colocó junto a él sobre la desigual acera.

—Ten cuidado. Si te golpea un coche, te hará daño.

—Lo siento. No estaba prestando atención.

Xia En asintió antes de mirar a lo largo de la calle, donde varios coches estaban aparcados delante de una fila de edificios que estaban muy próximos entre sí, Mark se preguntaba si no compartirían una pared.

—El taller debe ser aquél de allá.

Miró hacia donde estaba apuntando. Landry's Garage, Detalles y Reparaciones.

—¿Estás seguro de que él está allí? —Xia En la dedicó una mirada burlona.

—Su presencia no es lo que está en duda, es el cómo nos recibirá. Tendremos suerte si no nos destripa más rápido que Boom.

Se quitó con la mano un poco de sudor de la frente. Pero fue reemplazado rápidamente por más. Nunca había estado en un lugar tan caliente en su vida. Pobre Xia En, llevaba toda la ropa negra, no es que fuera apropiadamente vestido tampoco. Se veía tan sofocado por el calor como se sentía Mark. Siempre le había considerado como uno de los dioses más atractivos con su excepcional pelo negro y rasgos marcados.

Alto y ágil, se movía rápida y fluidamente. Algo que aterrorizaba a sus enemigos y lo hacía terrible en la lucha. Su trabajo era inspirar temor, y hubo un tiempo en el que él y su hermano gemelo, Xia De, habían causado estragos en los antiguos campos de batalla. En siglos más recientes, se habían convertido en guerreros para las Furias, castigando a quien contrariaba a los dioses.

Hasta hacía dos días, cuando todo había cambiado...

Tembló con el recuerdo. Incluso aunque no debería sentir nada, su estómago todavía se anudaba por el horror que había presenciado. Todavía intentaban juntar las piezas de su mundo después del perverso ataque de Boom.

—¿Nuevamente, cómo hemos sido escogidos para esto? —preguntó Mark.

—No estábamos allí cuando Zeus lo desterró y, por lo tanto, no debería odiarnos tanto como odia a los demás dioses —resopló burlonamente—. Lo más importante, es que formamos parte de los pocos que no han sido ni encarcelados, ni muertos.

Eso era tan reconfortante... No, en absoluto.

Y no significaba que Neo les escuchara, o que le importara realmente ayudarles.

—¿Crees que tendremos una oportunidad?

—Como un bloque de hielo en el ecuador. Pero Neo saca sus poderes de la misma Fuente Primigenia de la que nació Boom. Sin él en nuestro equipo, estamos completamente jodidos.

Todavía no estaba seguro acerca de todo esto. Zeus les había enviado aquí para rogar un favor a un antiguo dios que probablemente les destriparía en cuanto aparecieran. Nunca había conocido a Neo, pero su desagradable reputación era legendaria.