Warrior Nun: Las secuelas

Capitulo 36

Ava todavía no sabía si Sharon realmente estaba de acuerdo y estaba lista para cualquier cosa que le pudieran pedir. Durante todo el viaje hasta su hermano, se devanó los sesos pensando si deberían siquiera ponerle a alguien la carga de ser parte del equipo. Aunque ninguno de ellos estaba sentado en Afganistán o en trincheras, todavía era una guerra lo que estaban librando. Mucho antes de que todo el mundo lo tuviera claro. Ya se habían producido muchas muertes y las vidas fueron tomadas en vano. Cada vez que Ava intentaba contar el número exacto, no podía. Había demasiados. Por eso lo último que quería era hacer el número más grande de lo que ya era. Pero ¿cómo podría proteger a las personas que le importaban cuando las arrastró a esta guerra? Una pregunta cuya respuesta fue difícil de encontrar y que aún le ocupará mucho tiempo y pensamientos.

"¿Qué estás pensando?" Preguntó Beatrice, mirando a la calle.

"La pregunta debería ser más bien en qué no pienso. En este momento hay tantos factores que tengo que considerar y tener en cuenta que poco a poco siento que estoy perdiendo el control".Ava volvió la cabeza expectante y esperó una reacción. Pero Bea sólo miraba la carretera y cómo los haces de los faros iluminaban su camino.

"¿Sabes lo que me gusta de esta respuesta?"

"No", respondió Ava.

"Fue honesto", dijo Beatrice, asintiendo levemente con la cabeza. "Soy consciente de las consecuencias que tendrá para usted si dice demasiado. Todos lo hemos visto y no quiero tener que volver a hacerlo. Pero siempre duele. Por eso me alegro aún más cuando "De verdad, honestamente y sin pensarlo mucho, dime cómo te sientes o qué piensas".

"Bueno", comenzó Ava intencionalmente en un tono algo seductor. "Siempre tengo un presentimiento. No importa a dónde vaya. Pero es peor en tu presencia".

"Lo peor", repitió Beatrice.

El peor. Intenso. Más fuerte. A Ava no le importaba qué palabra usara para indicar cuánto mayor era su amor por Beatrice cuando ella estaba cerca.Como de la nada, Bea atropelló con brusquedad un bache que sacudió todo el coche y a sus ocupantes.

"Demasiado el tema, conduces mejor".

"Disculpe."

"¿Bea? ¿Dónde estamos de todos modos?"

Recién ahora Ave se había dado cuenta de que el paisaje no se veía igual que hace algún tiempo. Intentó con todas sus fuerzas recordar todo lo que había pasado corriendo por la ventana durante la última hora, pero no pudo.

"Suroeste de Francia".

"Bea, ya has recorrido toda la ruta sin descanso. Deberíamos esperar".

Dicha "ruta" se extendía desde Milán hasta aquí. Fueron cientos de kilómetros. Beatrice debía estar agotada y ya no podía concentrarse.

"No puedes hacer eso".

"¿Que porque no?"