Warrior Nun: Las secuelas

Capítulo 14

Ava estaba más que sorprendida. Realmente no había esperado la franqueza y apertura de Beatrice sobre este tema. Había esperado tanto tiempo, a menudo lo deseaba e imaginaba a Bea diciéndole que correspondiera a sus sentimientos. Aún así, no fue tan fácil. Nunca podrían estar completamente juntos. Su misión le exigiría todo y la pondría en peligro, en el que no quería ver a Beatriz de ninguna manera. Si alguien descubriera cuánto significaba Bea para ella y lo que haría por su amor, sería alimento para futuros enemigos. También había una razón por la cual una relación con Beatrice terminaría tan rápido como comenzaría. Antes de que Ava pudiera decir algo, Beatrice la interrumpió.

"Bea yo ..." 

"Por favor, no digas nada. No lo rompas de nuevo".

Incluso si quisiera, Ava no podría decir nada porque Lilith irrumpió. Como si fueran alcanzados por un rayo, se separaron y toda la atmósfera familiar desapareció.

"¡¿No puedes golpearlo maldita sea?!"

Bien. Con eso, toda la atmósfera íntima había desaparecido. Beatrice no parecía pensarlo tan mal y comenzó a reír.

"¡Presta atención a tu elección de palabras! Beatrice, deberías venir. Tenemos que tomar una decisión".

Tan sombríamente como irrumpió, se fue de nuevo. No fue una sorpresa que quisieran consultar. Ni siquiera veinticuatro horas supieron de su regreso. Por supuesto, no solo dirían sí y amén a todo y harían lo que Ava quería. Sin dejar pasar mucho tiempo, Beatrice se levantó y se estiró. Un poco más lejos y Ava estaba segura de que Bea se arrancaría todos los ligamentos.

"Bea. Esta conversación no ha terminado para mí".

"Pero para mí, sí. Por ahora".

Ava suspiró. Le hubiera encantado hablar más de ello, pero Beatrice tenía razón, no era el momento adecuado. Cuando también quiso levantarse, vaciló un poco.

"¡Ten cuidado!"

Beatrice estaba inmediatamente en el lugar y la sostuvo por la parte superior del brazo. Para que no se cayera, Bea la acercó a ella. Sus rostros estaban tan increíblemente cerca. Ava solo tendría que inclinarse un poco hacia adelante y podría cubrir esos labios increíblemente hermosos con los suyos. Ambos no se atrevieron a respirar. Cada punto en el cuerpo de Ava hormigueaba donde tocaba a Bea e incluso a través de las capas de ropa podía sentir el calor. Beatrice parecía sentir lo mismo. Una y otra vez sus ojos vagaban de Avas a sus labios y viceversa. Podrían haberse quedado durante horas, pero habría sido cuestionable si Ava podría contenerse demasiado tiempo.

"Nosotros ... Deberíamos... Deberíamos irnos".

El tartamudeo de Beatrice le puso la piel de gallina a Ava. Tuvo que recuperarse.

"Sí. Sí, creo que sí".

Bea se separó primero y corrió hacia los demás sin dudarlo. Ava misma se detuvo por otro minuto y se dio una bofetada en la cara en su mente.

También llegaron los demás, todos ya estaban sentados en las mesas juntas. La conversación en curso se quedó en silencio cuando vieron a Ava. 

"Está bien, no te estoy escuchando a escondidas. Relájate de nuevo".

La Madre Superiora tardó un momento en hablar y romper el incómodo silencio.

"Ava, creo que deberías sentarte con nosotros. Todavía hay algunas inconsistencias que debería explicarnos con más detalle". 

Como se le pidió, Ava se sentó en el único asiento libre entre Lilith y Yasmine. Cronológicamente, ella contó todo y, sin embargo, omitió deliberadamente algunos detalles.

"Si queremos lograr eso, ¿cómo imaginaste nuestra ayuda?", preguntó Lilith.

"Tengo que empezar en el Vaticano. No es solo el edificio el que se está reconstruyendo y esta es mi oportunidad. Soy el único que puede transmitir todo de manera creíble después de que la mierda le quitó a Adriel. Pero no puedo entrar allí solo. Este es el primer punto. La segunda es la mediación entre la Iglesia y el mundo entero. Todo está al revés y eso tiene consecuencias".

"¿Qué quieres decir exactamente con transmitir?" Beatrice estaba irritada de nuevo.

"Para decirlo sin rodeos: seré el nuevo rostro de la Iglesia o más o menos un seguidor de Jesús. Esto significa que no debes mostrar tu conexión conmigo tan abiertamente. Toda responsabilidad es mía, no tuya". 

"Somos un equipo, por lo que la responsabilidad está distribuida". Camila miró resueltamente a la ronda.

"Todos tenemos que prepararnos para esto. Este lugar es ideal para eso. Suficiente espacio y posibilidades. Pero necesitaremos tiempo". 

"Lenta Lilith. Pero tienes razón. Haremos planes y nos prepararemos para todo lo imaginable. Yasmine y Camila, ustedes se encargan de la organización. Lilith y Beatrice, ustedes dos van a entrenar. ¿Ava? ¿Qué hay de ti?"

La Madre Superiora y los demás la miraron expectantes. "Me estoy preparando para mi parte".

"Si nos quedamos aquí por un tiempo, ¿podemos hacerlo un poco más cómodo? ¿Angustia? Está bien".

La propuesta de Yasmime no fue mala en absoluto. Todos tenían que ser capaces de sentirse cómodos para poder desempeñarse bien. No pasó mucho tiempo y se escribió la lista de recados, se elaboraron planes para la perfección de su ubicación y se aclaró la asignación de habitaciones.  Por mucho que Ava estuviera feliz de pasar las noches con Beatrice nuevamente, ciertamente sería difícil ocultarle algunas cosas. Afortunadamente, tus sentimientos ya no son así. Después de una breve merienda, todos se dedicaron a sus tareas y buscaron el lugar más adecuado. Beatrice y Lilith pelearon en el pasillo. Yasmine, Camila y la Madre Superiora se encargaron de todos los asuntos organizativos y técnicos. Ava misma estaba parada en el techo del edificio, trabajando en sus habilidades con el halo. Los primeros pasos fueron mostrados. Tenía que convencer a todos de que realmente era una elegida. Volar, la invisibilidad y los impulsos energéticos específicos estaban en su chándal. Entre los tragaluces, Ava corre por el techo. La sensación de ardor en sus pulmones y la disminución de la fuerza en sus piernas eran todas cosas que se había perdido en algún tiempo al otro lado. El viento fresco que agitaba su cabello. El sol que había estado ardiendo todo el día. Todo lo que no existía allí e hizo que la vida aquí fuera tan especial. Con un golpe se empujó desde el techo y poco después flotó a unos cincuenta metros sobre el suelo. Por un breve momento pudo olvidarse de todo y disfrutar de la hermosa vista de los jardines. Ava absorbe la calma con cada fibra de tu cuerpo. Exhausta y agotada, Ava apoyó su frente contra las baldosas frías y dejó que el agua helada lloviera por su cuerpo. No era lo ideal, pero era lo mejor que había tenido desde su regreso. Ava nunca antes se había duchado en una ducha grande en un gimnasio, pero no pensó que fuera malo en absoluto. Olvidadiza como era, Ava se había olvidado de llevar su ropa fresca con ella y tuvo que caminar a su habitación en ropa interior. Todavía tarareando felizmente la melodía de una canción de la que no sabía ni la letra ni el título. Los demás habían venido y la habían ayudado. Beatrice sintió lo mismo que ella e incluso compartió la cama con ella. Por el momento, nada podía destruir su buen humor. Todavía perdida en sus pensamientos en Bea, Ava se puso los pantalones y no notó que nadie entraba en la habitación. 

"¡Ava!"

Sorprendida, se dio la vuelta y miró a los ojos bien abiertos de su compañera de cuarto.