Tinta y pergamino / leyendo

lectura del primer capítulo

Eliza Potter fue abandonada en un orfanato por los Dursely, por lo que 11 años después se niega a ser la chica dorada que todos quieren. Eliza Potter es más una fuerza de la naturaleza que una niña y se niega a dejar que nada se interponga en su camino hacia la grandeza, y eso incluye a los viejos directores entrometidos.

regular es la negrita de las reacciones
es el libro

Chapter Text

"Tinta y pergamino | Sangre y hueso, capítulo uno". McGonagall lee en voz alta

Eliza fue despertada de su aturdimiento somnoliento por un golpe en la puerta de su armario...

"¿QUÉ?!" Muchas voces gritaron, siendo las principales los Merodeadores y Lily Evans. El resto de la escuela se había quedado en silencio.

El chillido de su tía Petunia la despertó más rápido que cualquier despertador. No es que tuviera despertador, no es que tuviera mucho de nada. La tía Petunia le había dicho que los monstruos como ella ya tenían más de lo que merecían solo por vivir. Eliza había aprendido a no discutir con eso, incluso si no estaba de acuerdo con eso".

Lily se volvió hacia su hija con el rostro en blanco y le preguntó con una voz inquietantemente tranquila: "¿Mi hermana te mantuvo encerrada en un armario?" Eliza se volvió hacia ella y asintió. Lily se limitó a tararear y a mirar al suelo, probablemente pensando en diferentes formas de asesinar a su hermana.

"Había aprendido muchas cosas en su tiempo en los Dursley, incluso si solo tenía 6 años. Había aprendido a cocinar y a limpiar y que no debía hacer preguntas y que los freaks como ella no valían nada".

"¡ELIZA NO ES UN BICHO RARO!" Muchos de sus amigos gritaron. Tom murmuraba en voz baja diferentes maldiciones y hechizos oscuros mientras su ojo izquierdo desarrollaba un tic -la única señal de que estaba enfadado en su rostro habitualmente estoico-.

—¿Te hicieron cocinar? James le preguntó mientras pensaba distraídamente en las formas en que podría pedirle a su abuela Dorea un libro sobre las maldiciones de tortura de la familia Black. Eliza asintió una vez más sin decir nada. Los Sangre Pura estaban horrorizados de que la Heredera Potter fuera tratada como una elfa doméstica, los mestizos se sorprendieron de que su propia familia hiciera eso, mientras que los hijos de muggles estaban pensando en cómo podrían haber sido ellos, en su situación si sus padres no hubieran estado muy contentos con el hecho de que su hijo fuera un brujo/mago.

"Había aprendido su nombre, Eliza (nunca se había aprendido el último, aunque se había acostumbrado a llamarse Astra por las «estrellas» latinas, ya que le gustaban terriblemente)...

Todos los negros parecían orgullosos de esto, incluso Sirio y Andrómeda. Después de todo, puedes sacar a la persona de la Familia Negra, pero la Familia Negra siempre estará dentro de ti.

Y que sus verdaderos padres no servían para nada, borrachos que la habían dejado en el infierno que era el número cuatro de Privet Drive.

El Gran Salón estaba en completo silencio. Todo el mundo se sorprendió de lo cruda que Petunia había descrito a su hermana y a su cuñado. "¡LILY Y JAMES NO SIRVEN PARA NADA, BORRACHOS!" —gritó Sirius, indignado—.

Y aunque no estaba de acuerdo cuando los Dursley la llamaron bicho raro, sí sabía una cosa. Ella era diferente. Y después de tropezar con una colección de libros viejos que Dudley había tirado un día, El león, la bruja y el armario, había calificado de magia lo que podía hacer.

"¡SÍ! ¡MAGIA!" Todo el cuerpo estudiantil gritó, excluyendo a los Slytherin. Tenían más decoro que eso y sus lecciones de etiqueta de sangre pura inculcadas en sus cabezas nunca permitirían que eso sucediera.