No pudo hacer nada por evitar su caída. Le vio levantarse y caminar tambaleándose, pero solo llegó a dar dos pasos antes de que cayera al suelo desvanecido, mientras que él ahogaba un grito y se levantaba corriendo.
—¡Bill!—llamó David girándolo con cuidado.
Se arrodilló en el suelo y cogió en sus brazos el inconsciente cuerpo del cantante. Con una mano le retiró el pelo que le cubría la cara, mostrándole lo pálido que se había quedado y una nueva herida que tenía en su sien derecha.
—¿Qué ha pasado?—preguntó Georg arrodillándose a su lado.
Cuando David le pidió que le dejara hablar a solas con el cantante, subió las escaleras, pero la curiosidad pudo con él y sentado en el quinto escalón escuchaba a escondidas la privada conversación. Cuando escuchó el ruido de un cuerpo al caer, se levantó en el momento y corrió a ver que pasaba.
David frunció el ceño mientras daba suaves palmaditas en las pálidas mejillas del cantante mientras que Georg le cogía la muñeca con suavidad y le comprobaba el pulso.
—Es fuerte—anunció aliviado.
—¡Ya despierta!—casi gritó David.
Sintiendo como le palmeaban las mejillas, Bill frunció el ceño y lentamente fue abriendo los ojos hasta que su borrosa vista se volvió más clara y la enfocó en la persona en cuyos brazos descansaba.
—¿Qué...?—preguntó con voz ronca.
—Te has desmayado, respira hondo y no te alarmes—pidió David tratando de tranquilizarle.
No entendía de qué le hablaba, pero le obedeció. Cogió aire profundamente pensando en el motivo de su desmayo. No lograba recordar nada, ni siquiera como había regresado al autobús. Estaba muy confuso, su cerebro trabajaba muy deprisa en busca de los recuerdos perdidos.
Con sus ojos recorrió el autobús, buscando algo que le hiciera ver la luz. Miró fijamente la mesa que había a su izquierda, viendo sobre ella el portátil, recordando por fin el porqué de su estado.
Arrugó la frente y de sus labios entre abiertos se escapó un débil sollozo.
—La foto... ¿quién pudo...?—preguntó en un susurro.
No terminó la frase, un nuevo sollozo se lo impidió. ¿Por qué preguntaba algo cuya respuesta ya sabía? Fue su propio hermano, él se la tomó y también la publicó, aparte de hacerle Dios sabía que...
—No pienses en eso ahora, o te pondrás peor—dijo David tratando de calmarle.
—Yo no fui—susurró Bill recordando de golpe la discusión que mantuvieron.
—Lo sé, te creo. Ayúdame a levantarle—le pidió David a Georg.
Poniendo los brazos bajo sus hombros, el cantante fue levantado con suavidad y puesto en pie mientras le sujetaban por la cintura por si volviera a caer.
—¿Cómo te sientes?—preguntó David muy preocupado.
—Un poco mareado, y con la cabeza a punto de estallar—explicó Bill llevándose una mano a la frente.
Sintió una punzada de dolor y retira la mano, acercando los dedos a sus ojos y viendo sangre en ellos.
—Es un corte muy pequeño—aseguró David—Te lo has hecho al caer.
—Es mejor que se acueste—dijo Georg sintiendo que estaba a punto de caer de nuevo.
David asintió y entre los dos le llevaron en volandas hacia las escaleras.
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Porque eres mío
RomantikUna foto publicada en Internet hace correr ríos de tinta, el cantante de un famoso grupo aparece desnudo. ¿Quién podría haber sido tan cruel para publicarla? Tal vez alguien despechado porque el cantante no le hacia todo el caso que deseaba, porque...