m a i z o n o - s a n

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El chico de hebras castañas estaba haciendo algo inusual aquel dia.. Estaba espiando a las chicas?
No exactamente.. o eso se quería hacer creer.
El joven de cabellos alborotados se encontraba detrás de una de las columnas de las instalaciones de la academia, mientras su mirada se fijaba en una de las chicas sentadas en la fuente con las demás.
Sayaka Maizono, era la mejor amiga de aquel jóven, pero actualmente se veía en un aprieto. El chico había generado ciertos sentimientos por aquella chica hace tiempo y no exactamente de manera amistosa.
El chico se animaba mentalmente para entregarle aquel objeto que tenía detras de su espalda. Pasaron unos minutos y vio como su oportunidad se fue al ver cómo las demás chicas se levantaban junto con la chica de cabellos azules para retirarse del lugar.
El simplemente soltó un suspiro pesado mientras su mirada se movía con el andar de su amiga.

...

- Deberías considerarte menos despistado, ¿no lo crees?

- ¡Kirigiri-San! Hace cuánto tiempo estás acá?! - Dijo el chico alterado, mientras llevaba su mano a su pecho por aquel susto que le había metido su compañera-

- No mucho, pero si lo suficiente para entender lo que sucede.

- Y-Yo.. ¡Por favor no le digas a nadie! - Dijo el chico mientras juntaba sus palmas en forma de súplica-

- No te preocupes Naegi, no tengo razones para hacer tal cosa. - Dijo mientras ponía su mano en señal de que parará-

Por un lado Kirigiri se sentía algo ofendida de que el joven la viera capaz de contarles a todos de sus sentimientos por aquella joven de cabellos marinos. Aún que ahora que lo piensa.. Aquella chica de la estación no era acaso su novia?

Silencio hubo por unos segundos.

- Qué creés que debería de hacer Kirigiri-San?

- Confesarle tus sentimientos - Dijo sin rodeos mientras se cruzaba de brazos pese a que su comentario era más que obvio -

- Si, pero.. Que debo de hacer para empezar esa conversación? - pregunto de manera nerviosa mientras dejaba ver en sus manos aquella caja de chocolates- Le quería regalar sus chocolates favoritos pero, no me vi capaz.. - Ahora con un tono más que desanimado y un semblante algo cansado-

Kirigiri solo guardo silencio, pese a todo ella no tenía mucha experiencia en este tipo de cosas. Nunca se le hicieron relevantes o que fueran de su interés, ahora que lo piensa. ¿Por qué estaba haciendo todo esto? ¿Qué relevancia tenía o por qué por primera vez se ha vuelto envuelta a aconsejar en este tipo de situaciones?
Estos se miraron por unos segundos en silencio mientras la chica pensaba.

- Naegi, Tu me gustas. - Dijo con su semblante de siempre-

- ¡¿Q-Q-QUÉ?! - Grito, mientras sentía como su cara empezaba a ponerse completamente roja-

- Vez, es simple, solo tienes que tener un poco más de confianza contigo mismo y ya. - dijo de manera calmada, dándole así un poco de seguridad a Naegi-
Bien, ahora yo me haré pasar por ella.

- B-Bien.. - Tomo una pausa para suspirar y exhalar - T-Tu.. T-TU ME GUS-

- Tienes que decir el nombre Naegi.. - dijo Interrumpiendo lo mientras ponia sus manos en señal de que parará de nuevo-

- O-Ok... K-Kirigiri T-Tu.. ME GUST-

- No Naegi, No. El nombre de la chica.. - Volvió a interrumpir al chico a la par que sentía como su paciencia se veía probada, mientras evitaba no llevar su mano a su frente. -

- Oh sisi! Lo siento Kirigiri-San.. B-Bien!.. M-Maizono-san.. T-Tu.. M-Me gust-

- Naegi, trata de calmarte, estás completamente rojo. tienes que mostrarte seguro. - Ya interrumpiendo por tercera vez, el chico solo suspiro pesadamente-

- Encerio me veo tan nervioso?..

- Eres como un Libro Abierto Naegi-Kun.. Tus pensamientos se ven a través de tus expresiones.

- Ya veo.. - Dijo sin más - creo que solo tendré que contenerme..

- Creo que será difícil..

- Hey.. Ya.. - Dijo algo cansado el chico, mientras la joven solo soltaba una pequeña risa ante la reacción del chico-

- Bien.. Te deseo suerte ocultando tus páginas, libro abierto. - Soltó mientras se iba alejando dejando a un Naegi avergonzado-

Ay estos dos..

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