e n c e r r a d o s

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Era tarde, el chico de ojos verdes había decidido salir afuera a tomar un poco de aire.
Aquel espacio en ese momento era habitado solo por aquel ser y su pequeña ahoge.
Mientras estaba en las puertas del gran edificio donde se encontraban sus habitaciones, su única compañía eran los pequeños escalofríos y el cielo nocturno, los grillos sonando y los árboles generando el ruido al mover sus hojas al compás de la brisa.

Todo era normal, bastante tranquilo, mientras a lo lejos salia una chica de cabellera azabache de la residencia femenina, lo cual fue claramente visible para El.

- ¿Mukuro?, ¿Qué estará haciendo a estás horas afuera? - se pregunto a si mismo mientras su mirada se movía a la par a dónde se dirigía -

Naegi pensó por unos segundos si en ir a saludar a la chica pero luego dejo pasarlo. No quería verse como alguien metido o molesto.

Pero mientras su campo visual desde aquel punto se empezaba a hacerse más difícil para visualizar a aquella chica alcanzó a visualizar como está era jalada del brazo, metiendo la así a uno de los salones vacíos que se encontraban en la entrada de una de las edificaciones de aquel lugar.
Naegi sorprendido por tal acción desprevenida decidió ir a ver que todo estuviera bien.

En este punto se le podría considerar una persona algo chismoso, pero, Eran la 1 de la AM, ¿qué tal si le pasaba algo?

Mientras Naegi se acercaba a la puerta entre abierta de aquel salón Oscuro y apagado. Movió con un pequeño empujón el pedazo de madera mientras asomaba su cabeza por aquel salón, aquella acción hizo que sonara un chillido por parte de la puerta .
Mientras su cuerpo se asomaba en la puerta sintió como su brazo era jalado y arrastrado hacia la parte trasera de un escritorio.

- Kirigi-!

Fue interrumpiendo por la mano enguantada de la joven detective que tapaba su boca, mientras al mismo tiempo fruncía sus cejas y levantaba su dedo a la altura de su boca en señal de que hiciera silencio.

- Oíste eso? - Dijo poniéndose en alerta -

- Si,Si. Y por culpa tuya y tu descuidó ahora andan de nuevo detrás de nosotras - Dijo la menor de ellas mientras empujaba de manera brusca a su contraria- Pero en Fin.. ¿Esto se siente desesperante no..? -esto lo Dijo de manera.. Muy, muy.. emocionada?-

- J-Junko..

- ¡¡Shh!! Los cerdos no hablan. - Interrumpió de golpe mientras se cruzaba de brazos- Bien.. Creo que es hora de irnos a Dormir! - Mencionó mientras una pequeña lágrima caía de su ojo y soltaba un gran bostezo, claramente su tono de voz delataba su actuación al decirlo lo sin mucho interés- Después de todo no queremos que la desesperacion vaya como está.. - lo último lo dijo en un susurro con una pequeña sonrisa mientras jalaba a la mayor que simplemente se limitaba a contener el hablar-

Al ver cómo las siluetas se iban, mientras cerraban la única puerta de aquel lugar la joven detective asomo sus ojos por encima de aquel escritorio, asegurándose así de que no hubiera señales de alguien más, aparte de ellos dos.

Todo este tiempo había tenido su mano en la boca de su compañero mientras esté solo la miraba con la única iluminación que había en una de las ventanas de aquel lugar.

- Bien, ¿Naegi me puedes explicar que estás haciendo acá? - Mientras quitaba la mano de su boca, su mirada se veía algo enojada pese a contener su mismo semblante serio. Su tono de voz se escuchaba algo más molesto, esto solo hizo que Naegi tragara saliva-

- Y-Yo.. Bueno Simplemente salí a tomar aire y mire a Mukuro a lo lejos, y me dije a mi mismo. "Oh ahí está Mukuro, ¿P-Por qué no voy y la saludo, después de todo es mi amiga, y-"

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