Entre copas y consecuencias.

Capitulo nueve.

Narración de Lena:

Kara no respondió a mi pregunta, pero me pidió que la acompañara a su hogar y, sin más opciones, accedí. Al llegar, noté que ella no era una joven sin recursos. El área era buena y un departamento en ese lugar tenía un costo lo suficientemente alto como para considerarlo de clase alta. Al entrar al edificio, la acompañé hasta su departamento y, una vez adentro, noté que era un lugar agradable. No era lujoso como mi antiguo hogar, pero definitivamente mejor que mi situación actual. Por eso me sentí apenada, le había ofrecido menos de lo que ella estaba acostumbrada. Sin embargo, parecía no importarle. Visiblemente cansada, se sentó en el sofá mientras yo preparaba dos sándwiches para ambas. Una vez sentada a su lado, ella me habló del lugar. Su hermana se lo había comprado para que estuviera lo más cómoda posible. Aclaró que no era rica, pero estaba en una posición privilegiada gracias a la ayuda económica de sus padres desde que ella llegó a sus vidas. No tenía que preocuparse rápidamente por sus deudas, ya que el dinero en sus cuentas podría cubrirlas, al menos, por diez años. Le pregunté si deseaba que me quedara allí, y ella asintió como esperaba, pero agregó algo más.

Kara: Si vienes aquí, no tengo ningún problema. - Por alguna razón extraña, este gesto me hizo llorar. Casi le había arrebatado la vida y ella estaba dispuesta a ofrecerme su hogar y comodidades más agradables... incluso cuando yo sentía que no las merecía.

Lena: - Ella limpió mis lágrimas mientras tomaba mis manos entre las suyas. - Me gustaría.

Kara: Entonces así será. Bienvenida a tu nuevo hogar.

Irlanda.

La familia Luthor estaba dividida en cuanto a cómo tratar a Lena. Por un lado, Lionel se mantenía firme en su postura de no perdonarla y no quería tener nada que ver con ella. Por otro lado, Lillian y su hijo, Lex, tenían un enfoque diferente. Ellos deseaban simplemente buscar a Lena y brindarle ayuda en lugar de castigarla. Veían más allá de sus errores y querían darle una oportunidad para enmendar su camino. Esta diferencia de opiniones y sentimientos creaba tensiones dentro de la familia y, a su vez, complicaba aún más la situación de Lena.

La postura inflexible de Lionel hacia Lena había llevado a una situación extrema dentro de la familia Luthor. Para reforzar su posición y hacer valer su autoridad, Lionel estableció un ultimátum entre su esposa, Lillian, y su hijo, Lex. Fue claro en su mensaje: si alguno de ellos decidía ayudar a Lena después de sus actos, él tomaría las medidas necesarias para también expulsarlos de su vida.

Este ultimátum generó una profunda división en la familia, ya que Lillian y Lex se encontraron en una encrucijada emocional. Por un lado, sentían el deseo de apoyar y ayudar a Lena, su hija y hermana, respectivamente. Veían más allá de sus errores y querían brindarle una oportunidad de redención. Por otro lado, temían las consecuencias de desafiar a Lionel y perder su conexión con él. La perspectiva de ser excluidos de la vida de Lionel, quien era una figura dominante y poderosa, era aterradora.

Lillian: ¿Qué estás haciendo? - Pregunta mientras entra a la habitación.

Lex: Voy a buscar a Lena, Samantha debe saber dónde se encuentra.

Lillian: Si sales por esa puerta, Lionel hará todo lo posible por destruirte.

Lex: Está bien, madre.

Lillian: Lex... por favor.

Lex: Estás dispuesta a sacrificar aún más a tu hija por no enfrentarte a él, pero yo no lo haré. Si él decide quitarme todo, que lo haga. Yo saldré adelante por mis propios medios, pero no me quedaré aquí inmóvil sin saber nada de ella.

Una vez que Lionel regresó a casa y no encontró ni a Lex ni a su esposa, fue evidente lo que había sucedido. Con gran molestia, se encerró en su habitación, furioso y sintiéndose traicionado por su propia familia.