Capitulo ocho.

1K 124 4
                                    

Cuando llegó el momento de salir del hospital, la joven azabache se sintió un poco avergonzada de su hogar. Aunque lo había organizado cuidadosamente para que fuera lo más cómodo posible, aún sentía que no era suficiente para recibir a Kara.

A pesar de todos los esfuerzos de Lena, se preocupaba de que su hogar no estuviera a la altura de las expectativas de Kara. Quería que se sintiera completamente cómoda y acogida, pero temía que aún faltaran cosas por hacer.

Sin embargo, Kara rápidamente notó la inseguridad de Lena y se apresuró a tranquilizarla. Le recordó que lo más importante no era la perfección del lugar, sino el cariño y la atención que le brindaba. Lena le aseguró a Kara que había hecho todo lo posible para crear un ambiente acogedor y que estaba dispuesta a hacer cualquier cambio adicional que ella deseara.

Con el corazón lleno de gratitud, Kara miró a su alrededor y se dio cuenta de que Lena había puesto todo su esfuerzo en hacer de ese lugar un hogar para ella. Apreció la atención a los detalles y la calidez que emanaba de cada rincón.

A medida que Kara se instalaba en su nuevo hogar, comenzó a agregar su toque personal. Colocó fotografías de Lena nuevas en la pared, organizó los libros favoritos en la estantería y decoró su habitación con colores y objetos que le transmitían alegría.

Sin embargo aquello no quedó solamente ahí, la joven, también ayudaba a la ojiverde en la cocina ya que ciertamente esta no tenía mucho talento y terminaba quemando las cosas, Lena para pagar los medicamentos y el tratamiento comenzó a trabajar aún más tomando casi todos los turnos disponibles y también buscando otros trabajos de mitad de tiempo, todo dinero que recolectara de su esfuerzo serviría para que Kara mejorará.

Una noche, luego de un duro día de trabajo ingresó a su hogar como de costumbre y encontró a Kara con una joven pelirroja, su sorpresa fue innegable no entendí nada y por ello Kara le explicó que ella era su hermana Alexandra, la pelirroja había estado fuera de país. Por tal motivo, nunca supo nada de lo ocurrido pero al volver y no encontrar a su hermanita en su hogar y sospechar de que no había perdido su celular como creía por la falta de comunicación que había pasado, decidió contratar a un detective ya que luego de unos días en el hogar de Kara sintió que algo raro pasaba porque nunca volvió. Luego de localizarla gracias al personal del hospital decidió ir por ella, sin embargo Kara no deseaba acompañarla a casa. Simplemente le pidió las llaves de su casa y le prometió que estaría bien, que no eran necesarias las preocupaciones o las preguntas infinitas. Luego de una hora Alex se marchó, y Lena decidió salir de la habitación para hablar con su compañera.

Lena: Creo que ya es hora de que hablemos, Kara.

Kara: Si, ya llegó el momento.

Lena: ¿Quién eres exactamente?

Entre copas y consecuencias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora