𝕁𝕌𝕊𝕋 𝔸 𝕄𝔼𝕄𝕆ℝ𝕐

-CAP 9-

Llevaba 2 meses allí, o tal vez más, el tiempo parecía no existir en aquel lugar.

Uno se pregunta... ¿Qué hice para merecer esto? Y toda su vida pasa por su mente, cada insípido recuerdo molesto, humillante y triste, intentando ver el karma de su actualidad pero lo único que se logra es hundirse más en aquel vacío.

Tal vez... solo tal vez... Esta era la única forma.

Buscaba desaparecer.

Cerré mis ojos, dejando que el dolor se esparciera. Mi sangre, de un rojo tan hermoso, se unía con el agua.

Sobre aquella bañera, yacía mi cuerpo sin o casi sin vida. Podía escuchar olas, un mar en mi oído.

Y cuando creí que era mi hora, cuando creí que ya terminaba está dramática vida, sus manos, aquellas que tanto lastiman me acogieron, me cargó en sus brazos aunque su camisa se manchaba o su tacto doliera solo eran escenas secundarias de una verdadera escena.

"Está... llorando"

Mis ojos se abrieron a encontrar tal ser, cual cruel creí que era, mostraba su naturaleza, una emoción.

Confusión, enojo, tristeza. No lo sabía, pero estaba llorando, expresaba... ah... él estaba expresando...

"Dolor"

Si. Él sentía un inmenso dolor, cual irónico suene, me hizo sentir felicidad. Al menos sabía que él podía amar, llorar, él podía sentir.

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Eran esos momentos en los que la vida parece irreal, pero así era.

Nosotros estamos sentados viendo la noche, sintiendo la fresca brisa que dejaba los días anteriores de lluvia.

Aquellas suaves caricias que el viento te otorgaba para consolarte luego de una crisis era algo fascinante, como algo tan tonto llegaba a ser hermoso, llegabas a admirar estar vivo.

Apoyaba mis brazos sobre el suelo del balcón, estaban cubiertos de vendas, que anteriormente eran blancas ocupaban un rojizo oscuro al igual que las vendas de mis piernas, en las pantorrillas.

Las cortinas detrás de nosotros danzaban junto a nuestras respiraciones. Él, estaba agarrando sus piernas, estaba hecho bolita y en silencio.

Amaba que sintiera culpa, remordimiento, lo mínimo que sentí durante estos meses.

Me acosté sobre el frío suelo, mirando mejor las estrellas junto a la luna.

-Arge... lo lamento -.

Aquellas palabras eran un éxtasis de la emoción, más emocionante que la vida misma.

Mi casi muerte le dió en su ego y sabía lo mucho que les costaba perdonar a aquella gente. Una profunda satisfacción envolvía mi pecho y amenaza con llegar a mi cara y formar una sonrisa.

Él me siguió, se acostó junto conmigo en aquel frío suelo. Mirábamos el cielo de aquel hermoso verano.

"Aah~... Pero en qué hermosa noche iba a acabar con mi vida. "

-¿Me... perdonas? -. Su voz era un susurro, un secreto.

Mi cabeza se dirigió a él y con mis suaves y dulces palabras le respondí.

-No -.

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¿Qué opinan del cap?

...

Hola, me agarró un ataque y empecé a borrar todas las historias y capítulos, ya recupere la cordura. Saludos