IV

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Llegamos al centro y fuimos directo al parque. Como niños pequeños nos pusimos a jugar en la resbaladilla, el mundo y demás.

En un momento, Harold intentó subir por la resbaladilla, pero como que se le atoró el pie y cayó en el metal. Comenzó a sangrar de a chorros por la nariz. Mientras Henry lo ayudaba también lo regañaba por estar haciendo idioteces.

-Es que no entiendo como se te ocurre hacer tal tontería -espetó enojado mientras mantenía un trapo en la nariz de Japser.

-Solo me estaba divirtiendo -contestó como perrito triste

Que pena da este chavito

-Ahora por estarte divirtiendo te estas muriendo

Por el enojo, Henry le apretó la nariz y a causa de eso Harold dejó salir un chillido.

-Eso duele -se quejó

-Si no quisieras impresionar a Henry no te dolería -Dijo Max mientras se reía

Unos minutos después Max y yo fuimos a sentarnos en los columpios, hablando de cosas sin sentido. Harold se sentó en una banca y Henry encima de sus piernas.

Luego de unas cuantas horas regresamos a la casa de Nana a comer. Me sentía nervioso por una extraña razón. Necesitaba hablar con él sobre lo que ha pasado, sobre lo que haremos al respecto y sobre cómo lo resolveremos

La cabeza se me convirtió en un lío. Había una enorme cantidad de posibles escenarios en ella. Pero eso no es lo malo, lo malo es que, en todos ellos, Max terminaba enojado conmigo y me echaba de su casa.

-¿Estás bien? -me preguntó Landon en un susurro mientras nos acomodabamos en la mesa

-¿Porqué? -cuestioné en boz baja

-Te ves muy pensativo -dijo

-oh... no te preocupes, estoy bien

Una mentirilla piadosa no hace daño a nadie, ¿no?

-¿Seguro? -acarició mi mano

-Si -le sonreí.

Maureen y Harold sirvieron la comida, como era costumbre de Nana, rezamos por los alimentos y comenzamos a comer. Después de que Jasper estuviera ahogándose como un minuto con el agua y de que casi todos estaban a punto de acabar se me ocurrió una idea que en su momento, para mí, fue buena, excelente de hecho.

-Me voy a ir -Comenté casi en un grito

Como dije, en su momento fue buena, pero ahora que la dije en voz alta ya se me hizo una grande estupidez.

Cada uno de ellos se detuvo en seco. Dudé un rato, no sabía si mirar a sus caras y enfrentarlos o arrancarme la mía y morir

Ya esperaba los gritos, las acusaciones, los regaños, alguna que otra cachetada. Pero, como hago siempre, me equivoque. Me di cuenta de que, obviamente, no se puede conocer a alguien en un día. Mucho menos a cinco personas.

-Adelante entonces -Dijo Max mientras encogía sus hombros- Digo, no es como que se pueda obligar a alguien a quedarse

-Tranquilízate Nash -me miró Henry- No te vamos a recriminar el hecho de que llegaste para irte

-Sin preocupaciones -se escuchó la vieja voz de Nana- algunas personas y lugares son pasajeros

Mis ojos comenzaron a aguadarse. Maureen sonrió de una forma linda y se acercó a mí para abrazarme. Me deshice entre sus brazos, joder, hace tanto que no recibía un abrazo tan dulce.

Me aferré a ella en un intento de salvarme ahora mismo, no quería que me vieran como me hacía trizas. Pero bueno, aunque yo quería una cosa, mi cuerpo solo hizo otra.

Mi último destino [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora