XVI

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Jayson me sacó de la casa al darse cuenta de cómo nos miraban sus padres. En el camino al centro no aguantaba el dolor de mi espalda, para sentirme un poquito mejor tuve que comprar unas pastillas, y claro, no podía faltar echarle la culpa a Jayson por esto.

Decidimos pasar a una dulcería para comprar gomitas para los gemelos, al entrar, una muchacha pelirroja y con pecas en la cara nos recibió con una cálida sonrisa, fuimos al pasillo correspondiente y comenzamos a pelearnos para decidir cuales llevábamos.

-Si se las llevas con chile no les van a gustar -comenté

-Yo se lo que hago, son mis hermanos Nash -tomó una de las bolsas y lo detuve agarrándolo de la muñeca

-Eso no significa que sepas lo que le gusta a un niño de cuatro años, lleva las dulces de gusanitos

Me arremedó en modo de defensa y al final terminamos comprando ambas bolsas. Salimos del lugar y decidimos parar en una cafetería para tomar un capuchino, esta sería mi oportunidad para hablar sobre lo de anoche.

Cuando íbamos de camino, la pecosa de la tienda detuvo a Jayson y le pidió un momento a solas para poder conversar

-Ya vuelvo Nash -le asentí y me sonrió para luego irse y dejarme ahí parado

Miré hacia todos lados, buscando con qué distraerme, estaban a sólo unos metros de mí y no quería parecer un chismoso, pero bueno, al final la curiosidad me ganó. Me acerqué lo más sigilosamente posible para poder entender un poco lo que decían.

-Hace tiempo que no te veía Jayson -habló ella

-Fui a visitar a mi abuela, se puso muy enferma -contestó

-¿Tan mal está que te quedaste allá medio año? -preguntó

-Bueno, también tuve asuntos pendientes que resolver

La muchacha tomó la mano de Jayson con mucha confianza y la puso en su pecho

¿Quién se supone que es esta tipa eh?, ¿Porqué se hablan con tanto cariño? ¡Exijo respuestas!, no porque me importe, sino porque vivo del chisme

-No te sientas mal, lo de tu abuela no es culpa tuya -intentó consolarlo

-Lo sé Mia, pero si estuviera con ella el suficiente tiempo como para cuidarla no se habría enfermado -su voz sonó un poco afligida

-No le va a pasar nada, la conozco, es muy fuerte

Jayson le sonrió de una manera amable y dolida, ella se acercó a él y lo abrazó, cuando se separaron, la pelirroja le besó en los labios y al final se despidieron.

¿Jayson tiene una novia y no me lo dijo?, se supone que esas cosas son las primeras que se dicen, tipo "hola, me llamo perenganito y tengo novia, no te sobrepases", no recuerdo que en ningún momento hablara sobre alguien de nombre Mia, y lo peor de todo, es que me siento raro, me molesta que no lo haya mencionado y aún así decidiera haber tenido sexo conmigo.

Jódete universo, siempre me envías a los villanos guapos y sexys, ¿Qué te cuesta mandarme a uno que sea solo para mi?, bueno, talvez estoy pidiendo mucho, pero de perdido quiero que me cuente todo sobre sus amoríos para saber si tengo que preocuparme de algo o de alguien.

Morgan llegó a mi lado y no supe que diablos me dijo, solo veía que movía la boca sin parar y sonreía como idiota.

-Vamos Jayson, es jueves y cierran temprano los cafés -me adelanté en el intento de que no se diera cuenta que me enojé

Escuchaba sus pasos detrás de mí, siguiendo el camino por el que yo iba. Sabía que me hablaba, pero me obligaba a ignorarlo, pensé que lo que pasó entre ambos marcaría un cambio en nuestra relación, talvez comenzariamos a tener una de esas amistades en las que los amigos hacen cosas íntimas sin sentimientos de pormedio, pero yo no me meto con gente que ya tiene un noviazgo. O al menos, no lo hacía, en mi defensa, esta vez pasó porque no sabía de la novia de Morgan.

Mi último destino [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora