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Pasaron las semanas, incluso meses, y yo seguía en contacto con los chicos. Me dieron varias buenas noticias, pero en el mundo también existe lo malo lamentablemente.

Harold se le declaró a Henry y ahora son pareja oficial.

Max comenzó a conocer a alguien y me dijo que esperaba tener algo especial con él.

Maureen tuvo su cumpleaños y volvió con su exesposo.

¿Lo malo?

Nana se enfermó de la gripe, y con la edad que tiene, es algo muy grave. Debe de estar en la cama porque no tiene fuerzas ni para levantarse de ella.

Los primeros días todo fue andando bien, pero ahora, el tiempo ha pasado más lento. Al rosal le salieron flores, y con ellas, las espinas.

La soledad me está cobrando el hecho de que la abandoné al llegar a ese pueblo. No se en que momento comencé a ignorar los mensajes de ellos. Ya solo les contestaba cada que se me daba la gana. Me fastidiaba que me mandaran mensaje.

Resumámoslo a que está siendo muy mierda por nada

Dejé de comer, ya no me daba hambre, y cuando sentía esa necesidad de ingerir algo solo lo ignoraba y continuaba. Las pocas veces que bajaba a comprar cualquier cosa a un centro comercial o a una pequeña tienda, siempre me dolía la cabeza, aunque me tardara cinco minutos ahí dentro.

Odiaba el hecho de que, otra vez, estaba jodiendo las cosas. Mi salud y mi relación con los chicos empeoraban a cada minuto.

Mientras manejaba sentí un fuerte y repentino dolor en el pecho. No le di importancia y seguí conduciendo.

Me sentía débil, ya fue bastante tiempo en el que no como bien, muy a penas tomo algo de agua. Comencé a marearme y detuve el camper a un lado de la carretera, esperaba que se me pasara pronto, sin embargo, comencé a sentirme sin fuerzas, más que de costumbre.

Volví al camino, perdí la cuenta de las veces que suspiré pensando en que todo esto que está pasando es por mi culpa.

Me sentía fatal.

Mi cuerpo era un asco, la barba me creció más de lo que me gustaría, mi cabello igual, tenía una combinación de malestares horrible, por un lado, lo emocional. Todo el día mi cabeza me lanzaba bombas, recordándome que si no fuera quien soy ahora, si no hubiera actuado como actué hasta ahora, si no hubiera pensado todo lo que pensé hasta ahora, quizás, y solo quizás, todo estaría mejor.

Todo el día era cosa de sentirme culpable, asqueroso y triste.

Comencé a creer que estaba sobreviviendo mientras moría por dentro.

Por otro lado, lo físico. Había adelgazado mucho, casi podía ver mis costillas. La falta de fuerza, la deshidratación.

El mareo no se fue, de hecho, empeoró, tuve que ir al baño a vomitar. Regresé al asiento y subí el volumen de la radio, esperaba poder sentirme mejor con una canción feliz.

Al interlocutor le importó un carajo, dijo que era momento de las peticiones y alguien le mandó mensaje de que pusiera la de A solumate Who wasn't meant to be - Jess Benko

Creo que aquí es donde me arrepiento de saber inglés

Relacionar la canción con mi pasado es lo peor que podía hacer, pero no era algo que lograra evitar.

Levanté mi mano para cambiar de estación, pero algo me detuvo, talvez necesitaba escucharla, talvez solo era capricho, talvez solo debía de desahogarme y llorar, no sé.

Apagué el camper y fui a la habitación, supongo que descansar es buena opción. Me acosté del lado izquierdo, mirando hacia la pequeña ventana que estaba justo encima de la cama.

Mi último destino [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora