XXXII

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Al abrir los ojos me di cuenta que seguía obscuro, talvez eran como las cuatro o cinco de la mañana, últimamente suelo despertarme a esa hora

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Al abrir los ojos me di cuenta que seguía obscuro, talvez eran como las cuatro o cinco de la mañana, últimamente suelo despertarme a esa hora

Enfoque la vista y ahí estaba, como siempre, esa hermosa pared que todo el tiempo me da los buenos días

Me giré y tomé el celular del mueble que esta a un lado de mi cama, lo encendí y noté que tenia un mensaje, lo desbloqueé y me enojé al saber que era de Nash

Espero que esté drogado, porque si no, entonces lo mataré

Ignoré lo que fuera que me haya escrito y deje el celular donde mismo

A los pocos segundos sonó el tono de llamada y al ver la pantalla me arrepentí, era muy obvio que me estaría llamando a estas horas

Apagué el teléfono y me volví a acomodar para dormir, pero esta vez si que no pude volver a hacerlo, no sabiendo que Nash me llamó

Chico, en serio tienes un grave problema, ¡Ya olvídalo!, te engañó, te mintió, te ocultó que se iría, supéralo por el amor de Dios

Es que no puedo maldita sea, ¿como olvidas a alguien que te recordó lo que era vivir?, ¿Cómo dejas ir a esa persona que hizo que te enamoraras de la vida?

Se dieron las 9 de la mañana y por el pasillo de fuera de mi cuarto escuché los taconazos de mi mamá, me tapé con las cobijas hasta la cabeza, sin importarme si iba a venir conmigo o no

Pero pues, era de esperarse, abrió la puerta y se quedó un rato ahí parada, la luz que entraba por detrás de ella hacía que su sombra diera en la pared que estaba enfrente de mi

-¿Cuándo te vas a levantar de esa cama? -preguntó

La ignoré, en realidad no tengo una respuesta para eso

-Llevas desde octubre con tu berrinche Jayson, por primera vez desde que Nash se fue hazte el favor de pararte e ir a desayunar con tu familia

Ahora su voz no sonaba para nada amable ni algo parecido, más bien sonaba irritada, como cuando se solía pelear con mi papá

-No tengo ganas -respondí sin mucho ánimo

-¡Me importa un carajo que no tengas ganas! -Gritó y ante eso me asusté, hace mucho que ella no me elevaba la voz de esa manera-, ¡Jayson Morgan, o bajas o te bajo yo!, ¡Y no es amenaza, es aviso! -se dio media vuelta y se fue azotando la puerta

-¡No puedes obligarme a salir de aquí! -contraataque

Ella volvió y se paró junto a mi, me sacó las cobijas de un jalón, la miré a la cara y tenía una expresión entre enojo y tristeza, como si fuera a explotar pero a la vez a derrumbarse

-No seas tan llorón, ¿crees que yo te crié así?. Nash se fue, lo lamento tanto Jayson, pero tienes que seguir con tu jodida vida, no esperes a que ese rufián y mentiroso vuelva para que tu te pongas y te diviertas

Mi último destino [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora