007

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Bajé y él ya estaba limpiando. Me puse muy nerviosa. Creo que al habérselo dicho a Jackie ya lo he asimilado. Me acerqué y cogí una esponja. Empecé a limpiar.

—Hola, bonita—no le dije nada—Ahora no me miras ni me hablas, entiendo—¿qué entiende? Ya lo sabe. Tiene telepatía o algo así. De repente me cogió como un saco de patatas y me empezó a dar vueltas en el aire. Yo empecé a reír y a gritar.

—¡Chicos! Nada de juegos. Esto es un castigo—dijo George observándonos desde el porche bebiendo café—me bajó y seguimos limpiando.

—Esta mañana me has abandonado—me reí. Estuvimos hablando hasta terminar de limpiar la camioneta.

Después subimos a mi habitación. Como antes era el taller de pintura de Katherine, había muchas cosas esparcidas por mi habitación. Ella me dijo que tirase las cosas que ya no servían. Y eso estaba haciendo.

—Ahora te ayudo—Cole se puso a pintar un cuadro.

—No conocía esa faceta tuya

—Tengo muchas. Pintor, leñador enfadado...—se rió de mí.

—No es gracioso y no es bonito de tu parte reírte de personas borrachas.

—Ya,  bueno... Lo seguiré haciendo—no paraba de reírse de mí.

—Para—dije tirándole un pincel.

—Vas a estropear mi obra maestra. Y está casi acabada—dio un  par de pinceladas—Ya está—me acerqué a verlo y estallé de risa—Que sepas que estoy muy ofendido—es el peor cuadro que he visto en mi vida. Me da pena, pero es la realidad—Eres tú, o bueno, un intento.

—Puedo llegar a verme. Parece que he metido los dedos en un enchufe y mi pelo está electrocutado. Y es al revés, el ojo derecho le tengo azul y el izquierdo verde—le miré. Nunca le había visto mirarme así...

—También he dibujado unas estrellas, me recuerdan a ti—el tono con el que hablaba era mucho más tranquilo. Se fue acercando poco a poco. Puso una mano en mi mejilla y...

—Denna ¡AAAAAAAA!—ambos nos separamos corriendo. Solo era Jackie, menos mal.

—¿¡Estás bien, Jackie!?—gritó Katherine desde abajo.

—¡Sí, sí! ¡Solo he visto una araña!—Cole se rió.

—Creo que vais a querer hablar, me voy abajo—se fue y antes de irse me miró. Jackie cerró la puerta y se acercó a mí.

—Espero que te haya quedado claro que si quería besarte.

—Puede que sí.

—¿¡Puede!?

—Entiéndeme, Jackie. Vinimos aquí sin ganas por lo que nos había pasado y al principio no me caía bien. Y pasar de eso a que me guste no es fácil de asimilar.

—Lo asimilarás cuando te bese. Y cuando eso pase más vale que sea la primera en enterarme.

—¡Jackie, nos vamos ya!—gritó Katherine.

—Ojalá pudieses venir conmigo...

—Ya verás como vas a poder sin mí—la abracé—Baja ya. Yo me tengo que quedar aquí limpiando—se fue con una sonrisa en la cara. Me gusta verla bien.

Los demás se fueron a la fiesta de inauguración del restaurante de Will. No faltaban michas cosas de ordenar, así que acabé rápido. Antes de irme le hice una foto al súper cuadro de Cole y bajé. Él estaba ordenando el jardín. Estaba echo un desastre.

—No sé como tu madre soporta todo este desorden.

—Aprendes a convivir con ello.

—¿Te gusta tener tantos hermanos?—le pregunté mientras le ayudaba a recoger la mesa.

Mi vida con el chico Walter||Cole WalterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora