THE BACKROOMS

II

Desinformado al 101%

Nivel 0: El lobby

—¡¡HOLAAAA!!

La infante los saludo animada a la vez que sonreía. A diferencia de aquel cuarteto, el cual se encontraba estupefacto y horrorizado. Enserio no entendían nada, pero tenían tanto miedo que simplemente las palabras no les salían de la boca.

—¿Q-Quien eres?—Por fin habló él de lentes, pero la tensión no desaparecía. Todos estaban atemorizados detrás de él, y no planeaban quitarse.

—¡Mi nombre es Xiam-bi! Se que tienen muchas preguntas, y en verdad no es necesario que se presenten—Dijo la azabache mientras todos la observaban con curiosidad y temor, a pesar de su apariencia de una pequeña niña—. Para darles una breve introducción, ustedes ahora mismo se encuentran en los Backrooms: unos laberintos interminables de diferentes tipos y niveles al azar, y no, esto no es un sueño. Ustedes se encuentran con total conciencia tanto física como mentalmente, y por haber entrado a estos lugares ahora tienen que correr el riesgo de talvez y solo talvez ser asesinados, y tener que salir de aquí por su cuenta. Yo solo seré su guía.

Estos al escuchar no pudieron evitar quedarse con la boca abierta. Ella dice que podrían...¡¿matarlos?!... Estaban en un lugar desconocido en contra de su voluntad y ahora tienen que tratar de sobrevivir. ¡¿Cómo se supone que hagan eso?!

—Pero... ¿cómo llegamos aquí?—Dijo la de pelo corto tratando de sonar lo menos asustada posible.

—Es simple: Por el liquido amarillo.

—...¿Q-Qué?—Preguntó el castaño con voz quebradiza.

—¡El liquido amarillo, ya saben, ese que se les pego a la piel dejándoles su olor por la zona manchada! Gracias a eso están aquí.

...

Entonces... básicamente ellos estaban metidos en un lio en el cual ellos mismos cometieron. No sabían que hacer. Sentían tantas cosas a la vez, pero el sentimiento de miedo a lo desconocido era lo más fuerte en ellos. Ellos sufrían, y Xiam-bi lo disfrutaba. Ella ya no tenia ganas de responder más preguntas solo para disfrutar el show, pero estos adolescentes tenían otros planes.

—¿Cómo un olor nos trajo aquí? ¿Cómo sabes que fue por eso?— Preguntó Katashi tratando de pensar con claridad.

—¿Qué clase de cosas hay por aquí?— Inquirió Yoko a la par que observaba con detalle cada rincón de aquel lugar.

—¿Enserio esto no es un sueño?—Dijo Minowa aterrorizado con la idea de permanecer ahí por más tiempo.

—¿Qué eres?—Preguntó Hiroko refiriéndose a la cuestión de que la infante frente a ella no tuviera iris ni pupilas, solo un blanco brillante. Lo primero que se le vino a la cabeza fue que podría ser ciega, pero al notar sus afilados colmillos y la forma en la que giraba su cabeza para observar a cada uno de nosotros cuando hablaba... era algo raro.

Por un momento Xiam-bi solo se quedo callada observándolos con una sonrisa. Ellos no tenían a nadie más que la infante para saber todo la información posible, y aparte de que esto ya se estaba poniendo muy raro solamente querían salir de ahí.

—Miren, yo solo hago mi trabajo. Yo les doy ayuda y ustedes hacen lo demás, no es mi responsabilidad lo que les pase a alguno de ustedes, así que váyanse preparando, ya que esto no es un simple juego—Al ella terminar de decir esto, dio media vuelta y empezó a caminar. Para ella era divertido ver las caras de los cuatro tan asustados cuando ellos mismos llegaron ahí, y más divertido seria verlos huyendo de criaturas nunca antes vistas y entes que probablemente los podrían matar. ¿Pero eso era lo divertido, no? Arriesgar sus vidas. Que patéticos.