VII

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Por fin un debido descanso 

Nivel 4999: La Madre de Todas las Boleras 

—¡¡Bienvenidos otra vez!!

Los tres despertaron en el sofá de un nuevo lugar, empapados. Al abrir los ojos podían ver a su guía infernal parada frente a ellos, sonriendo como siempre. Detrás de ella, se encontraba Hiroko quien parecía aliviada de que estuvieran a salvo.

Al parecer habían perdido la conciencia y de alguna manera extraña siguen vivos después de que una criatura gigante los comiera.

Se encontraban en lo que parecía ser un lugar para jugar bolos. Lleno de luces fluorescentes de colores acompañadas de tiras de LED, con muchas más habitaciones de bolos y restaurantes volviéndose un área grande y surtido. 

Sus vibras daban confianza y calma, pero no dejaban de examinar cualquier esquina por si acaso. Cosa que ya era costumbre.

—¿Que fue lo que pasó?—Preguntó Katashi mientras recuperaba el equilibrio y trataba de abrir mejor sus ojos.

—Se los comieron, y tuvimos que traerlos de vuelta—Le respondió la infante—. No duran ni dos segundos.

—¡¿Pero como seguimos vivos?!—Exclamó Minowa aun temblando del frío que sentía al estar empañado.

—Xiam-bi apareció y nos trajo aquí. Suerte que siguen vivos o talvez Xiam-bi hizo algo, pero lo bueno es que están bien ahora—Les dijo Hiroko a los demás respondiendo a la pregunta del castaño tratando de hacerlos mantener la calma, aunque ella esté igual de asustada.

—Fue tan raro... ¡Nos comió un pez gigante!—Fue lo que dijo Yoko al pensar en todo lo sucedido.

—¿Y para que se meten al agua pues?—Les pregunto a los demás la niña azabache burlándose internamente de su estupidez.

—Pensamos que talvez encontraríamos algo...—Dijo en voz baja la ondulada algo arrepentida de hacerlos meterse al agua. Sí que fue peligroso, y lo terminó siendo aún mas.

—¡Pues si lo hicieron, salieron del nivel porque yo los tuve que traer! Denada—Afirmó a la par que iba atrayendo una silla cerca de ella para unos pocos segundos después sentarse tranquilamente.

Los cuatro se vieron entre si. Si ya todo lo que estaba pasando era raro, más raro se pondrá mientras } avanzan, y si están en peligro necesitarían de Xiam-bi para sobrevivir. Era frustrante, ya que esa niña lo único que hacía era meterlos en más problemas. Pero no tenían nada más que hacer que depender de ella.

—...¿Tienes algo para secarnos?—Le pregunto Katashi al notar el frío que empezaba a hacer con ellos mojados.

Solo para molestarlo, esta no le respondió y cerró los ojos recostándose en la silla, haciendo parecer como si fuera a dormirse. Este solo rodó los ojos molesto, parándose de su asiento para buscar él mismo algunas toallas.

—Espera... Yoko, ¿dijiste que se los comió un pez gigante?—Pregunto la trenzada algo pensativa.

—¿Sí?

—¡¿La cosa del nivel 7 o Tiny?!—Abrió los ojos de golpe al escuchar ese "sí" de la ondulada.

—¿Quienes?—Pregunto el castaño confundido.

—¿Que pasa con eso?—Volvió a preguntar la ondulada tratando de averiguar a que se refieren.

—En el nivel que estábamos, solamente hay dos entidades: la cosa del nivel 7 y Tiny, que son super ágiles y acaban con todo—Le explico Hiroko después de sentarse al lado de ellos.

THE BACKROOMSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora