X

1 0 0
                                    

Hasta qué nos congelemos

Nivel -42: Nieve Dolorosa

Auch.

Adoloridos abrieron los ojos. Otra vez, en un nuevo lugar. Lo primero que notaron: el frío.

Estaban en un bosque nevado presuntuosamente infinito, donde la nieve caía de amontones sin parar. -20° Celsius; se les congelaban hasta las partes que no sabían que se podían congelar.

En un parpadeo se cubrían tratando de aguantar el frío. Empezaron a temblar, y sus narices se enrojecían. Vapuleaban y amontonados resguardaban calor. No paraban de ver a todos lados confundidos.

—¿Qué pasó?—Preguntó tembloroso Katashi sin poder ver nada por la nieve que cubria sus lentes. 

—¿Cómo llegamos aquí?—Yoko se abrazaba su abdomen descubierto cubriéndose del frío. 

—¿Nos vamos a morir?—Dijo Hiroko sonando estérica por el cambio tan drástico de ambiente.

—¡¿Por qué hace tanto frío?!—Gritó Minowa siendo él que sentía más frío, agitado y confundido.

—¿Tu por qué crees?

Los cuatro gritaron sincronizados al escuchar una voz detrás de ellos. Se dieron la vuelta y por fin la pudieron ver. Era Xiam-bi.

—¡Hola mis hermosas victimas! ¿Qué tal están?—No pudieron evitar sentir molestia al verla con una de sus largas sonrisas características.

—¡Como la mierda!—Le respondió furiosa la ondulada controlando su mandíbula temblorosa por el frío—. ¡¿Cómo piensas que estemos cuando ALGUIEN nos separa traumatizándonos de por vida y luego nos tira de un edificio como si nada?!

—¡¿Donde estuviste todo este tiempo?! ¡¿Por qué hiciste todo eso?!—Remató el castaño con un intento fallido de verse rudo.

—A ver. ¿Ustedes piensan que yo los iba a dejar durmiendo sin hacer nada en un nivel seguro teniendo todo el control y poder para mandarlos a cualquier nivel? Ustedes lo que quieren es salir. No van a salir si se quedan en un nivel en el que no tienen cómo—Explicó calmada sacando una gran maleta, el botiquín de medicina y un barril lleno de agua de almendras por detrás. Los colocó en el suelo dejándolos hundirse en la nieve.

—Pero tu nos llevas a los niveles que tu quieres. ¿Cómo sabremos en cuales sí podremos salir y en cuales no si todos son infinitos?—Katashi realmente no se veía nada contento por el ambiente ni por la presencia de la infante.

—Además, no nos conviene para nada que nos dejes solos. Si por lo menos nos dieras información necesaria... —Dijo Hiroko antes de ser interrumpida por la única niña que tanto odia.

—Ustedes pueden solos.

—¡Por supuesto que no!—Exclamaron todos de mala gana temblando por el frío. Trataban de verse enojados, pero les era casi imposible de lo mucho que se frotaban los hombros para conseguir por lo menos un poco de calor.

—¿Cómo siguen vivos pues?—Los vio con ironía para luego patear ligeramente la maleta que acababa de traer, llevándola hacia ellos—. Les traje esta ropa de invierno y lo que ganaron en "la madre de todas las boleras" para que no se me mueran y vean que no soy tan mala.

—¡Me hiciste presenciar a mi hermano ensangrentado!—Le gritó Hiroko ignorando completamente lo antes mencionado.

—Denada—Les sonrió maliciosa y luego se decidió a caminar hacia atrás.

—¡¡¡Xiam-bi, podemos morir!!!—Empezaron a gritarle todos al perderla de vista y no tener la movilidad suficiente para moverse.

—¡Tengan cuidado con el Skynet!—Les gritó ignorando sus quejas a la par que la fuerte nieve empezaba a hacer que la perdieran de vista.

THE BACKROOMSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora