Terminé siguiendo a Ran hasta su casa. Era un pequeño apartamento que quedaba en un callejón en mal estado. Subimos por las escaleras que parecían que en cualquier momento se caerían y él se adelantó a tocar dos veces seguidas una puerta de metal.
La puerta se abrió y alguien se asomó a revisar quién tocaba. Era un chico con un moñito en su cabeza. Era mucho más bajo que Ran pero se parecían bastante, solo que el chico que se asomó usaba lentes.
Cuando vió a Ran abrió por completo la puerta y lo saludó alegremente. Supongo que era su hermano. Ran volvió a tomarme por la muñeca y entró a la casa. Su hermano no me había notado al principio, solo hasta que yo lo saludé tímidamente.
—Rin, ella es Kaori. —Me presentó Ran mientras me guiaba por el pasillo de la entrada—. Kaori, él es Rindou, mi hermano.
Yo lo volví a saludar y él me devolvió el gesto. Cuando ambos, Ran y yo, nos quitamos los zapatos al final del pasillo, entramos a la cocina la cual estaba justo al lado de la sala de estar. Era un apartamento muy pequeñito y en malas condiciones.
—¿Tienes hambre? —Preguntó Rindou en lo que entraba a la cocina. Yo asentí ante su pregunta.
—Siéntate en el sillón en lo que ayudo a Rin a preparar la comida. —Esta vez habló Ran.
Le hice caso a Ran y me acomodé en el sillón, dejando espacio al lado mío para ambos hermanos. Vi como Ran prendía el fuego de la estufa y su hermano buscaba entre los cajones vacíos algo de comida. Tardó un poco pero logró encontrar unas cuantas verduras en el refrigerador. Se las dejó a un lado a Ran.
—¿Les ayudo? —No quería estar ahí sin hacer nada, más porque ya habían sido demasiado amables para dejarme quedarme en su casa.
—Si quieres puedes cortar en trocitos estás verduras. —Señaló Rindou aceptando mi propuesta.
Me acerqué a la cocina y me acomodé al lado de Ran, quién estaba muy concentrado preparando el caldo. Empecé a cortar pequeños trocitos de zanahoria y luego corté otras verduras más para finalizar cortando unas rebanadas de tomate.
—Listo. —Anuncié y Ran señaló la olla sobre la estufa para que echara las verduras ahí.
Mientras nosotros cocinabamos, su hermano estaba terminando de limpiar los platos de ellos y buscando un tercero para mí.
—Rin, busca sobre ese estante, estoy seguro que ahí debe de haber algún plato. —Indicó Ran a su hermano.
Luego de que terminaríamos de preparar la comida, Ran la sirvió en los platos y los colocó sobre la mesita en frente del sillón. Rin y yo nos sentamos sobre el sillón, el mayor se sentó sobre el suelo y empezamos a comer.
—¿Quieres sentarte aquí? —Le pregunté a Ran, pues él era el único en el suelo y no quería que por mi culpa tuviera que sentarse ahí
—Estoy bien aquí, no te preocupes, eres la invitada.
—A Ran le gusta sentarse en el suelo. —Contribuyó su hermano y con eso me sentí un poco mejor.
—Bueno.
Ellos ya habían empezado a comer, yo aún no daba mi primero bocado pero cuando lo hice quedé sorprendida.
—Está delicioso. —Dije al saborear la comida.
—Obvio, lo cociné yo. —Remarcó Ran orgulloso de si mismo.
—De seguro fue gracias a tí porque a Ran siempre le sale horrible la comida. —Me susurró Rindou al oído y ambos nos reímos ante su comentario.
—Cómo te atreves Rin, lastimaste mis sentimientos. —Ran se hizo el dolido ya que alcanzó a escuchar el comentario de su hermano.
Mientras terminamos de comer seguimos hablando y conocí un poco a Rindou, era muy bueno tal y como Ran me había dicho.
Llevamos los platos a la pila y yo me ofrecí a limpiarlos, sin aceptar un "no" como respuesta. Rin se adelantó a ir a dormir, pues parecía bastante cansado y que no había podido dormir lo suficiente. Ran se quedó conmigo terminando de limpiar lo que habíamos usado.
—¿Por qué llegó tu tío a tu casa? —Preguntó Ran recostandose en sus brazos sobre la isla de la cocina, mirándome limpiar los platos.
—No sé... Mis papás no me dijeron nada de que hoy vendría.
—Qué estará haciendo ese cerdo... —Susurró molesto el de trenzas—. Si en algún momento ese viejo te hace algo, dímelo y yo mismo lo mato.
—Gracias Ran, pero no tienes de que preocuparte.
—Claro que tengo de que preocuparme, si ese viejo se pasa contigo no volverá a ver el amanecer. Yo me encargaré de él y de cualquier otro que te quiera hacer algo, Kaori.
Me sentí muy tranquila cuando lo oí decir eso y algo en mi se movió, creo que nunca antes alguien se había preocupado de esa manera de mi y se sentía bonito que alguien lo hiciera.
—Muchas gracias... —Terminé de lavar los platos usados y me acerqué a él dejando un besito en su mejilla y como siempre sucedía sus cachetes se tornaron completamente rojos.
—Ven, sígueme. Puedes dormir en el cuarto, yo dormiré en el sillón.
Ran se levantó de la silla y caminó por la sala hasta llegar a una puerta que abrió. Había una cama en la cual Rin ya dormía plácidamente y al lado un pequeño mueble con ropa. Rindou parecía tan cómodo que ni cuenta se dió que se estaba llevando todo el espacio del colchón.
—Se me olvidó decírselo a Rin... —Vi como tenía intenciones de despertarlo pero lo detuve agarrándolo de su camisa y él me volvió a ver, extrañado.
—Dejalo dormir, se le ve cansado. Yo puedo dormir en el sillón, ya hicieron mucho por mi.
Él no se resistió más y regresamos al sillón. Ran ya tenía una cobija en mano y se veía bastante grande, ambos podríamos cubrirnos, incluso si Rindou estaba podríamos caber todos.
—¿Quieres que te preste algo para que te cambies? —Ran no tardó en notar que yo seguía en uniforme, pero no era incómodo, lo contrario, por lo que negué.
—Estoy bien, puedo dormir así.
Ambos nos acomodamos en el sillón pero yo me puse casi que en la esquina y abrace mis piernitas. Ran me tiró una parte de su cobija desde la mitad del sofá, que era donde él se había acomodado. Me miró en la oscuridad por última vez, se dió media vuelta y cerró sus ojos para parecer dormido.
—Buenas noches. —Se despidió Ran.
—Vas a dormirte con las trenzas?
—Me da pereza quitarlas, apresar de todo, mañana ya estarán listas y no tendré que volverlas a hacer.
—Tu cabeza va a doler, ven yo te ayudo.
Sin previó aviso me acerqué a Ran y tomé una de las trenzitas entre mis dedos y empecé a soltarla. Con mis dedos simulaba un cepillo y quitaba los nudos que se iban haciendo hasta terminar de desarmarle ambas trenzas.
—Tienes el pelo larguísimo. —Le dije sorprendida.
—No hacia falta que lo hicieras tú, pero gracias supongo.
Caí dormida en un instante y recosté mi cabeza sobre el hombro de Ran. La cobija que compartíamos me cubría hasta el cuello como un bodoquito y mis piernas flexionadas calleron rendidas sobre el sofá. Ran me miró con ternura y cayó dormido unos minutos después que yo.
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𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐂𝐄 𝐎𝐅 𝐀𝐍 𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 ━━𝐑𝐚𝐧 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢
Fanfiction━━゚. ♱ 𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐂𝐄 𝐎𝐅 𝐀𝐍 𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 ❝ I don't know, I just felt peace when I was with you❞ ‣ La traducción del libro a inglés está en AO3. ‣ Prohibido cualquier tipo de copia o plagio. ‣ No se aceptan adaptaciones...
