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¡Si! ¡Solo un ligero dolor de cabeza! El aire en sus pulmones comienza a hacer falta y se niega a creer lo que ha pasado. Despertó en lo que parece ser un hotel y habitación es todo un caos, la ropa regada por todos lados y solo permanece en ropa interior. Suelta un gemido de desesperación al ver a su acompañante de cabellera negra que recién despierta.

– Buen día, guapo – talla su rostro.

Todo es un error, un maldito error. Algo tuvo que salir mal durante la noche de la fiesta para terminar en ese estado, algo tuvo que haber bebido para terminar así. Todos sus recuerdos son nulos por más que intente hacer memoria.

– Debemos volver a la mansión – se levanta de la cama mostrando solo llevar puesto la ropa interior – No seas tímido – ríe al ver cómo el castaño evita ver su cuerpo – viste más que esto anoche – toma su ropa del sueño – eres muy bueno en la cama, me dejaste exhausta.

– Señorita esto... Esto está mal – la mira vestirse.

– Lo sé, soy una mujer casada pero descuida, mi esposo no lo sabrá – se sienta nuevamente a su lado – será un secreto entre nosotros – besa su mejilla – vístete y volvamos a la mansión, de lo contrario Zeke no tardará en reprocharme por volver tarde.

Siente que en cualquier momento va a desmayarse, toda su mente es un lío y no sabe cómo afrontar la realidad. Le ha sido infiel a su lindo Omega con una Omega que no es nada atractiva como su lindo esposo.

Salen del hotel y evitando contacto visual con la pelinegra conduce directamente hasta la mansión donde al llegar ya esperaba Zeke con los brazos cruzados a su esposa. La Omega pelinegra mintió alegando que se quedó a dormir en casa de su amiga y Kruger veló por su seguridad durante toda la noche. El rubio era muy ingenuo o no le importaba para nada lo que su esposa hace y solo hizo un asentimiento de cabeza para ir a su oficina.

– Nuestro secreto – susurra con sonrisa coqueta para luego dar media vuelta y subir a su habitación.

Sale casi corriendo directo a su dormitorio, evitando la mirada de Levi que lo observa desde la cocina. Al llegar a su destino cierra la puerta con seguro e ingresa al baño, se desnuda por completo y abre a la llave recibiendo el agua fría contra su cuerpo. Talla su cuerpo con fuerza con la esponja tratando de recordar cómo fue que terminó acostándose con la esposa de su hermanastro.

Ha reprochado a su padre durante años por la infidelidad a su madre y ahora él ha hecho lo mismo, le ha sido infiel a su amado Levi. Ahora no sabe cómo volverá a  mirar directamente a esos lindos ojos zafiros sin sentir como la culpa lo consume por dentro.

La larga ducha termina y sale vistiendo solo ropa interior, escucha ligeros golpes en la puerta y la voz de su Levi le hacen entrar en gran nerviosismo. Guarda silencio esperando se marche creyendo que se encuentra la habitación vacía pero le sorprende al oír la manija de la puerta quitándole el seguro.

– Tch, Eren – su ceño fruncido se suaviza al ver a su esposo solo en ropa interior. Sonríe y avanza hasta él – has tomado un baño y no me has invitado – acaricia el pecho de su alfa – ¿Te he dicho que luces sexy solo en ropa interior? – con esa linda sonrisa pícara Eren siente aún más culpa – cariño – pasa sus brazos por su cuello – quiero que me tomes ahora mismo – murmura contra sus labios.

– Levi – lo aparta suavemente sorprendiendo al azabache – estamos en horario de trabajo – Levi frunce el ceño.

Ese no es su Eren. Su Eren le hace el amor aunque sea un "rapidín" aún estando en horario de trabajo, teniendo encima la adrenalina al temer que alguien los descubra teniendo sexo en algún lugar como la bodega de mantenimiento o la bodega del jardín.

Eres Único - Ereri Donde viven las historias. Descúbrelo ahora