The Lost Crystallus Vol.5: Dance with me again

Capitulo 08: Escuchar y ser escuchado

[Reina]

Recuerdo muchas cosas de la época en que Zero y yo, éramos solo unos niños. Sé que deben haber más sucesos que no soy capaz de recordar, pero creo que conservo lo más importante.

Fue una época maravillosa, un periodo de mi vida lleno de felicidad. Es por eso que esos recuerdos son uno de mis tesoros más valiosos. Los guardo con mucho cariño en mi corazón.

Hubo un día en el que Zero me visitó en mi casa. Era una tarde hermosa, con un cielo azul totalmente despejado. No hacía demasiado calor, pese a ser verano.

Nos encontrábamos en la entrada de mi casa, pues aquel día, mi querido amigo vino con su bicicleta para enseñarme a usarla. Si no me equivoco, papá nos vigilaba desde dentro de la casa, observando por la ventana. Creo que estaba un poco celoso de Zero jeje...

Yo no sabía andar en bicicleta, pero quería aprender. Y me emocionaba mucho que Zero me enseñase, sin embargo, sentía mucho miedo al principio.

Por culpa de mi inseguridad, me caí, pero Zero estuvo ahí para amortiguar mi caída. Se lanzo al piso para que yo aterrizara sobre él, todo un caballero de la justicia jeje.

La cosa es, que sentí mucho miedo, pues pensaba que se había lastimado por mi culpa y que enojaría conmigo. Fue cuando supe que una de las cosas que más me aterrarían en la vida, seria la mirada furiosa de Zero hacia mí.

Afortunadamente no sucedió eso, me sonrió y me preguntó si me encontraba bien. Se encargó de protegerme en todo momento. Aprendí a andar en bicicleta, gracias a que me cuidó. Para mí era todo un logro, quizás hoy día sea algo simple, pero... sigue siendo un recuerdo muy especial y bonito.

No pude dormir mucho y me encuentro recordando ese día, mientras espero a que sea la hora indicada para salir de mi apartamento, pues... hoy resolveré mis asuntos con Zero...

¿Qué palabras saldrán de mi boca? ¿Y qué palabras me dirás tú...?

[Zero]

Me encuentro entrenando desde bien temprano con mi maestro Gray. Aunque logré mi objetivo, no quiero abandonar mis entrenamientos. Además, mi maestro me ha dicho que debo continuar puliendo mi estilo, hasta tener un arte propio, uno creado a base de la experiencia.

Con mi nivel actual, soy capaz de mantener un combate normal contra mi maestro. Aunque es solo práctica y es claro que no lo toma enserio, de lo contrario me pulverizaría, aunque sea con una espada de madera.

Tras un buen combate, finalizamos el entrenamiento. Me siento en el césped para descansar y contemplar el lago.

-Entonces... hoy confrontarás a Reina-

-Si...-

-¿Sabes bien lo que vas a decirle?-

-Eso creo...-

-Haz pasado por muchos desafíos, pero esta será la pelea final. Para bien o para mal, hoy se acaba esa etapa de tu vida-

-Si...-

-Jeh, pero no te esforzaste tanto para que todo tenga un mal final-

-Maestro...-

-Tienes un corazón muy fuerte, por eso llegaste hasta aquí. Pero no se trata de solo soportar el dolor y no rendirse. Un corazón fuerte, también escucha y comprende el de los demás-

-...-

-Escucha todo lo que ella tenga para decirte y entonces solo así, decide que quieres hacer-