CAPITULO 26

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Jungkook

Yo no era una persona violenta. Pero no tenía la menor duda de que podría llegar a serlo en lo que a Frank se refería.

Seokjin estuvo callado durante todo el camino a casa, aferrándose a mi brazo mientras conducía por las tranquilas calles de la ciudad. En el momento en que bajamos del auto, se empujó debajo de mi brazo y me dejó abrigarlo.

Estuvimos así toda la noche. No quería hablar y no lo presioné. Sólo lo abracé fuerte.

Cuando rompió el amaneció, también lo hizo su silencio.

—Gracias.

Besé su mejilla sin afeitar.

—No tienes que agradecerme, cariño. Lamento que haya podido acercarse tanto a ti.

—No puedes protegerme de todo.

—No, pero puedo protegerte de Frank.

—Siempre lo has hecho —reflexionó, acariciando sus manos sobre mi pecho—. No creo que hubiera sobrevivido sin ti.

No era la primera vez que decía algo como esto, pero como todas esas otras veces, mi respiración se me cortó. El miedo absoluto de lo que podría haber sido si él no me hubiera salvado ese día. Si no nos hubiésemos encontrado.

—Me tienes. Mientras me quieras.

—Creo que eso fue lo que más me dolió cuando te fuiste. —Su voz era tranquila, tan tranquila, como si no se atreviera a expresar este pensamiento demasiado alto—. No sólo te estaba perdiendo a ti, sino también a mi familia.

Estaba en la punta de mi lengua disculparme nuevamente por dejarlo, pero Seokjin había dejado claro que no quería eso.

—No habrías perdido a tu familia, Jin. 

Me miró furtivamente.

—Dices eso, pero eres mi única familia, Jungkook. Tú, tus padres y tus hermanos... sois todo lo que tengo. Fue... fue un recordatorio, eso es todo. De que si te perdiera, también perdería a mi familia.

—Eso literalmente nunca sucedería. —Le fruncí el ceño—. ¿No hablaste con ellos mientras yo no estaba?

Él se encogió de hombros.

—Sí... quiero decir, hablé mucho con Ruby. Y tus padres. Incluso salí a tomar una copa con Louis.

—Lo ves, ellos no te dejarían. —Le acaricié el pelo—. No importa lo que pase con nosotros, cariño, siempre serán tu familia.

—Sí, quizás.

Él no se lo creía. Después del show de mierda con Frank la noche anterior, no podía culparlo. Le tomó mucho tiempo comprender que mi familia lo aceptaba tanto como a mí. No era sorprendente que el recordatorio de su donante de esperma hiciera que sus inseguridades salieran a la superficie.

Las posibilidades de que rompiéramos eran escasas... pero nadie podía predecir el futuro. Si entráramos en esto con Seokjin preocupado de que perderme significaría perder a mi familia, ¿cómo podría saber que él se quedaría conmigo por las razones correctas?

Sólo había una manera de solucionar esto. Una forma de recordarle que tenía asiento en la mesa de mis padres, sin importar todo lo demás.

🎸🎸🎸🎸

Envié un SOS a mi familia, pidiéndoles que se reunieran en casa de mis padres al día siguiente . Mamá siempre preparaba un gran almuerzo los domingos y le gustaba que estuviéramos allí tantos como fuera posible, así que sabía que no sería un problema. Intentábamos reunirnos tan a menudo como podíamos. Nadie comentó en el chat principal excepto para decir que estarían allí, pero en cuestión de segundos recibí un mensaje privado de Ruby.

MEJORES AMIGOS, ALMAS GEMELASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora