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Capítulo 8: Control y conexiones

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—¿Esto está bien? —Su maldita voz viajó por mis oídos conduciendo una vibra con corrientes energéticas que hacían estallar cada célula de mi cuerpo Traté de mantener la calma, pero era casi imposible. Sólo pude asentir con la cabeza en lo que ubicaba un brazo debajo de mi cabeza para usarlo como almohada. —¿Segura? —volvió a torturar mi paz.

—No tengo quejas. —Mordí mi labio inferior por los nervios que ése chico generaba en mi persona.

   Los rayos de sol buscaron pasar a través de los huecos de la ventana de madera, golpeando no sólo mi rostro, sino también mis brazos que comenzaron a picar por la primera fuente de calor (aunque mínima) que tomaba el ácido.

     No era difícil acostumbrarse a esa sensación de comezón que viajaba de las punta de mis dedos hasta mis pies. Parecido a la electricidad, sentía una especie de corriente de calor se transportaba por mis venas calentando toda mi columna vertebral. Cuando abrí mis ojos, tomé una gran bocanada de aire en el intento de ambientar la temperatura de mi cuerpo.

   Miré hacia el techo tratando de reconectar el lado humano con el monstruo, esperando ya no sentir ese calor abrasador que, si bien no me molestaba, podía llegar a incomodar al chico que dormía plácidamente a mi lado.

  Mis ojos se sentían otros, los sentía llenos de oscuridad. A comparación de ayer, la felicidad que irradiaba en mi sistema ya no tenía lugar para presentarse. Mi forma de ver las cosas se transfiguró por tan solo unos segundos, pero significantes para mí. Caí en cuenta que había pasado bastante tiempo desde la última pérdida de control entre la otra Hanna y yo. Esta vez fue diferente a las primeras veces que pasé por la monstruolización, era extraño y ella también lo sabía.

   La otra Hanna no estaba luchando por tener el control de mi cuerpo, cosa que nos descolocó por igual. Ella ha estado completamente tranquila desde que Hyun-Su y Ah-yi pertenecen a mi vida. Tal parece que, al estar con compañeros MH, ella estaba plena. Ese descontrol que estaba sintiendo con Hyun-Su a mi lado no tenía sentido, y no sabía cómo detenerlo.

—¿Asustada, Hanna-Hanna? —Escuché su voz en mi cabeza. —Aigoo, no te había sentido tan asustada jamás. Esto debe ser serio. —Su risa macabra logró helar mi cuerpo, cambiando completamente la temperatura de hace rato. —No querrás quemar a Hyun-Su mientras duerme, ¿O sí?

    Por más que sus escalofriantes palabras me hicieron reaccionar de esa forma, ambas sabíamos que detrás de sus inquietantes risas se escondía la confusión de ella. El espectro no estaba luchando, parecía darle igual lo que estaba sucediendo conmigo y se mantenía como una espectadora íntima entre las dos. La que más se esforzaba por mantenerse serena era yo, mi mano agarró lo primero que encontró a la cercanía.

—Buenos días.

    La voz gruesa y áspera de Hyun-Su embriagó todo mi ser. El recuerdo de la noche anterior pasó de lleno por mi cabeza, y sin saber la razón, eso funcionó para solucionar el gran dilema de mi conciencia. Cuando sentí mis ojos volver a la realidad espléndida en la que me encontraba, pude respirar con normalidad.