Lugar seguro

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AU (alternate universe)

Conway trabaja muy duro, que hasta el mismo sabe que se excede. Nunca piensa en tomar un descanso, ya que siempre se está moviendo por toda la ciudad, lo cual le es imposible así sea tomar un pequeño descanso. Freddy, quien notó esto tuvo una grandiosa idea.

~~

El notar como el pelinegro mayor daba pequeños cabezazos, dando a entender que se estaba quedando dormido, alertó a Freddy, quien se negó a seguir viendo al hombre más importante en su vida en ese estado.

—Para aquí neno.—Y así como lo dijo, Conway paró el patrulla. Agradeciendo internamente a su compañero.

—No puedes seguir así pavo, te hace muy mal, ma' o menos llevas 2 días sin dormir eh.

Se notaba la preocupación en sus palabras, y Conway solo rodó los ojos para así mirar por la ventanilla, sintiendo la suave brisa chocar contra su rostro, entrandole unas inmensas ganas de dormir.
Y aunque tenía demasiado sueño su terquedad era más fuerte.

—Que dices, si yo estoy de puta madre.—Freddy señaló como este sostenía muy mal el volante, haciéndolo caer en cuenta, pero aún con su orgullo se negó rotundamente a descansar.

Iba a protestar pero sintió sus ojos cerrarse lentamente por el aire frío, recién encendido por Freddy, quien vió como este caía rendido, sin duda ese anciano era un terco a más no poder.

El menor salió del vehículo, anunciando que haría un 10-10 junto con Conway, deseando buen servicio a todos y apagando su radio, sin duda sería una tarde-noche muy larga.

Abrió la puerta donde estaba sentado Conway y se dispuso a moverlo al asiento copiloto, tomando ahora el volante él. Marcó la ubicación de la comisaría en el GPS y emprendió camino, colocando la radio súper bajita, con una emisora dónde había música suave y relajante.

Tarareaba al ritmo de la música girando de vez en cuando su vista hacia donde yacía el mayor, quien parecía estar en un sueño profundo. Sin duda este lo mataría al despertar, pero valdría la pena hacerlo descansar, ya que este desde el secuestro de uno de sus agentes se mantenía más alerta que nunca. Lo entiende, pero este se excedía demasiado.
No tardo mucho en aparcar el coche policial en el parking de comisaría.
Lo que no tomó en cuenta es que tendría que cambiar de coche para ir a casa, así que con cuidado aparco el coche y tomó a Conway como recién casada, y lo subió a su coche, que recién acababa de sacar.

Nuevamente marco una dirección, la cual es su casa, la cual no estaba a más de 1km, se subió a su coche y arrancó, notando cómo Conway paso de estar en el asiento copiloto a estar prácticamente en el asiento piloto, en definicion estaba pegado a Freddy mientras roncaba un poco.
No se molestó en absoluto, lo que si le sorprendió era que Conway no tenía esa cara de mala hostia de siempre, ahora tenía un rostro sereno, como si no matase a nadie, un niño después de un día completo de juegos, lo cual en la mente del menor se le hizo algo demasiado tierno, sonriendo un poco y así, trató de llegar más rápido a casa, ya que él también quería descansar.

Aparco su coche afuera de su apartamento y tomo a Conway en brazos, este pesaba un montón pero tras años de entrenamiento pudo con ello. Suerte su apartamento tenía ascensor, si no, no sabia que habría hecho. Llegó al apartamento sacando su llave y abriendo la puerta, dejando notar que su apartamento se encontraba totalmente ordenando, entró, y cerró la puerta detrás de si, dirigiéndose directamente a su habitación, dónde dejó con cuidado al mayor, quien muy adormilado dijo algo inaudible para el gallego, que solo lo ignoró y se dispuso a desvestirlo y ponerle un pillama.

El ver el cuerpo de su jefe le hizo sonreír, sin duda esto no era una cosa que pasaba todos los días, solo habían sido dos veces que dormía con el mayor, pero no lo veía de esa forma de perversión, verlo le causaba tanta paz que podría quedarse toda una vida observando su rostro tan relajado, era como la ventana al paraíso, un cielo estrellado, el amanecer en su punto, todo lo que le gustaba a Freddy, Conway lo tenía. Estaba tan claro que le encantaba ese hombre, todos lo sabían, en la comisaría, en la ciudad, en el taller. A cualquier lugar que ibas y preguntabas por su relación, todos decían lo mismo.

"No lo confirman porque son tontos, pero se aman y cuidan mutuamente, y eso es lo único que debes saber."

Terminó de vestirlo, su ropa era un poco más pequeña que la del mayor pero de todos modos le quedó. Se dispuso a cambiarse en el baño, cuando acabó fue directamente a la cama, apagando las luces y cubriéndose a él y al pelinegro, quien dormía plácidamente.

—Buenas noches neno.—Susurró para luego darle un beso en la frente, abrazándole y colocando la cabeza de Conway en su pecho, a modo de protección. Al cabo de unos minutos el comisario se quedó dormido, tantas horas de trabajo le habían dado igual, o un poco menos que a Conway, pero sin dudas necesitaba descansar, y justo lo hacía con el que considera el amor de su vida.

El amor que ambos sentían era mutuo, pero nunca lo admitirían, bueno, algún día se daría la ocasión, pero por ahora no. Lo único que podían hacer por ahora sería tener la compañía del otro, como su compañero, amigo, mano derecha, pero sobre todo.. como su familia.

Ambos esa noche durmieron abrazados, lo cual no sería primera ni última vez, ya que se venían más cosas por delante.
Una suave lluvia completó la ocasión, ambos abrazados en un día lluvioso, descansando por fin sus cuerpos, soñando plácidamente uno con el otro, sintiéndose realmente bien, pero lo más importante; amándose.

One shots FredwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora