Llamada.

355 50 3
                                        

Un pitido y contesta.

—¿Donde estás?—Solo puedo estar en silencio, no sé por qué, ni para que lo llamo. No sé en qué momento empecé a actuar así, solo se que no me gusta.

¿Por qué lo llamo, a pesar de estar apunto de acabar con todo?

Tal vez solo quiero despedirme sin realmente irme.

Tal vez solo quiero escuchar su voz antes de irme de aquí.

Tal vez y solo tal vez quiero que me salvé, para poder estar a su lado.

—En casa.—Digo finalmente y cuelga, solo puedo hundirme entre mis rodillas.

¿Se puede volver algo como eso tan cotidiano?
Tantas veces, muchas veces me ha visto en este estado de alcoholismo. Totalmente sumido en whisky, un profundo mar de licor que me ahoga.

Tantas veces que la vergüenza ya no existe.

Me levanto con cuidado, mirando el arma cargada frente a mi, en la pequeña mesa, junto con una botella, ya vacía.

El repetitivo e irritante sonido del timbre resuena en mis oídos. Es tan molesto para mí cabeza y solo lo ignoro.

—Soy yo, neno. Ábreme o mando a tomar por culo la puta puerta, joder.—Al inicio se escuchó casi como una súplica, pero luego de las ultimas palabras no pude evitar que mi rostro inconscientemente esboce una sonrisa, totalmente fora de mi.

La ventana a la par de la puerta fue rota abruptamente, dejando ver a un agitado Freddy. Me pregunto si vino corriendo.. mh, no era lo más probable, pero al verlo entrar de manera graciosa y brusca por la rota ventana, para luego sostenerse de sus muslos, y tomar bocanadas de aire lo confirmé.

—Has.. has venido corriendo.—Mi voz estaba agitada y solo salió una especie de pregunta y confirmación. Él solo asintió, con su ceño fruncido.

Me sentía muy pequeño en aquella habitación tan grande, ladeo mi cabeza, mirando a algún lugar con mi mirada totalmente centrada.

Lentamente, con calma, se acerca a mi y toca mi hombro con delicadeza.

—¿Estás bien? que tuve que venir a pata.—Rei vagamente, y lo miro fijamente a los ojos, aquellos ojos que me miran con preocupación.

Es bien sabido que ante mis llamadas a la mitad de la noche, puedo estar apunto de ser asesinado, al borde del suicidio, o simplemente borracho, ahogando mis penas en licor.

—Estoy de puta madre, Freddy.—Vi su rostro sorprendido, seguramente mi rostro reflejaba todo lo que hay aquí. En un momento, llevo inconscientemente mi mano dónde estaría mi corazón, mezclando mis acciones con mis pensamientos. Una mirada tan lasciva se muestra en mi rostro, rogando, pidiendo.. implorando.

No lo llamé por nada, o eso pienso. Se lo que hago, y aunque no estoy del todo consiente, recordaré todo a la mañana siguiente.

Solo necesito una confirmación, para poder dejar de lado la ignorancia, y que me inunde el querer.. el amar.

—¿Por qué siempre me llamas cuando estas así? no podré soportarlo más si sigues mirándome así.—Toma mi mano, sin moverla, justo en mi corazón. Con su diestra acaricia mi mejilla, y ante el toque cierro mis ojos. No es tan común para nosotros estar así, para nada común.

Su mano tan cálida, yo tan frío, que sus yemas me tocan y queman mi piel.

—Algún día quisiera no tener que estar así para poder llamarte, y mostrarte está parte de mi.—Susurré, cerca de su rostro, tan cerca, que podía ver a través de sus iris aquel deseo, un deseo igual al mio.

—Mañana..—Dijo, repentinamente, ganándose mi atención.

—espero que recuerdes esto, Jack.—Acorto la distancia, que hace tanto tiempo queriamos romper, pero al no saber como, el silencio era lo más común.

Un beso suave y lento del que no nos movimos de nuestros lugares, al igual que nuestros labios.

Solo estábamos ahí, besándonos como si por primera vez hubiésemos podido.

Expresando más allá de nuestros sentimientos, con algo tan dulce como un pequeño roce.

—Durmamos, que son las dos de la mañana.—Escuche al separarnos, ocultandome rápidamente en el hueco de su cuello, aspirando aquel aroma, retorciendome en mis adentros.

—No quiero.. No lo necesito, solo necesito estar aquí, contigo.—Me abrazó, y correspondí. Y en un parpadeo me tenía encima de su hombro, como un saco de papas.

—¿Qué coño haces?—Hablé, o mejor dicho, grité. Golpeé su espalda débilmente, buscando que me bajará, pero no lo suficiente serio para que lo hiciera, solo era una faceta, porque en verdad me gusta su cercania.

—Lo necesitas. Y tranquilo, no me iré de aquí neno, que por eso vine.—Esas palabras hicieron que relajara mi cuerpo, dejándome llevar y ser.

Sentí mi cuerpo caer entre las sábanas, y solo pude ver a Freddy, quien se postro encima mío, pero no lo suficiente como para aplastarme.

Sus manos se mantenían a mis costados, mirándome fijamente, tan fijamente que temí de que leyera mis pensamientos.

Entrelace mis manos detrás de su cuello, rodando un poco mi rostro para besarlo ladino, y el solo me veía expectante ante mis movimientos.

—·—

Freddy, quien aún se mantenía estático lo besó, un beso apasionado, que iba más allá del cariño, pero sin dejarlo de lado.

Una lujuria inmensa que se escurría en sus adentros hace ya demasiado tiempo. Entre beso y beso escuchaba los suaves susurros de Conway.

—Freddy.. Freddy..—El nombrado lo miro, alertado ante cualquier tipo de molestia o dolor.

—No hay nada más importante aquí que tú. Lo sabes, ¿no?—Relajó su rostro y negó, pues aquel hombre en su estado sobriedad nunca hablaba acerca de sus pensamientos y emociones.

—Estas borracho pavo.—Conway rodó los ojos y siguió besando aquellos labios, estaba tan sediento y aquellos belfos duraznos eran como un manantial para su boca.

—Mañana quiero recordar todo, así que por favor, no te vayas, dejándome solo. Porque no aguanto la soledad.—Al ver aquella expresión decaída en el rostro de Jack lo besó cálidamente, como desde hace tiempo quería y necesitaba, buscando transmitir paz. En serio necesitaba estar ahí, con él, como siempre busca. Sintió una calidez inundar su pecho cuando sus manos se entrelazaron, sabiendo que todo sería diferente.

Ya que, la última vez que encontró a Jack en ese estado paso exactamente lo mismo, solo que después de los besos, esté le rogaba que se fuera, porque no quería aceptar, ni confirmar lo que en su mente y corazón esta claro: está enamorado de Freddy, y su única forma de demostrarlo es llamándole de madrugada.

Y Freddy siempre acudirá, porque al igual que él, está enamorado de Jack Conway.













Me encontré este borrador en mis extras, ni me acordaba😳

One shots FredwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora