Alcohol

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"Le gusta beber, pero le gustaría más beber de su boca."

El alcohol es una buena excusa para hacer cosas que no harías estando sobrio: lo cual Conway hace cada fin de semana.

Y ahí estaban, como siempre, ebrios. No era una ocasión especial, pero ambos querían despejar aquel tormento llamado sus mentes.
No sabe en qué momento se hizo demasiado adictivo el ver la figura de su comisario, ni el cómo sus mejillas se tornaban rojizas a causa del alcohol en su sistema, pero le agrada esa sensación. Sensación que se ha vuelto más intensa con el pasar de los días, meses e incluso años.

Y aunque ebrio decía muchas cosas que le gustaban sobre él, nunca las reconocía estando sobrio.

Freddy era otro que en un fondo tenía curiosidad, pero su mente eran solo borrosos recuerdos. No sabía con claridad si aquellas conversaciones eran reales o falsas, y si eran lo último quedaría como tonto, así que optó por callar, quedando todo en una simple quedada de copas, nada más.

Los tonos sensuales sonrojan al comisario, quien solo ríe, tentado ante las claras insinuaciones de su superior y, ¿a quién piensa engañar? le gusta el ritmo que todo estaba llevando.

Botellas de whisky a medio beber en su apartamento, y solo se escuchaba nulo sonido de la televisión. Hace un tiempo habían dejado de verla, no era necesario. El ambiente es caluroso, y lo saben, saben que pasará, pero deciden ignorarlo, porque como dicen, la ignorancia es dicha.

Solo hace falta un movimiento, uno que los dejará salir de aquel mar de dudas que los inunda después de un largo día cerca del otro.

Solo hubo un par de copas más y se dejaron tomar uno por el otro, apaciguando aquella guerra de sentimientos. Y aunque ninguno de los dos tenía planeado hablar de eso al siguiente día: deben.

Porque ser ignorante no es tan bueno como el sexo verdadero.

××

Muelto.

One shots FredwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora