One shots Fredway

Picnic, solo tú y yo.

"Una cita desastrosa, puede transformarse en un bonito recuerdo."

—¡Conway!—Llamó a su novio intentando contener su emoción, sin lograrlo, ya que al Conway girarse al escuchar su nombre vió como este corría hacia él con aquel brillo en sus ojos y su gran sonrisa.

—¡Vayamos a un picnic!

—

—¿Estas seguro que este es el lugar? Solo es una playa de mierda, joder.—Moria de calor, su camisa se pegaba a su piel por el sudor brotando de sus axilas y abdomen, siendo totalmente incómodo.

Quería complacer a Freddy aceptando ir con él a un picnic, lo cual no era para nada su tipo, le parecía que ya no tenía la edad para esas cursilerías, pero al ver el dulce rostro emocionado de su comisario no dudo un segundo en emprender aquel viaje. Pero ambos no contaron con que justo ese día el sol estaría en su punto máximo.

—Que puta mierda, joder.—Habló Freddy molesto, quien estaba igual o peor que Conway, sus mejillas estaban rojas, parecía que iba a explotar.

—De haberlo sabido nos hubiésemos quedado patrullando, neno.—Su voz se escuchó baja, y un poco entristecida, lo cual Conway noto al instante. Se acercó hasta quedar frente a frente a su comisario y con firmeza habló.

—Vamos a tener un día de picnic si o si, con calor, sudor y cualquier mierda que venga, pero de qué tenemos un picnic lo tenemos.—Al menor le brillaron los ojos, y abrazó con fuerza a Conway, quien correspondió el abrazo de igual manera.

—Venga, busquemos un lugar con más sombra.

      ꒰⁠⑅⁠ᵕ⁠༚⁠ᵕ⁠꒱⁠˖⁠♡

Sus ánimos de antes de fueron a la mierda en un instante. Revisaron de pies a cabeza aquel coche en el que viajaron durante unos 40 minutos, no encontrando los bocadillos que había preparado con tanto amor Trucazo. Ambos iban en aquel coche escuchando distintas canciones, totalmente concentrados que olvidaron revisar si llevaban las cosas. Algún loco de la ciudad ya estaría con el estómago llenisimo.

—¡Listo, me voy! No aguanto más está mierda.—Freddy echaba humo por sus orejas, no podía con tanta mala suerte y el clima solo empeoraba su mal humor. ¿Cómo era posible que se les haya olvidado todo?

Conway, quien hasta ahora se había mantenido callado a su lado, tomó con delicadeza el brazo de su amado, quien al estar tan enojado quiso apartarlo pero esto solo hizo que Conway lo atrajera más hacia él.

—Cálmate, mi osito.—Intento tranquilizarlo dando suaves toques en su espalda, pero paso todo lo contrario, el proclamado drama queen hizo unos de sus muchos espectáculos.

Conway beso con real cariño la nariz de este, luego sus mejillas y por último sus labios. Se separó de este y vio sus rojas mejillas y su ahora roja nariz al sorber fuertemente por ella.

—Yaa, tranquilo—Mentiría si dijera que no estaba cabreado, pero alguien tenía que ser es que mantuviera la calma.

—Son cosas que pasan cariño, podemos quedarnos en el coche con el aire fresco, venga.

—¿Me llevas?—Conway lo miro enternecido por la petición, y, ¿como negarse? Con cuidado, tomó a Freddy en brazos y lo llevó hasta el auto.
Pero para su sorpresa: el auto no funciona, y está por oscurecer.

—¡Joder!—Ahora el cabreado era él. Ya no hacía tanto calor como antes, pero se sentía el abrasador resplandor salir de la arena que aún se mantenía caliente.—Me estoy asando como un puto pollo.

Freddy río un poco por su comentario y apoyo su cabeza en el pecho de su novio. Ya su enojo había bajado favorablemente, encontrándose un poco más animado.

—Ya no importa neno.—Hubo silencio unos momentos.

—Mientras pase tiempo contigo no importa lo demás.

Freddy no pudo ver el pequeño rubor en los cachetes de Conway, pero así lo ponía ese hombre.

El sol se ponía frente a ellos, no había nada más, solo sus precencias y aquellos dos corazones amándose intensamente.

—La próxima vez venimos aquí.—Freddy, quien aún se mantenía en sus brazos miro hacia arriba encontrándose con la mirada de su amado sobre él, sonriendo.

—Y esa vez no será un desastre como este.—Ambos rieron.

—Pero, eso no significa que me arrepienta de estar aquí, Freddy.—Escuchó atentamente, casi nunca se escuchaba aquel hombre ser y hablar así de tranquilo, con tanto amor.

—Amo pasar cada momento contigo, así sea un día de mierda o estresante, es el simple hecho de que estoy a tu lado que me hace estar feliz así la situación no sea la más fantástica, como ahora.—Rieron un poco, y con delicadeza lo bajo, dejándole frente suya.

Y frente al atardecer, se dieron un tierno beso.

Y aquí es donde se llega a la conclusión de que.. un picnic no solo se trata de la comida, si no, de la compañía.