La Debilidad Del Diablo

31. Leyendas

—Volvere a repetir todo una vez más—Avise. Todos en la sala asintieron—Va a haber gente encubierta cuando Vidam ingrese a Femmes de feu, su principal objetivo es cuidar a las mujeres dentro. Nosotros estaremos merodiando afuera y desapareciendo gente de Vidam. Elina va a endulzarlo con palabras cuando Marfil salga a bailar en la tarima, cuando él la pida se iran al motel cerca del club, Elina le dejara claro que solo permitiría que se la llevara allí por seguridad de ella. Cuando los dos esten en el motel, su gente seguro que lo estara dando vueltas para cuidarlo. Los que estan conmigo nos encargaremos de ellos junto con nuestros perros, para que Denayt y algunas de sus compañeras entren en el motel y ayuden a Marfil con la información. Una vez que Vidam diga la ubicación iremos directamente a rescatar a Dalia y Vidam sera llevado al galpon.

Como siempre decía, era más fácil decir el plan que hacerlo, pero estaba seguro que funcionaría.

Como Denayt lo dijo, Elina le hizo una invitación a Vidam para un gran espectáculo donde sorteará a una mujer, y él acepto ir.

Claramente todas las mujeres del club, incluso Elina, serían muy bien pagadas después de esto, al igual que todos. Y siempre les debería un favor.

Mi mirada cayó en Olivia y Ethan, los dos se veían muy mal, sus ojos estaban hinchados de llorar, o del cansancio. Denayt estaba muchísimo peor, al igual que Ángel, incluso Alec parecía triste.

Tania también lo estaba, me había llamado todos los días después de lo que pasó, hasta cancelo su desfile para poder volver. Pero la obligue a quedarse hasta que todo estuviera seguro, obviamente no le importo lo que le dije, Malcom me ayudo a mantenerla en Los Angeles. Nunca me hubiese imaginado que ella y Dalia terminarían teniendo un lazo así en tan poco tiempo.

—¿Cómo están tan seguros de que Vidam va a querer a esa mujer?—Cuestiono Cristian, él, obviamente estaría encargado de las cámaras de todo el perímetro dónde estuvieramos.

—Porque es un estúpido sin cabeza que solo piensa en cojer. La mujer es exactamente su tipo ideal, no va a resistirse—Respondió mi tía.

—Y fue invitado especialmente por eso, él acepto, así que va por la chica—Agrego Denayt.

—¿Alguien tiene alguna pregunta?—Nadie alcanzo a contestarme ya que la puerta de la sala se abrió dando paso a una desesperada Tania y un preocupado Malcom siguiéndola detrás.

—Lo siento, no pude detenerla—Se lamento mi amigo mientras me miraba.

—¿No pudieron encontrarla?—Pregunto la castaña expectante.

—Retirense y prepárense—Ordene a todos. Cada uno se fue por la puerta cuando me escucharon.

No me preocupaba que alguien quedara con mínimas dudas, cada uno sabía exactamente lo que tenía que hacer y habíamos repasado varias veces.

—Estamos a poco de eso—Le conteste tomandola de los hombros. Sus ojos se entristecieron.

—Quiero ayudar, puedo ayudar en lo que sea.

—Tania...

—Porfavor, papá me enseñó a usar un arma—Suplico.

—Ve a mi casa y preparala para ella. Preparale comida, ropa, un buen baño. Ayúdame en eso—Pedí intentando darle una sonrisa para tranquilizarla.

—Okey, lo haré—Me dió un gran abrazo para luego ver a Malcom—Los espero afuera—Dijo al entender la mirada de su marido. Ni bien la puerta se cerró él me analizo con la mirada.

—La leyenda de tu familia no es real—Corrí mi vista de la suya. No creía eso—Tal vez si influyan, pero siempre serás tú quien elija tu destino y tu camino—Cuando vió que no tenía que decir, continuo hablando—Nunca te ví enamorado, nadie va a quitarte eso. Nadie del mas allá esta controlando tu vida, tú lo estas haciendo. Y si así fuera, si es que tienes que pagar un sueldo, después de todo lo que pasaste estoy seguro de que ya lo pagaste. Y si todo es verdadero, entonces las layendas de amor dicen que ni la muerte los podría separar. Ella volvera—El barullo en mi cabeza pareció aliviarse al escucharlo.

—Gracias—Sonrío. Creo que era la única persona que podría ayudarme, él me conoce mejor que yo mismo.

Me dió unas palmaditas en la espalda cuando estabamos saliendo. Dí un gran suspiro mientras caminaba por el pasillo.

Encaminandome para comenzar todo.

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