Me And The Devil [Duff Mckagan]

Capitulo 6: Layla

Luego del almuerzo, que ganó todo tipo de halagos hacia la cocinera, se juntaron Duff, Jackson y Rachel en la cocina con tazas de café humeantes. Jackson escribía sobre una libreta de rositas fresita con su buena caligrafía y ortografía, Duff fumaba y acariciaba a el gato que dormían su regazo, procuró moverse lo menos posible para así no despertarlo.

-¿Qué se puede hacer en estos casos?, Jack.- preguntó con algo de nervios ella.

-Ésto es un caso de violacion de tu imagen, al momento de publicar algo debe haber un contrato o consentimiento de la persona fotografiada. Creo que Duff debe tener muchos consentimientos- ambos chicos rieron, en cambio Rachel se dedicaba a quitar el esmalte color rojo que se había colocado la noche anterior-. No te preocupes, haremos algo para que todo vuelva a la normalidad, pero como un inicio puedo llamar a la revista para pedir que quiten la imagen.

Rachel suspiro con cierto cansancio.

-Está bien, de igual manera, gracias Jackie. Eres el mejor.- le dio un beso su morena mejilla.

-No te preocupes Rachel. Pero antes necesito que firmen ésto, es para que al presentar la queja se sepa de quien es, yo sería como su representante.- sonrió orgulloso.

Duff firmo con normalidad, le dió tal documento a Rachel y ella dudo por un momento, dando miradas rápidas a Jackson y al bolígrafo.

-¿C-con mi nombre real?- preguntó temblorosa.

-Así es como está escrito en tu documento legal nena. Deberás firmar así.- él se encogió de hombros, Mckagan observaba aquella escena intrigado.

Con cierto temor ella firmó y le tendió los papeles con rapidez a Jackson, él guardo los papeles en el interior de su chaqueta para luego levantarse de la mesa con un aire de superioridad.

-Bueno, fue grandiosa ésta invitación pero me debo volver- Duff y Rachel se levantaron al unísono-. Fue un gran gusto conocerlo Duff, espero poder encontrarnos de nuevo.- estrecharon sus manos amistosamente dando la impresión de que se conocían de toda la vida.

-Digo lo mismo Jackson, fue agradable conocerte.

-Te acompaño hasta la puerta Jack- dijo ella caminando adelante de él, abrió la puerta y ambos salieron hasta hasta pasillo-. Enserió muchas gracias por ayudarme en ésto, no sé que haría sin ti Jackie.- lo abrazo con fuerza, por un momento sintió que ambos volvieron a ser pequeños niños.

-Para eso estoy nena, enserió si necesitas algo llámame. No importa si es algo legal o no,  yo estaré aquí más rápido de lo que canta un gallo.- guiñó su ojo haciendo reír a Rachel.

-Lo tomaré en cuenta, cuídate y no hables con borrachos.- ambos rieron antes de que ella cerrara la puerta. Suspiró satisfecha.

Duff la observaba desde la silla del comedor, él se quería quedar un poco más pero sentía que ya estaba estorbando. Rachel se acercó a él y sonrió inocentemente.

-Tengo algo tuyo por aquí, sígueme.- lo tomó de la mano haciendo que él la siguiera.

Mientras ella rebuscaba en sus cajones Duff miró con recelo la pila de ropa que reposaba sobre la cama. En el momento en el que el gato se subió a la cama, Mckagan aprovechó a empujar la pila haciendo que todas las prendas cayeran. Cuando Rachel se giró vio el desorden sobre la cama, pero solo frunció el ceño.

-Kirk, sabes que me voy mañana en la mañana. No puedes hacer eso- comenzó a ordenar la ropa de nuevo-. Por cierto, ésto es tuyo.- le dio la característica cadena con candado que Duff casi siempre utilizaba. Los ojos de el brillaron como si le estuvieran dando un regalo en navidad.