Las luces de colores neones era algo que le recordaba a él cabaret, quizás era una de las razones por las que siempre iba a ese bar cuando tenía pequeñas vacaciones. El calor humano de las personas que bailaban pegadas era algo que resaltaba también es ese ambiente, el humo de los cigarros habia hecho una nube espesa sobre las cabezas de la multitud que bailaba.
Duff y Rachel estaban sobre la barra, habían llegado allí hacía media hora, pero se encontraban tan a gusto ahí que no querían perder sus lugares. Jugaban unas rondas de verdad o reto, solo que si no eran capaces de contestar o hacer el reto debían pagar una vuelta de shots, habían comenzado con cosas suaves como tomarse una cerveza en algunos segundos, quizas robarle unos cigarros a las personas que tenian a sus lados. Pero hasta ahora era un empate y el alcohol subía por sus organismos.
-Verdad o reto.- habló Duff con voz arrastrada.
-Reto.- respondió ella dándole un sorbo a su Gintonic.
-Te reto a que beses a esa chica- Duff apuntó hacia la multitud, una rubia con senos enormemente irreales-. Un beso y te pago una vuelta.- Rachel le dió una mirada coqueta a Duff, tomó su labial y se dió un pequeño retoque para bajarse de su asiento.
-Prepara tu cartera amigo.- fué lo último que le dijo antes de caminar hacia la muchacha.
Rachel comenzó a bailar cerca de ella, cuando la rubia le dió una sonrisa amigable lo tomó como una señal. Le susurró algo al oído y, bajo las luces de la pista, las mejillas de la rubia ardieron. Rachel le dió una última mirada a Duff antes de que la rubia besara los labios de ella. Los ojos del blondo se abrieron y le pidió al bartender la vuelta pendiente de chupitos.
Al darse vuelta Rachel se separó de la muchacha, quitó sus manos de la cintura de la rubia y volvió a su asiento mientras limpiaba el labial que se había corrido.
-Hecho.- dijo, se subió al asiento y bebió el shot. Duff la seguía observando impresionado.
-¿Cómo hiciste eso? Yo nunca puedo besar a una mujer con tanta facilidad, siempre tiene novio o me peleo a golpes con un guardia.- ambos rieron.
Rachel acomodó su vestido, colocó un cigarro sobre sus labios y los prendió con el encendedor que le había acercado Duff. Dió una mirada hacia el mar de gente que había bailando, las personas que hacían rozar sus pelvis gimiendo sin pudor alguno.
Ella llevó su mano a su muslo, con su otra mano tomó el cigarrillo para exhalar el humo que se había acumulado en sus pulmones.
Comenzó a sentir un fuego inexplicable, no era algo soportable. Pero sentía cierta energía, saltó se su asiento y miró a Duff.
-Vamos a bailar.- dijo moviendo sus caderas al ritmo de la música. Duff bajó de su asiento y la siguió.
La gente estaba cada vez más apretada haciendo que ambos bailarán cada vez más cerca, Duff se colocó en su espalda pegado a ella, los brazos de Rachel subieron hasta el cuello de él donde se quedaron. Sus cuerpos generaban fricción y el calor humano de los demás hacían que los delgados cabellos que se escapaban del peinado de Rachel se pegaron a su piel transpirada.
-¿Acaso estás provocandome?- le habló con voz rasposa. Ella se giró quedando frente a él, hizo puntitas para llegar a su rostro.
-Quizas, bajista.- contestó en tono seductor antes de comenzar a besarlo.
Las manos de Duff fueron a su espalda bajando por su cintura, caderas y, con un salto de Rachel, al final sosteniendola mientras ella cruzaba sus piernas alrededor de él.
Los sonidos que producían los demás resonaba en los oídos de ambos, la música ya no era importante en ese momento, aunque en realidad nunca lo fué.
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Me And The Devil [Duff Mckagan]
De Todo-No se si fue buena idea conocerte.- negó el, metió el chicle en su boca. -Cállate, ahora eres mi persona favorita. (ÉSTA HISTORIA CONTIENE LENGUAJE EXPLÍCITO, DROGAS Y ESCENAS +18. LÉELO BAJO TU CONSENTIMIENTO)