Capítulo 3. Empezaba otra vez.

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Sin clases. Sin deberes. Sin profesores. Sin exámenes. Sin agobios. Sin niños que te amarguen el día. Sin madrugar. Sin ver el instituto hasta de aquí tres meses. Es verano. Por fin tengo tiempo libre, por fin puedo hacer lo que me dé la real gana, por fin tengo unos meses para relajarme. Felicidad extrema.

Ari y yo fuimos a por las notas al día siguiente de que se acabaran las clases. Sacamos buenas notas, así que no tenemos preocupación alguna, libres de recuperaciones. Entramos en el instituto y estaba lleno de padres y lleno de alumnos que en tres meses no volveríamos a ver, no me canso de repetirlo, es verano.

-Hola Britt, hola Ari -nos dijo una compañera de clase, Emma, con una sonrisa en la cara- ¿Ya tenéis planes para verano?

-Hola Emma - dijimos a la vez Ari y yo- Mmm... Algo hay por ahí- contesté mirando a Ari.

-Algo hay...- me siguió Ari en la conversación mirándome- ¿Y tu?

-Pues mi plan para empezar el verano era todo el día de hoy dormir- miró al suelo, levantó la cabeza y nos dijo con un tono de indignación- ¿Por qué había que venir a por las notas a las nueve? Anda que no hay mañana. No lo entiendo la verdad. Si quieren el año que viene venimos a recogerlas a las 8, venga ya. Mira que hay horas... A las diez aún, once empezaríamos con una hora bastante querida, pero, ¿a las nueve? Venga ya.- dijo gesticulando muy basta. Ari y yo nos partimos con ella y esto no era muy nuevo, pero esta vez fue bastante más bueno de lo normal- Bueno, me voy que tengo unas ganas de tirarme en la cama... ¡Adiós y buen verano!

-Adiós Emma, ¡Igualmente!- dije aún riéndome.

-¡Adiós!- dijo Ari igual que yo.

Cuándo se fué, Ari y yo empezamos a hablar mientras íbamos a la clase dónde nos daban las notas de que en realidad tenia razón. Cuándo llegamos, yo aún riéndome, la tutora empezó a explicar lo que teníamos que hacer para entregar la matrícula para el año que viene cuándo de repente, noté un pinchazo en la parte izquierda del pecho. No por favor, otra vez no, me he tomado las pastillas que me dijo el médico, he estado cuatro semanas con ellas y ahora vuelve. Cada vez aumentaban más los pinchazos.

-¿Puedo ir al baño, Ester?- dije confiada de que me dejaría ir y con un poco de cara amargada.

-¿Britt? ¿No te puedes esperar? Estoy explicando lo que tenéis que hacer para venir el año que viene- y siguió explicando. No podía aguantar ese dolor, necesitaba gritar, estaba agobiada.

-Lo siento pero es urgente, entonces no te hubiera interrumpido- dije levantándome rápido para que no me pudiera decir nada más.

Me fui al baño corriendo con la mano en el pecho y pensando como me había atrevido a decirle eso a la tutora, supongo que sería por que ya se ha acabado el curso y no me puede bajar nota. Llegué al baño y me encerré. Me senté, quería tranquilizarme, empecé a respirar hondo pero me di cuenta que otra vez me faltaba el aire, no puede ser.

-Va Britt, otra vez no- me dije pensando en que podía controlar el dolor. No, me di cuenta de que eso es incontrolable. Después de un rato ahí sentada intentando que el dolor parara, disminuyó un poco, aunque no estaba segura de si salir por si volvía otra vez, así que decidí quedarme un rato más, por si las moscas.

-¿Britt? ¿Estás ahí?- Ari, mierda. No sabía que hacer y me esperé un poco para ver si se iba, aunque luego la tendría que ver así que no valía la pena.

-Si- dije intentando disimular.

-¿Estás bien?- dijo preocupada- ¿Te pasa algo?

-No, no- en ese momento entró una persona al baño pero no me di cuenta y seguí hablando como si estuviera a solas con Ari- es que... es que me ha entrado un apretón, nada más.

-Ejem... EJEM... -dijo Ari con una risilla al final. Estiré de la cadena como si hubiera hecho algo y salí.

-¿Qué pasa Ari?- pregunté extrañada mientras salía del baño.

Se empezó a reír muy fuerte cuando salimos de allí, yo no entendía lo que le pasaba.

-Cuando tu dijiste lo del apretón entró una persona- dijo Ari parando de reír pero sonriendo.

-¿Enserio?- dije con cara de vergüenza- ¿Quién era?

-No tengo ni idea, se ha metido en el primer baño y no la he podido ver.

-Madre mía, bueno, ya se ha acabado el instituto así que ... -Dije como si no me importara mucho.

-Aquí tienes, por cierto -me dio el sobre de la matrícula. Lo cogí pensando en como se quedó la maestra cuando le dije eso.

Ari y yo nos fuimos a comer. Hacía mucho tiempo que no comíamos juntas, entre el ingreso en el hospital, rehabilitación y nuestro no tiempo libre hacía como diez meses que no comíamos juntas. Por el camino hablamos de muchas cosas, teníamos tantas ganas de empezar el verano con nuestros amigos, de ir a bañarnos, de ir a chalets, de tantas cosas. Cuando llegamos, pedimos la comida y nos sentamos.

-Bueno Bitt, ¿Ya sabes que quieres para tu cumple?- dijo ella ilusionada.

-Te quiero a ti guapa -dije con una voz intentando ser sexy pero fallido. Ari se rió.

-Tienes dos días solo, hoy es 25, así que ves pensando que quieres que no tengo tiempo -dijo ella gesticulando mucho. Yo reí.

Cuándo acabamos y nos fuimos a casa estuve pensando por el camino en mis cosas. Empezaba otra vez. Otra vez pinchazos, otra vez dolor, otra vez no poder respirar, ¿Otra vez? ¿Enserio? Otra vez no, por favor.

Cuando todo acabe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora