Capítulo 1. Podría haber sido peor, ¿no?

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Llamé a mi mejor amiga, me lo pensé bastante, pero el dolor era inaguantable, no podía respirar. Sentía que mis pulmones no funcionaban, y esos pinchazos en la parte izquierda del pecho eran inaguantables, insoportables. Cuándo la llamé, yo estaba encerrada en mi habitación llena de lágrimas por la cara que sentía como bajaban por el cuello.

-¿Britt? ¿Britt estás bien? ¿Estás llorando? ¡Dime algo! ¿Qué pasa?

Yo me quedé sin habla, no sabía que decirle, no sabía que hacer y le colgué rápidamente. Fui bastante inútil por mi parte, ¿la llamo, la preocupo y no contesto? ¿Que haces Britt? Ella me llamó otra vez y ahora me pensé que decirle y que hacer.

-¿Britt? ¿¡QUÉ PASA?! Por favor dime algo- dijo llorando- Llamaré a tus padres, por favor Britt...

-A... A... Ari... Me duele mucho el pecho, no puedo cas... no puedo casi respirar- dije como pude e intentando disimular un poco el dolor.

-Britt, escúchame por favor, ves a tus padres y haz el favor de decírselo, enserio- dijo Ari con una voz temblorosa.

-Tengo mucho miedo Ari... No quiero ir al hos... hospital- dije cansada.

-Britt- dijo intentándose calmar con una voz un tanto dulce- díselo... ¿Quieres que ese dolor aumente? ¿Quieres eso? Ves, ves y díselo o... O llamo yo a tus padres y no quiero... Pero lo hago por tu bien, enserio...

-Vo... voy, luego hablamos...Te quier... - y colgué enseguida, no podía escuchar más de aquella conversación.

Me quedé pensando en si de verdad valía la pena decírselo a mis padres. Me levanté como pude y fui a su habitación. Ellos estaban ya durmiendo, desperté a mi madre y cuando me vio llorando se levantó rápidamente.

-¿Britt? ¿Que ocurre? ¿Que te pasa cariño? Dímelo- se notaba preocupada y me hizo un gesto para que me sentara junto a ella en la cama.

- Me duele mu... mucho el pecho mamá... y no pue... d... puedo... casi respi...- en mitad de la frase mi padre se levantó y me preguntó que pasaba, mi madre al ver que no tenía casi aliento contestó ella y le dijo lo mismo que yo le había dicho.

-Venga cariño- dijo ella levantándome poco a poco de su cama- vístete que nos vamos a urgencias.

-No, no no... No quiero, la última vez que me dijiste que fuéramos me... -cogí aire- quedé 2 meses ingresada... y no quiero otra vez...

- Esta situación es muy diferente a la otra, Britt. La otra requería mucha delicadeza con la comida, redes sociales, con tu situación... y por eso necesitabas ayuda. Esta seguramente será un dolor muscular, te darán unas pastillas y ya está, será volver otra vez a casa.

No me convenció mucho, pero si lo bastante para ir a cambiarme.

Llegamos al hospital. Cuando fui a bajar del coche mi madre fue corriendo a mi puerta y me la abrió. Yo podía abrirla, ¿porqué dice que no es nada si luego hace cosas de como si lo fuera?

Cuándo entramos, la sala de espera estaba llena de pacientes y familiares, pero antes de ir ahí, fui a que me tomaran nota de lo que me pasaba. Se lo conté todo a la enfermera y nos pasó a la sala de espera. Cuando nos sentamos cogí mi móvil y vi que tenía muchos mensajes de Ari, le conté que ya estaba en espera y que no se preocupara más. Le dije que mi batería del móvil era escasa así que puede que no le contestara porque se me habría acabado.

Cuando se me acabó la batería, empecé a ver a todos los de la sala, a pensar que le ocurría a cada una de las personas que estaban allí, hasta que me llamaron.

- Britt Rowling pase por favor- dijeron por el altavoz.

Yo estaba cagadita, por así decirlo. Tenía miedo de volver otra vez al hospital. Entramos a la consulta y cuando apareció la doctora, mi madre se quedó mirándola extrañamente.

- ¿April? ¿Usted es April Tyler? ¡Oh dios mío!

-¿Brooke Rowling? ¡DIOS! Cuánto tiempo sin verte, ¿cómo va? -dijo alegre cuando se reconocieron.

-Bueno... Mi hija Britt tiene dolores en el pecho y por eso hemos venido...

-Oh, ya verás como no es nada -me dijo para tranquilizarme- será un dolor muscular y ya, tranquila.

No sabía que decir y fingí una sonrisa bastante falsa y débil. Me pusieron los electrodos, me hicieron unas radiografías y esperamos a los resultados.

Un dolor muscular, sólo eso. Me dieron pastillas y nos fuimos de allí. Creí que sería peor. Me alegró esa doctora el día. Menos mal.

Cuando llegue a casa, ya tarde, puse a cargar el móvil y se lo dije a Ari, sólo un dolor muscular.

Me fui a la cama y pensé en que hubiera pasado si hubiera sido algo peor, pero me dormí enseguida, caí rendida por el agotamiento. Así que, podría haber sido peor, ¿no?

Cuando todo acabe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora