Nataly caminaba por los monoblocks con un sanguche que había hecho para Danilo. Hacía días que no sabía nada de él y al Carlos decirle que seguro se encontraba en la casa iba a ir a ver. La preocupación aumentaba ya que él siempre estaba por ahí, dando vueltas por la calle y rompiendo las bolas como decía Nati.
— Paperr. —el tío de Nataly salió del almacén con una cerveza en la mano y una sonrisa. — ¿A dónde va', pedazo de pescado?
— Voy a ver a Danilo, tío. —Chito le hizo ojitos y ella se rió. — No Chito, nada que ver.
— No sé eh, para mí que sí. —ella negó haciendo que Chito frunciera el ceño. — Si vo' decí', anda pescada.
— Chau tío.
Nati le mostró una última sonrisa antes de seguir su camino. Se paró en seco en la puerta y tocó varias veces pero nadie le abría. A los minutos decidió entrar, encontrando el comedor vacío y al llegar a la habitación de Danilo lo encontró durmiendo en cuero, transpirado. Se acercó a él y dejó el sanguche en el colchón antes de moverlo un poco para que se despertara.
— Danilo, despertate. —él abrió los ojos y ella le sonrió. — Qué raro vo' durmiendo hasta tarde.
— Me siento mal Nati. —la rubia arrugó la nariz y le puso la mano en la frente. — Debo tené' fiebre.
— Sí Dani, tené' fiebre. —ella le alcanzó el sanguchito que él devoró. — Fua que tenía' hambre.
— No como desde hace dos día'. —dijo Danilo y se sentó en la cama. — Fui al cumple de Jorge y me comí un choripan y una torta que pude lastrar así de contrabando gracia' al Cochi.
— Ay Dani. —ella le acarició el pelo. — ¿Por qué no vení' a casa para comer?
— Na, 'toy bien Nati. —él sonrió y se secó el sudor frío con la sábana. — Má' ahora que quedé en Liniers.
— ¿Te fuiste a probar a Liniers? —Danilo asintió, ella sonrió ampliamente. — Estoy recontenta por vos.
— Gracia'.
Los dos se quedaron en silencio por unos minutos, un silencio poco incómodo que los hizo sonreírse mutuamente antes que la puerta sonara, indicando que la habían abierto. Danilo rápidamente la metió adentro de la cama, del lado de la pared, para taparla con la frazada. Él se sentó más derecho en estado de alerta. Se escucharon los pasos acercandose a la habitación y por la puerta apareció el hermano mayor del uruguayo, que analizó la situación con una sonrisa pícara.
— No e' lo que cree' Sebastián. —Danilo dijo con la voz más seria. — No 'tabamo' haciendo nada.
— Mala mía, bueno los dejo. —el mayor se rió y se fue al comedor—.
Nataly se destapó y miró a Danilo, que se había acostado de vuelta al lado de ella.
— Aparte vine para invitarte a mi cumplaño'. —el chico abrió los ojos bien grandes. — ¿Cuento con vo'?
— ¿Cuándo e'? —Danilo sonrió de costado como era su mayor característica y asintió. — Má' vale y te voy a lleva' regalo.
— E' hoy. —él levantó las cejas y le deseó un feliz cumpleaños mientras la abrazaba. — Mirá que te espero Uru.
Nati se levantó y le sonrió mientras lo arropaba entre las frazadas.
— Me voy a mejorar pa' la noche.
Ella le dió una última mirada antes de salir de su habitación y de su casa. Al llegar a la suya se tiró al sillón con una cara preocupada. Estaba preocupada por el uruguayo, pero tampoco sabía cómo hacer para hacerlo sentir mejor. No recordaba en qué momento dejó de odiarlo, sí recordaba que la salvó de Hernán, pero eso no significaba nada.
Miró un rato de Tele para que la noche cayera más rápido y Chila y Segundo empezaran los preparativos. Chito llegó unos minutos después que Nati terminó de ver un partido viejo de boca.
Todo estaba preparado como a Nati le encantaba, sencillo pero suficiente para todos. Seguía esperando a Danilo. Él entrenaba temprano, ¿Por qué no venía? Pensó.
Unos minutos pasadas las diez de la noche se sentó con Carlos en el sillón.
— ¿Estás esperando a Danilo? —le preguntó él—.
— No nene, ¿Qué decí'? —ella hizo el gesto del montoncito y Carlos rió sarcásticamente. — ¿Qué?
— No me mientas Nataly, lo fuiste a visitar y todo. —Carlos la miró como si quisiera sincerarse. — Decime la verdad.
— Bueno sí. Me lo prometió.
Ella miró al piso y escuchó la risa de Danilo y la de Carlos. Cuando levantó la vista se encontró al uruguayo con una bolsa en la mano. Ella le sonrió y la abrió, encontrándose con la camiseta que él usaba para jugar en Liniers, la cual llevaba su nombre.
— Pero Dani, ¿No la precisas pa' juga'? —él negó y le sonrió. — Gracia'.
— De nada polaca. Ponetelá que te va a queda' relinda.
— ¿No jugas más en Liniers?
Carlos le preguntó a Danilo, él negó mientras Nataly no lo miraba. Ella admiró la camiseta y fue a la pieza para cambiarse y mostrarle al uruguayo como le quedaba.
— Ve', te queda relinda.
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DANILO 𝑓𝑡 danilo sanchez/matias recalt
FanficDos pibes del mismo nudo en Fuerte Apache. Danilo era muy amigo de Carlos Martinez, con quien pasaba la mayor parte de sus tardes. También le gustaba molestar a Nataly, la hermanastra de Carlitos, quien se la pasaba cerca de ellos. @nirvwheeler.