DANILO 𝑓𝑡 danilo sanchez/matias recalt

OCHO

Los brazos de Danilo la apretaban fuertemente, Nataly se quiso zafar para levantarse antes de que Carlos los viera pero ya era tarde.

Suspiró y vió como su hermano se reía en voz baja mientras los miraba con ternura.

— Yo no vi nada.

Carlos se fue de la habitación y ella aprovechó para mover a Danilo, a ver si lo despertaba. Él se quejaba y la pegaba más a sí. Entre susurros logró despertarlo, poco a poco se despabiló y le dió un corto beso en los labios.

Con una caricia subió su brazo hasta el rostro de la piba y lo mimó un poco antes de volver a bajar la mano por su abdomen y meterla por abajo de su ropa.

— Danilo...

Ella trató de sacarle la mano pero sus dedos empezaron a jugar con su clítoris, haciendola jadear y contener sus gemidos. Pronto metió uno de sus dedos dentro de ella, provocando un gemido sonoro pero bajito.

Él no decía nada, simplemente seguía tocandola hasta meter un segundo dedo. Se deleitaba con su nerviosismo y sus jadeos, a la par de ella mirando que sus hermanos más chicos no entraran a la pieza. Pocos minutos después se le tensó en cuerpo y llegó a su clímax, llenando los dedos de Danilo con sus fluidos. Él se llevó los dedos a la boca después de sacarlos con delicadeza y le sonrió.

— Sabés re rico, pendeja.

— Calláte boludo, vamos a levantarnos.

Ella le dió un último beso antes de irse de la habitación con los cachetes colorados y un poco de vergüenza. En la puerta la frenó Chila para decirle que levantara a Danilo.

— ¿Qué te pasa? Estás roja. —preguntó preocupada—.

— No es nada ma, tengo calor.

Con una sonrisa se metió en el baño y se encerró ahí para lavarse los dientes y la cara. Cuando se dirigía al comedor, Danilo estaba parado en la cocina, esperando que saliera.

— Usá mi cepillo de dientes, después te compro uno.

El tipo asintió y se fue mientras ella se sentaba en el sillón al lado de Carlos para ver la tele y tomar chocolatada.

Carlos la miró de reojo y se rió mientras le daba un codazo suave. — ¿Son novios?

— No sé Charly, no me lo pidió oficialmente. —a todo esto Segundo la miraba serio. — Y bueno pa, ya estoy grande, tengo dieciocho.

— Seguís siendo una nena. —fingió tristeza y después le sonrió mientras le guiñaba el ojo. — Ojalá te lo pida.

A los segundos apareció Danilo y se sentó al lado de Nataly, rodeandole los hombros con el brazo. Ella se inclinó hacia él y tomó otro sorbo de chocolatada. Adriana le pasó la taza para él y empezó a desayunar.

— ¿Vamo' a la terraza má' tarde? —preguntó Danilo—.

— Sí, dale.

(...)

Danilo miraba para abajo con una mueca extraña que Nataly no sabía reconocer. Ella estaba recostada sobre el suelo mirando hacia abajo mientras Danilo estaba sentado en el borde de la terraza.

El silencio no era para nada incómodo, los dos disfrutaban sumirse en sus pensamientos con la compañía del otro, sabiendo que si necesitaban hablar algo iban a hacerlo.

De un momento a otro él la miró con una sonrisa, al parecer bastante nostálgica. Él extrañaba; a su hermano, el Cochi... Extrañaba.

No podía dejar de pensar en la mirada que tenía su hermano al momento de fallecer, "lo dejaron como al Pincha", repetía cuando Segundo lo había salvado.

A pesar de todo, estaba asustado.

— Tengo gana' de tirarme de acá. —dijo con una risa que más que en broma alertó a Nataly. — Estaría bueno.

— Ey, no digas eso. —ella se levantó y se sentó al lado suyo mientras le ponía la mano en el hombro—.

— No la estoy pasando bien.

— Yo entiendo que puede ser difícil, pero, ¿Pensás que tu hermano hubiese querido que vos no estés para los que te aman? ¿Dejarlo solo a Carlos, que te ama? ¿A mis hermanos? ¿A mí...? Yo sé que es complicado, pero en la vida hay mas "Nos" que "Sis" y vos te mereces la oportunidad de vivir para hacer lo que te gusta y ser amado.

Él se giró a verla otra vez y con los ojos vidriosos le agarró la mano para darle un beso en la palma. Conmovida empezó a llorar.

— Te amo. —dijo Danilo haciendola sonreír ampliamente. — Me gustaría que esté' siempre conmigo, ¿Queré' ser mi novia?

Nataly no pudo hacer más que abrazarlo con fuerza, echandolos hacia atrás para acostarse en el calor del techo y darle un beso que le demostraba todo el amor que le tenía. Sin quererlo soltar un minuto, le acarició el pelo mientras los dos sentían el sabor salado de sus lágrimas mezcladas.

(N/A)

empezó re arriba y terminé llorando xau