Rose no era muy asertiva cuando se trataba de expresar sus sentimientos.
Me explico mejor, ella se había criado en un ambiente donde todos le servían y le rendian todos los honores y respetos posibles, por lo que ella nunca tuvo la necesidad de rogar por afecto o atención, es mas, ella los recibía en exceso.
Pero todo cambio el día del incidente terrorista dentro de la academia.
Fue muy imprudente por enfrentar a los soldados del culto sin saber que estos habían suprimido sus poderes.
Estuvo a punto de perder la vida, y varios recuerdos pasaron por su mente. ¿Qué tanto había disfrutado de su vida? ¿Realmente iba a acabar todo ahí? No es que ella fuera muy reflexiva, pero realmente no pudo evitar recordar todas las cosas inconclusas que aun tenia por hacer, volverse una excelente caballero, hacer sentir orgullosa a su padre, incluso paso por su cabeza la idea de que aun no habia tenido ninguna experiencia amorosa.
Pero cuando ya estaba cayendo en la resignación, llego él, aquel que le daría un giro total a su vida. Lo vio interponerse entre ella y la espada de su atacante, solo había determinación en su mirada, tal como aquellos guardianes de cuento que protegían a las princesas en las historias que le contaba su padre.
La sangre corrió por todo el lugar y ella no pudo más que estar horrorizada y conmovida por el tremendo sacrificio que presencio ante sus ojos.
A su mente le costo procesar todo lo demás, utilizo el sacrificio de aquel valiente joven como combustible para seguir peleando, esperando el momento justo para liderar el contraataque contra los hechiceros maléficos.
Hubo muchas bajas, pero pudo salir viva de aquel ataque, aunque aun así con la cabeza gacha por no poder hacer nada por aquel heroico chico.
Sin embargo, grande fue su sorpresa cuando al ir a la enfermería, lo vio con los ojos abiertos, estaba vendado de pies a cabeza, pero aun así con la fuerza suficiente para poder moverse.
No lo dudo y se acerco a darle un fuerte abrazo, realmente había salido vivo, aquel joven que ahora tenia entre sus brazos había sido su salvador, y ella, siendo tan romántica, y al mismo tiempo algo ingenua, asumió que todo había sido una muestra de amor verdadero, decidiendo en ese momento corresponder completamente los sentimientos de aquel temerario chico.
Poco sabia, que aquello, lejos de ser un acto de amor verdadero, había sido simplemente el capricho de un joven delirante por ser una eminencia en las sombras.
Realmente todos estos hechos se habían tergiversado enormemente, dando como resultado que en las semanas posteriores al ataque en la academia, se veía a la joven princesa siempre al lado del pelinegro, llevándolo a comer, abrazándolo siempre que podía, e incluso una ves se les vio en un momento empalagoso, donde Rose tenia recostado en sus piernas al pelinegro. Cosa bastante curiosa, ya que Cid era bastante escurridizo de estas situaciones.
Obviamente esto llevo a una serie de mini atentados de parte de las chicas de Mitsugoshi, que por poco hicieron una rebelión al saber que su señor ahora tenia pareja.
Sin embargo, y a pesar de que en el momento de la Reunión estaba con una cara sin emociones, la que ataco primero fue una hermosa rubia elfa, la cual obviamente conocía a Cid, según como le hablo con tanta confianza a ojos de Rose, ella se acerco a Cid y tuvo incluso tuvo la osadía de tumbarse en su pecho y hacerse la desvalida, ¡todo en su bendita cara!
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The eminence in Shadow (One Shot)
Fanfiction¿Quieres ver a Cid junto a las demás chicas en situaciones random? Pues has venido al lugar indicado. Hora de darle un kilo de desarrollo a Shadow XD.