Gamma se encontraba realmente angustiada, era tanto así que su cuerpo empezaba a tiritar de solo los pensamientos que la atormentaban en ese momento.
No tuvo de otra que pedirle a la pobre Nu que se hiciera cargo de todas las tareas administrativas por ese día. Realmente se sentía mal por pedirle ello, pero actualmente no se encontraba mentalmente bien para manejar Mitsugoshi.
Esto ultimo preocupo a Nu, ya que no la había visto así ni cuando su señor fingió dejarlas tomando la coartada de Jhon Smith, lo cual le hacia preguntarse qué podía ser tan alarmante para tenerla en ese estado.
Vio a su señora tambalearse por un momento, cosa que no seria extraña, de no ser por el hecho de que esta se estaba tomando la cabeza con claros signos de dolor.
La castaña intento preguntarle respecto a ello, pero solo recibió esquivas torpes de parte de Gamma, decidiendo no insistir mas por el momento mientras la veía alejarse de la oficina.
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Avanzando a paso apurado, Gamma se dirigió a unos pasadizos que se conectaban con el sótano del gran edificio que era la sede central de Mitsugoshi. Al caminar por unos minutos, por fin encontró la habitación que estaba buscando. Era una puerta de metal reforzado, la cual advertía peligro.
Ahí, pudo vislumbrar un pequeño panel, sobre el cual colocó cuidadosamente su mano, para que, momentos después, de este emanara una luz verde, misma que indicó la abertura de la gran puerta.
Al ver la gran estructura, Gamma no pudo evitar rememorar con cierto dolor la gran inversión que había significado el laboratorio que tenía enfrente. Ciertamente, era necesario para los avances de Eta en la investigación de las reliquias que obtenían al saquear las bases del culto.
Sin embargo, al ver a la ya nombrada científica durmiendo sobre su mesa mientras murmuraba cosas sin sentido, le hacía preguntarse si realmente había valido la pena gastar todo ese dinero.
—Eta, despierta. No es momento de jugar, necesito que me ayudes con algo —dijo Gamma.
—Hmmm... déjame dormir solo 5 minutos más, Alpha-sama, prometo que tendré su réplica a tamaño real de Shadow-sama para este fin de semana... —respondió la científica mientras volteaba la cabeza al lado, negándose a abrir los ojos.
Esto último dejó perpleja a Gamma. ¿Qué Alpha-sama había pedido qué?
Sacudió su cabeza para despejar sus pensamientos de curiosidad; luego podría indagar más sobre ello.
—Eta, si no te levantas ahora, no tendré más remedio que cortar tus fondos, y sabes lo que eso significa, ¿no es así? —dijo, sin obtener respuesta.
Al ver que no tenía efecto, suspiró mientras jugaba su última carta.
—Es una lástima, y yo que quería compartir la sabiduría de las sombras que Shadow-sama me brindó contigo —dijo la peliazul, tomando el mejor tono de decepción que podía, a la vez que hacía la finta de irse.
Sin embargo, no pudo avanzar mucho, ya que, como si se tratara de una poseída, Eta la tomó del hombro e hizo que se volteara.
—¿Sabiduría de las sombras? ¡Dámela! ¿Qué fue lo que te entregó Shadow-sama? —sus ojos parecían brillar mientras intentaba buscar cualquier artefacto o escrito que le hubiera dado su señor a la peliazul.
Gamma suspiro al ver esto, tal perece que Eta nunca cambiaria.
—Ahora que tengo tu atención, vayamos directo al grano, tengo algo importante que pedirte Eta, pero quiero que esto quede solo entre nosotras, nadie se puede enterar de esto, ni siquiera Alpha-sama—
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The eminence in Shadow (One Shot)
Fanfiction¿Quieres ver a Cid junto a las demás chicas en situaciones random? Pues has venido al lugar indicado. Hora de darle un kilo de desarrollo a Shadow XD.