GUOMEN I ATRAVES DE LAS PUERTAS ESTRECHAS

Capitulo 36

Al final, Dou Xun no logró compartir cómo se sintió después de obtener el deseo de su corazón. Aturdido, dejó a Xu Xilin en la cocina y se alejó solo.

Incluso tropezó en las escaleras.

Al principio, Xu Xilin pensó que Dou Xun era muy divertido. Luego, poco a poco llegó a sentir una sensación muy preciosa que venía de su interior. Siempre se había sentido tan liviano e intrascendente como la hierba; solo cuando estaba con Dou Xun sintió que él también tenía un peso pesado y sólido.

Alguien que acababa de terminar los exámenes seguiría manteniendo el mismo reloj biológico interno al día siguiente. El segundo día después del examen, antes de que saliera el sol, Xu Xilin se despertó con el suave zumbido de su aire acondicionado. Se había apoyado antes de recordar que eran las vacaciones de verano y se desplomó de nuevo con un golpe . Se sentía un poco irreal, y como si alguien comprobara obsesivamente que las cerraduras de las puertas estaban aseguradas, se confirmó tres veces que realmente no tenía que levantarse temprano, antes de finalmente cerrar los ojos con cautela.

En la habitación de al lado, Dou Xun tenía una sensación de irrealidad aún más fuerte. Se sentía como si hubiera estado caminando sonámbulo toda la noche de anoche. No sabía qué hora era cuando se quedó dormido, pero ahora no tenía sueño y estaba tan despierto como si hubiera tomado estimulantes.

El examen había terminado pero Dou Xun aún no estaba de vacaciones. Después de quedarse un fin de semana, tuvo que regresar rápidamente a la escuela el lunes por la mañana.

En un estado de sobreexcitación, Dou Xun se lavó y luego salió a comprar el desayuno que dejó en el microondas. Se entretuvo un rato en el segundo piso, pero al ver que Xu Xilin no parecía levantarse pronto, finalmente no pudo contenerse más. Llamó a la puerta de manera molesta, despertando desastrosamente a Xu Xilin.

Xu Xilin acababa de derrotar su reloj biológico interno y se estaba quedando dormido. Todavía medio dormido, se arrastró fuera de la cama. Se apoyó contra la puerta, envuelto en una capa de aire frío, y esperó a que Dou Xun hablara.

Dou Xun fue plantado allí como una estaca. Se movía inquieto como si tuviera pulgas, balanceándose a derecha e izquierda mientras recibía la ráfaga de aire frío justo en la cara. Después de un largo rato, finalmente tartamudeó. —Voy a volver a la escuela.

Xu Xilin reprimió su bostezo y miró a Dou Xun sin expresión en su rostro. En su corazón, se estaba preparando a sí mismo: si Dou Xun se atrevía a decir que había despertado a Xu Xilin tan temprano en la mañana solo para decir esto, Xu Xilin lo despellejaría vivo.

En la conciencia de Dou Xun, había un conejo loco. Desde saltar alto en el cielo hasta enterrarse profundamente en el suelo, no había nada que el conejo no hiciera. Incluso si hubiera un dinosaurio escupiendo fuego frente a él, se atrevería a enfrentarse a él, mucho menos a un humano que se despertara un poco gruñón.

Dou Xun miró hacia abajo. Vio que la habitación de la abuela todavía estaba en silencio, así que hizo su pedido con valentía. —¿Puedo besarte antes de irme?

Xu Xilin:—.....

Antes de que pudiera reaccionar, Dou Xun aprovechó la oportunidad para acercarse y rápidamente lo besó en el lado izquierdo de su rostro. Luego, salió corriendo a la velocidad de un rayo, como si sus pantalones estuvieran en llamas.

Xu Xilin finalmente se despertó. Se quedó aturdido durante un rato, luego sonrió de repente. Sintió que Dou Xun se había vuelto lindo.

Las emociones de una persona joven estaban tan sobrecargadas como el sol de la mañana. No se quedaron quietos e inmóviles; más bien, fácilmente se desbordaron y salpicaron a una persona en la cara.