¿Tú en kuroko no basuke?

Capítulo XVII: Inician las tutorías

Cuando llego la hora de volver al instituto sabía perfectamente que debía comentar mi decisión pero estaba algo nerviosa de volver a ver a Teppei, pues la última vez que llore al frente de alguien fue cuando era bastante pequeña, de solo pensarlo me muero de la vergüenza.

— Hola chicos – saludó Riko – (T/ap), veo que ya no estás siendo cargada por Kagami

— Se te ve bien – Siguió el capitán

— Si, ya puedo caminar nuevamente

— Eso veo

— Amh ¿(T/ap), qué te dijo el médico? ¿Puedes volver a entrenar? – Preguntó con algo de precaución Riko

— Sobre eso... – sentía mi corazón latir rápidamente – puedo volver a entrenar, solo no debo esforzarme de más y debo ir a rehabilitación tres veces a la semana

— Eso es bueno, puedes volver a jugar – Habló Kagami

— Un segundo Kagami-kun – lo detuvo Kuroko – recuerda que iba a considerar si volver a jugar o no

— Es cierto – apoyo el capitán del equipo – (T/ap), ¿has tomado una decisión?

— Yo...– inconscientemente fije mí vista en Teppei, el se encontraba sonriendo y realizando un leve asentimiento como diciéndome: ¡Tú puedes! – yo...decidí seguir jugando

— ¡Eh! – gritó todo Seirin – ¡¿De verdad?!

— Si

— ¿Las salidas con la generación milagrosa funcionó? – Preguntó Kogonai

— Amm se podría algo así

— ¿Ah?

— Digamos, quién me ayudo a tener una decisión final fue otro persona

— ¿Otra persona?

— Si – No entiendo porque estoy siendo tan sincera. Seguramente me encuentro sonrojada, puedo sentir el calor de mis mejillas

— ¿(T/ap), estás bien? – Preguntó Kuroko

— Si, solo que tengo algo de calor

— ¿Calor?, esta algo fresco – hablo esta vez Izuki – ¿Estás segura que estás bien?

— Sí, debe ser porque me encuentro algo emocionada, ya que va ser el primer entrenamiento luego de estar una semana sin hacer nada

Sentí que no me creyó mucho pero intenté cambiar el tema diciendo que ya deberíamos comenzar el entrenamiento, así que me encamine rápidamente a los camerinos para cambiarme e iniciar lo que inconscientemente llevaba días esperando, el volver pararme en una cancha y volver a jugar con mis compañeros. Aunque siendo sincera no sé por cuánto tiempo será así, después de todo, nosotras no pertenecemos a este lugar.

Al finalizar el entrenamiento, me acerque a Riko para comentarle que faltaría los días martes y jueves, debido a mi rehabilitación. Ella comprendió la situación y me pidió que le comunicara lo que iba diciendo el médico, pues de esta manera podría realizar un régimen que se adecuara a todos, ya que lo menos que quería es hacer era que me esforzara de más y terminara perjudicando la mejoría de mi pierna.

— (T/ap), nosotras ya nos vamos – me aviso Olga – te vemos en casa

— Vale, caminen con cuidado

— No te preocupes – Contestó Paz

— ¿Aún no te vas (T/ap)? – Preguntó Teppei

— No, Kuroko y yo estamos de tutores