Capitulo 7

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Estar como guardaespaldas era una tarea fácil, seguir movimientos, vigilar , era algo que hacía como policía,lo que fue difícil, era que mis compañeros, me reconocieran como un par, lo viví en mi división y aquí también me subestimaban por ser mujer.

No le era suficiente a ellos que los superara en las prácticas de tiro, ni en las rondas de maratones, ni en competencias de nado.

Ken era el que más me menosprecia, ocultaba esa actitud disfrazada de exigencia,no hacía una semana que estaba allí y me desafió a pelear cuerpo a cuerpo con el, que era bueno en las artes marciales mixtas, pero no se percataba de que yo también lo era y que había tenido como entrenador a mi ex, que medía uno noventa y pesaba unos cien kilos.

Intento derribarme, con su gancho derecho, pero lo esquive y atine una patada a su cintura, lo desestabilizó pero no lo suficiente para voltearlo al suelo, me defiendo levantando los brazos mientras percibía que una multitud de hombres aclamaba la pelea.La lucha se traslada al suelo donde tengo ventaja sobre él con una llave de mis piernas sobre el cuello de el, apretando con fuerza logro que cada vez sus vías aéreas se vean obstruidas, ofrece resistencia con sus brazos y retorciendo su cuerpo en todos los ángulos posibles, los espectadores ya no me subestiman,observo caras de preocupación, Ken estaba a punto de perder la conciencia.

-Kitt, detente vas a matarlo.

Dejo de mover los brazos y retorcerse, señal de que ya estaba inconsciente, lo libere de la llave, con la vista de todos, Ken despertó llevándose las manos hacia su cuello, yo ya estaba afuera del ring, cuando me di cuenta que mi jefe miraba serio la situación, desde hacía cuánto no lo sabía.

-No tengo idea de cómo eras, cuando eras oficial de policía, pero aquí el trabajo en equipo es primordial, créeme,si tenemos todo esto en orden es por algo, señorita Sanders, si tiene algún inconveniente debes solucionarlo conmigo, yo sabré que hacer. Ren me miraba fijo y con completa seriedad en sus palabras.

-No quiero ser subestimada , por el hecho de ser mujer jefe.Proteste.

El sonrió por fin.

-Creeme si estas aqui nadie de ahora en mas va a subestimarte.

-Gracias.Agrege mientras emprendía rumbo hacia el vestidor.El me tomó del brazo.

-Las conductas inapropiadas tienen su castigo, señorita Sanders, es así como nos manejamos aquí, para que todo este en orden .

No era una advertencia, era una certeza, era parte de las reglas de trabajo que impartían en la familia TaoNang, a los que tenían conductas inapropiadas se los castigaba.El jefe murmuró algo con Peter, él con cara de preocupación asintió con la cabeza, los demás se quedaron mirándome, mientras mi adversario se sobaba el cuello.

Me permitieron darme una ducha y cambiarme, cuando estuve lista, Peter me llevo al jardín central y tiró semillas de maíz en el suelo y me pidió que me arrodillara sobre ellas, ese era el castigo, no era tan severo, pensé.

-Cuanto tengo que estar aquí?, pregunté a Peter.

-Dieciséis horas,avisame si necesitas algo.

Mi cara se transformó, era la mañana, el sol del mediodía iba a pegar de lleno en ese lugar aunque tenía buena condición física mis rodillas no eran de titanio.


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